A menos de 4 semanas para que Baselworld 2013 abra sus puertas, Girard-Perregaux desvela lo que, salvo sorpresa mayúscula, será una de sus novedades más importantes que presentará en el salón suizo: la nueva colección Traveller. Por ello, a pesar de que se trata de un avance de las novedades de la feria, no utilizo el típico prefijo pre-Basel en el título, pues normalmente las novedades de esta magnitud se guardan celosamente en secreto hasta que la feria abre sus puertas.
¿Porqué es tan importante esta novedad?… porque significa la desaparición de la que probablemente ha sido la gama de relojes más importante para Girard-Perregaux en la última década: los ww.tc. Ahora ya puedo reconocer que hace meses que en watch-test conocíamos esta novedad, pues nos fue confiada (bajo secreto sumarísimo) en nuestra visita a la manufactura Girard-Perregaux, donde incluso pudimos ver los bocetos y los primeros prototipos de esta colección Traveller.
Este conocimiento privilegiado me llevó a adquirir de inmediato uno de los ww.tc, que ahora tendremos que denominar «clásicos». Este impulso no obedeció, ni mucho menos a motivos especulativos, sino al pánico de quedarme sin uno de mis relojes «fetiche».
Casi todos los aficionados pensamos que hay una serie de relojes que nunca desaparecerán y que siempre estaremos a tiempo de adquirirlos si nuestro bolsillo lo permite. En mi caso, siempre han sido el Nautilus de Patek Philippe, el Speedmaster Professional de Omega y el ww.tc de Girard-Perregaux. Espero que no ocurra lo mismo con los dos primeros y me de tiempo a recuperarme.
Volviendo al tema que nos ocupa, y para ser exactos, el ww.tc no desaparece en términos absolutos. Lo que sufre es una importante transformación o evolución, y pasa a formar parte de una nueva colección que Girard-Perregaux denomina Traveller, con el nombre de Traveller ww.tc. En esta misma colección también se integrará un reloj totalmente nuevo, el Traveller Gran Fecha y Fases Lunares, que a mi modo de ver es una derivación, aunque lejana, del Laureato, modelo que ya os adelanto también va a desaparecer.
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Traveller ww.tc
Tras una primera impresión al ver el nuevo Traveller ww.tc, muchos pensaréis que exagero y que varía poco con el anterior, pero os aseguro que difieren y mucho, por lo menos en una serie de detalles que en mi opinión modifican totalmente el carácter de este reloj. No es un cambio ni a mejor ni a peor, es simplemente una transformación de filosofía.
La geometría de su caja se rediseña y aumenta en 1 mm el diámetro de su ya predecesor, pero este no es para mi el factor determinante. Sí lo son, tanto la forma del bisel, que pasa de redondo a plano, como la adición de una antes inexistente protección lateral de la corona, que a su vez también cuenta con un diseño totalmente nuevo.
La esfera permanece prácticamente invariable, con la misma ubicación para las indicaciones del cronógrafo y con anillos casi idénticos para las indicaciones de las horas mundiales. Pero hay un elemento que es totalmente distinto en su geometría, como son las agujas centrales de horas y minutos. En la misma esfera también hay variaciones de carácter muy menor, como puede ser la fuente de la letra de las ciudades, el diseño de los contadores, la ausencia del nº 12, o el grabado del fondo, pero dado que a lo largo de los años se han presentado innumerables variantes del ww.tc que afectan a estos elementos, y que seguro ocurrirá lo mismo con el nuevo modelo, no las considero determinantes.
Si el anterior ww.tc, por lo menos en mi opinión, era un reloj con una imagen muy polivalente, que encajaba igual de bien en un ambiente formal que en uno casual, estos cambios que he detallado convierten al nuevo Traveller ww.tc en un reloj de carácter mucho más deportivo. Es decir, si trazáramos una línea con una escala del 1 al 10, cuyo extremo izquierdo correspondería a un reloj totalmente clásico y elegante, mientras que el extremo derecho sería uno extremadamente deportivo, el ww.tc ha pasado de un 3 a un 8.
El movimiento que equipa al Traveller ww.tc sigue siendo el mismo calibre GP 3300-084. Como de momento no disponemos de imágenes de dicho calibre ni de la parte trasera del reloj, desconozco si se le ha aplicado algún tipo de modificación decorativa o estética, por lo que tendremos que esperar a Basel para conocerlo.
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Traveller Gran Fecha y Fases Lunares
Esta es la denominación, ciertamente poco atractiva, que de momento Girard-Perregaux da a este segundo miembro de la nueva colección Traveller. Más que un nombre es una descripción de sus complicaciones, aunque se obvia una que es la indicación de reserva de marcha. Por tanto, estamos ante un reloj con tres complicación, que aunque básicas en su esencia, en conjunto conforman un reloj ciertamente complicado y también práctico.
Para ser sincero, no veo demasiada relación en estas indicaciones con respecto a un reloj típicamente de viajero, ya que carece de la fundamental que es el segundo huso horario, o de forma más compleja, tal como aporta su compañero de colección, las horas mundiales. De hecho, a simple vista, creo que lo único que comparten estos dos nuevos relojes, además de las agujas centrales, es la geometría y el tamaño de la caja.
Como ya he comentado al inicio, hay algunos elementos que me recuerdan al Laureato, en concreto el bisel interno inclinado y el indicador de las fases lunares. Pero es que precisamente el Laureato Evo contaba con exactamente las mismas tres indicaciones que este Traveller y además estaban ubicadas en la misma posición. Por tanto, tampoco es sorpresa que el movimiento que los equipa sea el mismo, una de las muchas variantes del calibre 3300.
Como de las imágenes no se pueden extraer conclusiones fiables, ni tampoco puedo tomar como referencia los bocetos y prototipos que vimos en la manufactura Girard-Perregaux, esperaré a poder observar en mano y con detenimiento estos nuevos Traveller, lo que probablemente inducirá a un análisis en profundidad de estos dos primeros miembros de la nueva colección Traveller de Girard-Perregaux.
He repetido en diversos artículos sobre Girard-Perregaux el tremendo cambio en todos los ámbitos, y siempre en sentido positivo, que está experimentando la bicentenaria firma de La Chaux-de-Fonds. Lo hemos constatado en el dinamismo de su política de comunicación y especialmente en la total renovación y reorganización de la mayoría de sus colecciones. Prueba de ello, además de esta colección Traveller, es la muy reciente colección Hawk y los diversos nuevos modelos de su gama clásica, especialmente la 1966. Pero no creáis que esto queda aquí, y os conmino a que estéis atentos esta tarde, alrededor de las 16:00 horas, cuando Jordi publicará un artículo sobre otra novedad de tremendo calado (que también conocíamos y manteníamos en obligado secreto), que no solo será de gran impacto para Girard-Perregaux, sino también para el mundo de la Alta Relojería en general.
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