Girard-Perregaux añade dos nuevas piezas a su catálogo:<br/> Chrono Hawk Pink Gold y Cat’s Eye Power Reserve.
Triple noticia la que dedicamos hoy a Girard-Perregaux. Cuando todavía nos queda mucho por hablar de las novedades que presentó al público durante la pasada edición de Baselworld, la manufactura asentada en La Chaux-de-Fonds nos hace llegar dos novedades diametralmente opuestas y que engrosan el catálogo de piezas disponibles para los aficionados y aficionadas a la marca. Ciertamente, Girard-Perregaux es de las marcas que en más consideración tiene al público femenino y no tan sólo adapta el diámetro de cajas ya existentes añadiendo además elementos ornamentales más propios de este género, sino que además dispone de la ya conocida por todos vosotros Colección Cat’s Eye destinada única y exclusivamente a las féminas.
Cat’s Eye Power Reserve.
La característica elipse que da forma a la caja de los Cat’s Eye toma en esta ocasión unas dimensiones de 37,84 mm en su eje mayor y de 32,84 en el menor partiendo del acero como material de base para su manufactura e implementando un fondo visto que deja a la vista el calibre GP03300-0070 de remonte automático y 46 horas de reserva de marcha albergado en su interior.
Probablemente, y desde mi personal punto de vista, este nuevo Cat’s Eye presenta en su esfera las indicaciones más prácticas en lo que a relojería se refiere y de manera adicional, obviamente, a las innegociables horas y minutos: la indicación de la reserva de marcha y la fecha. En tanto que horas y minutos se representan por dos agujas en forma de hoja ligeramente abombadas, los segundos del movimiento base los encontramos ubicados en un dial subsidiario a las 9 que sirve, además, como foco desde el que parte el decorado “guilloché” de esta exquisita esfera. En el hemisferio derecho del guardatiempos, a las 3 y entre las 4 y las 5 respectivamente, se alojan un fechador por ventanilla y el indicador de reserva de marcha por aguja.
El definitivo toque femenino de esta caja que presenta una adecuada estanqueidad de 30 metros, recae sobre los diamantes de talla brillante engastados en el bisel, un total de 64, y en las posiciones horarias del dial excepto en las correspondientes a las 6, a las 9 y a las 12, ocupadas por numerales arábigos aplicados, y a las 3 ocupada por el mentado fechador.
Este nuevo Cat’s Eye verá la luz en cuatro referencias que responderán a la combinación de esfera plateada o negra con correa de aligátor, negra para la primera opción de esfera y gris para la segunda, o brazalete de acero. Los precios de venta recomendados, realmente adecuados y contenidos, serán de 13.550 € para las referencias con correa de aligátor y de 13.900 € para aquellas que montan el brazalete metálico que, dicho sea de paso, aparenta una comodidad importante.
Chrono Hawk
Chrono Hawk Pink Gold.
No solo el modelo sonará a los aficionados a la marca y a la alta relojería en general, sino también la atractiva y peculiar combinación de materiales que presenta la no menos característica caja del Chrono Hawk: cerámica y oro rosa. Si me permitís el símil con el mundo de la fotografía, el nuevo Chrono Hawk Pink Gold es, literalmente y en lo que a su caja se refiere, el negativo del modelo que Girard-Perregaux lanzó el pasado año 2013 en homenaje a la Meca del cine y para conmemorar su asociación con ella: el Hollywoodland. ¿Por qué negativo? Ni mucho menos en el sentido despectivo del término sino, sencillamente, porque el nuevo modelo intercambia los materiales utilizados para la manufactura de la caja entre ambos modelos. De este modo el bisel del nuevo Chrono Hawk toma la cerámica como material de base en tanto que el resto del continente lo hace con el oro rosa.
Por lo que respecta al dial de este nuevo guardatiempos, es exactamente idéntico al de la Edición Especial del pasado año excepto en el detalle del anillo perimetral que envuelve a los diales subsidiarios responsables de albergar, a izquierda y derecha, el contador de 30 minutos del crono y el pequeño segundero respectivamente. En ambos casos, el oro rosa se elimina de la composición para respetar el negro existente en el fondo de la esfera principal. Los protectores de los pulsadores del crono así como los propios pulsadores y la corona de remonte y sincronización del reloj respetan el material original utilizado en su producción.
El resto de parámetros constructivos y de diseño coinciden con los concebidos originalmente para dar vida al Hollywoodland: 44 mm de diámetro de caja, con un valor de estanqueidad de 100 metros y el movimiento de remonte automático GP03300 latiendo en su interior a una frecuencia de 4 Hz ofreciendo un valor de reserva de marcha de 46 horas. Manteniendo los atributos que en su día asigné al modelo anterior, contundente y atractivo, este nuevo modelo monta de igual modo una espectacular correa manufacturada con un alma de caucho técnico recubierto de aligátor. Dada la respetable diferencia en la cantidad de oro utilizada en la confección de la caja, el precio de venta recomendado de este nuevo reloj será de 26.900 €, considerablemente superior a los 19.700 de la pieza anterior.
Jóvenes Maestro
Los Jóvenes Maestros Relojeros siguen su gira por el mundo.
En esta ocasión, la exquisita e innovadora campaña que Girard-Perregaux bautizó con el nombre “The New Face of Tradition”, escogió México como país de parada. Concretamente la ciudad de Tequila (Jalisco) durante cuya estancia los Jóvenes Maestros aprovecharon para visitar una “manufactura” ciertamente distinta: la productora de Tequila “Casa Herradura”, así como el campo de agave “Los 4 Vientos”, Patrimonio Cultural de la Humanidad y escenario de las imágenes que acompañan a este artículo junto a mariachis y jimadores.
La inclusión de México en la gira de Girard-Perregaux no es en absoluto fruto de la casualidad ya que su presencia en el mercado nacional data del siglo XIX gracias a la importancia que en esa época adquirió una pieza histórica y legendaria a la vez: el reloj de bolsillo que implementaba el tourbillon bajo tres puentes de oro y que sería conocido con el sobrenombre de “La Esmeralda” y cuyo propietario fue, nada más y nada menos, que Porfirio Díaz, militar y político mexicano que ostentó el cargo de Presidente de México en nueve ocasiones.