No es ninguna exageración decir que el año 2013 ha sido frenético para Girard-Perregaux. La firma de La Chaux-de-Fonds ha presentado el revolucionario Echappement Constant y ha renovado por completo su más emblemático modelo de las últimas décadas como es el ww.tc. Pero solo un mes antes, en diciembre del 2012, nos anunciaba también la renovación de su colección Sea Hawk, que pasaba a denominarse Hawk «a secas».
Desde entonces, esta colección, la más deportiva de Girard-Perregaux, se divide en dos variantes; el modelo «solo hora» con indicador de reserva de marcha, que mantiene la denominación anterior de Sea Hawk, y el nuevo cronógrafo Chrono Hawk. Cuando se presentó la nueva colección se propusieron dos variantes de correa; una de caucho y otra de piel de aligator. Ahora se anuncia lo que era imprescindible y por tanto inevitable; una tercera variante con pulsera metálica.
Hay que tener presente que la colección Hawk está formada por relojes cuyo ADN es la práctica del buceo, y en dicha práctica un elemento como la correa de sujeción, que en otro tipo de reloj es casi banal desde el punto de vista funcional, adquiere una importancia determinante. La opción del caucho es probablemente la más funcional para este tipo de reloj. La de piel, de cualquier tipo, es una contradicción con el uso teórico al que va destinado el reloj, pero tiene una cierta justificación por su versatilidad, siempre y cuando se intercambie por la de caucho cuando la ocasión lo requiere.
Ahora, con el brazalete de acero, se soluciona de un plumazo la adaptación del Hawk a cualquier uso. No desentona cuando vestimos con cierta formalidad y tiene la misma o mayor resistencia al desgaste y a los tirones que la de caucho cuando se utiliza en el agua. Lo curioso es que solo anuncia esta posibilidad en el Chrono Hawk, que con sus 10 bares de hermeticidad y su ausencia de bisel giratorio no puede calificarse como reloj de buceo profesional, mientras que no se dice nada del Sea Hawk, que cumpliendo con todas las especificaciones necesarias para dicha actividad y con sus impresionantes 100 bares, es capaz de resistir a mayores profundidades de las que bajará el ser humano sin estar resguardado en el interior de un batiscafo.
La probable explicación lógica es que Girard-Perregaux se guarda el anuncio del Sea Hawk con brazalete para otra ocasión, que a buen seguro no se demorará demasiado. De todos modos, y salvo que el brazalete comporte un sistema de sujeción especial, algo que no creo, los propietarios de un Sea Hawk tienen la opción de adquirir por separado la nueva pulsera de acero del Chrono Hawk ya que teniendo en cuenta que las carruras de las cajas de ambos relojes son idénticas, tiene que encajar sin problema en cualquiera de ellas.