La exquisita feminidad de Girard-Perregaux
Cat’s Eye Tourbillon Gold Bridge, esta es la novedad que Girard-Perregaux presenta a dos pasos del inicio de las Navidades y que personalmente, considero es una de las piezas femeninas más espectaculares a la vez que elegantes y atractivas de los últimos tiempos. Aunque admiro la complejidad del engastado en las cajas de los guardatiempos, más aun después de haberlo intentado personalmente y comprobar que cualquier dificultad imaginada en la realización de la tarea no se aproximaba lo más mínimo a la destreza necesaria que precisan los engastadores, no es nada nuevo puesto que lo he repetido en más de una ocasión que no soy amante de las cajas que lucen los diamantes en sus elementos. Así pues, y desde mi punto de vista, doble éxito de Girard-Perregaux con esta nueva pieza perteneciente a la línea Cat’s Eye.
A la vista de las imágenes que la manufactura suministra con el kit de prensa pocas palabras más se me ocurren que espectacular. Tampoco me preguntéis qué es lo que veo en concreto en este reloj que justifique mis palabras en términos objetivos. Sin lugar a dudas, se trata de una de aquellas ocasiones tan ansiadas por cualquier comprador o coleccionista en las que, asumida la calidad del producto, se produce una atracción a primera vista, una atracción que en el caso de disponer de los fondos necesarios tiene un elevado porcentaje de posibilidades de acabar en compra. Por cierto, en este caso concreto será necesaria la inversión de 169.000 € para la adquisición de una de estas piezas.
Con unas dimensiones de 37,30 x 32,20 mm y manufacturada en oro blanco, la caja de este Cat’s Eye mantiene la forma elíptica característica de la Colección, esta vez con el eje mayor en línea con la correa que permite asir el reloj a la muñeca y que está fabricada en piel de aligátor de color rojo con un cierre desplegable en oro blanco. El engaste de la caja es completo ya que bisel, carrura y asas están ocupados por 293 diamantes talla brillante, acompañados por uno de talla rosa en la corona y 14 adicionales de talla brillante en el cierre de la correa. Con cada reloj se entrega una segunda correa, también en piel de aligátor, de color negro en este caso.
Pocos materiales para el dial se hubieran adaptado mejor que el nácar blanco natural a esta combinación de caja, un nácar que reproduce un motivo floral en relieve con acabado pulido manual. Las agujas de horas y minutos, en forma de hoja y manufacturadas en el mismo material que la caja, apuntan al perímetro de la esfera que carece de índice alguno, ya sea horario o de minutos, ya que han sido sacrificados en pos de mantener la decoración. Por este mismo motivo, el logo de Girard-Perregaux se encuentra grabado sobre el zafiro que cubre la esfera en lugar de transferido sobre el dial que sería lo habitual.
A las 6 una impecable abertura en la esfera deja a la vista el tourbillon soportado por un puente de oro blanco grabado manualmente y que alberga, a su vez, al pequeño segundero del movimiento implementado mediante una aguja pavonada. Toda la majestuosidad del calibre de remonte manual GP09700-0012 queda pues a la vista y se suma a los muchos atractivos que presenta este Cat’s Eye que, latiendo a una frecuencia de 3 Hz presenta un considerable valor de reserva de marcha de 70 horas.