A mi parecer, esta es una gran noticia. Girard-Perregaux presenta un Cat’s Eye con caja de acero y además elimina cualquier rastro de diamantes en la esfera. Recordemos que hasta ahora, el Cat’s Eye solo estaba disponible con caja de oro rosa u oro gris y que en todas sus variantes contaba con brillantes engastados en su esfera.
En diversas ocasiones he expresado mi disconformidad con la tendencia permanente del sector en pensar que los relojes de alta gama para mujer tienen que ser de oro y estar inundados de brillantes. Esta puede ser una solución coherente para un reloj dedicado a eventos nocturnos de mucho empaque, pero totalmente incoherente para el día a día de cualquier profesional del género femenino.
Puede que sea la crisis económica que nos invade o puede que Girard-Perregaux tenga en cuenta estos parámetros. La cuestión es que por fin las compradoras femeninas tienen a su disposición un reloj mecánico del más alto nivel con caja de acero. El paso que aun falta por dar es eliminar los brillantes que aun permanecen engastados en el bisel. En este sentido Girard-Perregaux se ha equiparado con Patek Philippe, que en su momento decidió ofrecer algunas variantes de su Aquanaut y Nautilus femeninos con caja de acero, pero manteniendo en cualquier caso los brillantes en el bisel.
Además de la caja de acero y la eliminación de brillantes en la esfera, este nuevo Cat’s Eye incorpora otras novedades, especialmente en lo que concierne al diseño de la esfera. Acorde con el nuevo pensamiento funcional, por primera vez el Cat’s Eye nos ofrece índices aplicados convencionales en lugar de brillantes. Para mayor precisión en su legibilidad también se eliminan el 6, el 9 y en algunos casos el 3, todos ellos de grandes dimensiones, que encontramos en todos los modelos de la actual colección. En este sentido solo se mantiene el 12.
Otro parámetro que se modifica es el tamaño de la caja, que incrementa su diámetro hasta los 37.95 x 32.95 mm. Esta es también una decisión que considero coherente y que se aparta del prejuicio de que los relojes para mujeres tengan que ser diminutos.
Además de las indicaciones de horas, minutos, segundos y fechador, el nuevo Cat’s Eye nos ofrece la indicación de reserva de marcha, en una curiosa disposición ubicada en la zona inferior derecha de la esfera. Los índices parecen ser unas estrella que Girard-Perregaux debe considerar muy femeninas. El distinto tamaño y su disposición arbitraria, sin regularidad alguna, hacen imposible conocer cual es el nivel de carga que indica la pequeña aguja. Supongo que cuando la aguja apunta a las 12 significa plena carga y a medida que va descendiendo en sentido horario la carga disminuye. Es decir, que más que índices, las estrellas son meramente decorativas.
Como podemos observar en las imágenes, el nuevo Cat’s Eye de acero se ofrece en dos variantes de esfera. Una plateada y otra con una tonalidad que Girard-Perregaux denomina «champagne». Aunque esto no se aprecie en las imágenes de que disponemos, el fondo de la caja es de cristal de zafiro, lo que permite observar el movimiento de carga automática, calibre GP03300-0070.
Este nuevo Cat’s Eye es otra muestra de la significativa y positiva evolución que están sufriendo la mayoría de colecciones de Girard-Perregaux. En cuanto a los relojes femeninos, este también es un paso importante en relojes mecánicos de alto nivel para uso diario, aunque una variante sin engastes en el bisel redondearía la oferta.