¿Os parece raros los números 11-153 en el nombre de este reloj? Sin duda lo son, pero lo he simplificado bastante, pues siendo estricto debería escribir la referencia completa, que es 49805-11-153-BA6A. Todos los relojes, además de su nombre, tienen una referencia alfa-numérica similar y casi nunca lo publicamos. ¿Porqué entonces la excepción en este nuevo ww.tc de Girard-Perregaux? Porque es el único modo de definirlo y diferenciarlo de las actuales y anteriores variantes de este icónico modelo de la manufactura de la Chaux-de-Fonds.
En cualquier reloj Girard-Perregaux el número 11 significa que su caja está realizada en acero. El código 153 hace referencia a una combinación concreta de colores, tipo de índices y de agujas en su esfera. Completando la referencia, el 49805 se refiere a la geometría de la caja y el BA6A al tipo, color y material de su pulsera. En esta nueva variante del ww.tc (World Wide Time Control) su identidad viene marcada por la combinación de colores de su esfera y por utilizar una caja de acero.
La particularidad de este nuevo ww.tc es la combinación tonal de su característica esfera implantada en tres niveles. En ella, tanto el anillo de las ciudades que representan los 24 husos horarios como la parte central que ubica los índices de la hora local, están realizados en tono plateado. Por contra y en contraste absoluto, los contadores del cronógrafo y el pequeño segundero son de color negro.
Según Girard-Perregaux la finalidad que se persigue con esta combinación tan contrastada es diferenciar visualmente al máximo las funciones de este ww.tc. Y desde luego es innegable que lo consigue, aunque a costa de disminuir la percepción visual, que no física, del tamaño de los contadores. El segundo anillo, el que nos indica la hora de los 24 husos horarios, también recurre a este contraste de colores para diferenciar las horas diurnas de las nocturnas.
Otra de las peculiaridades de este ww.tc Chronograph son sus agujas. Tradicionalmente la mayoría de variantes de este reloj utilizan unas agujas con el diseño denominado “hoja”, aunque en los últimos años, Girard-Perregaux ha implantado en algunos modelos unas agujas en forma de bastón o rectilíneas. Este nuevo ww.tc pertenece al último grupo, recurriendo además a unos índices también rectilíneos en lugar de los más característicos de este reloj que son redondos.
Puede parecer una nimiedad, pero con solo este simple cambio de agujas e índices la personalidad del ww.tc se transforma totalmente. Con el diseño tradicional desprende una imagen de reloj elegante y complejo. Con las formas rectangulares adquiere un carácter acusadamente deportivo. Esto es una gran ventaja para el futuro comprador de este reloj, pues puede optar por una u otra versión con el fin de complementar adecuadamente el resto de relojes de su colección. Además, el hecho de que podamos elegir el ww.tc en versiones de acero o titanio, mucho más asequibles que las variantes de oro o platino, hacen de este reloj una de las mejores opciones en cuanto a relación calidad precio del mercado.
Un reloj como el ww.tc de Girard Perregaux da para llenar muchas páginas. De hecho, Osvaldo Patrizzi, el prestigioso experto en relojería y fundador de Antiquorum, recientemente ha publicado una guia de 335 páginas sobre el ww.tc dentro de su colección «The Patrizzi Pocket Expert». En noviembre del año pasado Jordi Colomé publico un extenso test sobre este reloj. Además, el mismo Jordi está preparando un artículo sobre la historia y evolución de este icónico ww.tc.
Por todo ello, no me extenderé más. Solo finalizar apuntando que prácticamente todas las marcas han añadido, especialmente en los últimos años, algún reloj con función de horas mundiales en su catálogo. Pero de todos ellos, en mi opinión, solo hay dos que hayan alcanzado el estatus de icónicos. Uno es el 5130 de Patek Philippe, el otro es este ww.tc de Girard-Perregaux. Creo que con esto ya está todo dicho.