TEST – Girard-Perregaux Tri-Axial Tourbillon.
La osadía de Girard-Perregaux, en el buen sentido de la palabra, parece no tener límites, y es que si con el lanzamiento del Neo-Tourbillon la manufactura realizaba un ejercicio de perfecta simbiosis entre lo vanguardista y lo más anclado a la artesanía de los orígenes de la marca y de la Alta Relojería en general, con este nuevo Tri-Axial Tourbillon esta marca de La Chaux-de-Fonds abandona todo convencionalismo posible y leva anclas para crear una pieza cuya apariencia rompe los moldes establecidos a nivel estético durante sus más de 220 años de historia. ¿Retro-futurista? Es ciertamente difícil encontrar un sólo término que logre identificar lo que este guardatiempos me transmite a primera vista, sobre lo que no albergo duda alguna es al afirmar que se trata de una pieza excepcional a nivel mecánico y que, en su diseño, bien podría hacer que la consideráramos dentro del apartado que en Watch-Test nos gusta denominar «Relojes Vanguardistas». Un mar de conceptos encontrados que por su naturaleza son diametralmente opuestos.
Como muchos de vosotros ya habréis intuido por la simple lectura del nombre de este guardatiempos el Tourbillon Tri-Axial se producirá en una Edición Limitada a 10 unidades en caja de oro rosa, lo que la convertirá en una pieza reservada a los coleccionistas. Precisamente sobre la morfología de la caja, que presenta unas dimensiones realmente considerables con sus 48 mm de diámetro, los más observadores habréis podido detectar que tiene un alto parecido con la que Girard-Perregaux presentó su Neo-Tourbillon y que luce una carrura realmente atípica debido a su pronunciado abombamiento coronada en los dos polos por una asas que tienden a desviarse hacia el exterior. La principal diferencia en lo que a más que a forma a elementos se refiere, radica en el hecho de que este guardatiempos recupera el bisel del continente, de forma convexa igual que la carrura y que el Neo-Tourbillon había eliminado para apoyar directamente el zafiro sobre esta.
Un segundo detalle ciertamente peculiar y elemento poco habitual en las cajas de los relojes, es la abertura lateral practicada en la carrura y cubierta con cristal de zafiro toroidal que permite la no menos atípica visión lateral del calibre que late en el interior de este Tourbillon Tri-Axial. Un punto de vista privilegiado para ser testigo del hipnotizante movimiento del órgano regulador en su giro sobre tres ejes espaciales.
El cristal de zafiro abombado, con el domo que cubre la posición del tourbillon, contribuye con muchos enteros al atractivo y atípico aspecto de este guardatiempos cuya imagen, personalmente, me recuerda a ciertas imágenes de la película Metrópolis, considerada como Memoria del Mundo por la Unesco y dirigida por Fritz Lang en el año 1927.
Tampoco el dial sigue los códigos estandarizados en la manufactura y se adentra en nuevas experiencias para ofrecer una distribución completamente asimétrica, un juego de curvas ciertamente curioso que se entrelaza para integrar perfectamente las indicaciones con el gran protagonista de esta esfera: el tourbillon de tres ejes. Siendo el color gris antracita el predominante en el fondo, a la altura de la 1:30 se ubica un dial destinado a albergar las indicaciones de horas y minutos. Con una decoración «Clous de Paris», numerales arábigos en oro rosa aplicados en las posiciones de cuartos e índices del tipo bastón también aplicados, en antracita en este caso, para el resto de posiciones horarias, las horas y minutos se indican gracias a dos agujas del tipo dauphine, biseladas, esqueletizadas y manufacturadas en oro rosa.
Girard-Perregaux demuestra una coherencia absoluta en cierto aspecto que en Watch-Test siempre consideramos de vital importancia en un reloj, máxime si se trata de una pieza que alberga un calibre cuya principal virtud es la precisión: la legibilidad. En este caso, los relojeros de la manufactura no la sacrifican en pos del diseño como tantas veces sucede en piezas de este tipo y no han dudado a la hora de implementar un delgado anillo perimetral al dial subsidiario de horas y minutos que alberga una discreta escala de índices en tipo bastón transferidos sobre la que se puede realizar cómoda y fácilmente la lectura de los minutos. Desde la posición de las 6 de este subdial y hasta la homóloga de la esfera principal se extiende un delgado arco en color negro, sobre el que se representan una serie de líneas a la que apunta una pequeña aguja tan solo visible en su extremo y que responde a la construcción del indicador de reserva de marcha.
A las 9 y ocupando la práctica totalidad del hemisferio izquierdo del reloj se levanta el espectacular domo de zafiro, una cúpula cuya necesidad ha venido impuesta por el volumen del tourbillon tri-axial al que protege y cuya visión es, sencillamente, hipnótica y espectacular.
El corazón mecánico de esta pieza responde a la referencia GP09300-0001, un calibre de remonte manual que, con una frecuencia de oscilación del volante de 21.600 alternancias por hora (3 Hz) ofrece una reserva de marcha de 52 horas. Integrado por un total de 317 componentes, de los cuales 34 son rubíes, las dimensiones de esta obra de arte de la micromecánica son de 36,10 mm de diámetro – el equivalente a 16»’ – con un espesor realmente atípico de 16,83 mm.
Con un total de 140 componentes confinados en una esfera de 13,78 mm de diámetro y cuyo peso es de 1,24 gramos, el tourbillon tri-axial está formado por un tourbillon tradicional de un minuto integrado en una estructura que, a su vez, realiza una rotación completa alrededor de un segundo eje cada 30 segundos. El conjunto de ambos sistemas se engloba a la vez en un tercer y definitivo dispositivo que gira sobre el tercero de los ejes a razón de una vuelta cada dos minutos.
Así pues y en este intervalo de tiempo de 2 minutos se suceden una serie de rotaciones anidadas – 1 giro del sistema completo, 4 giros sobre el segundo eje y 2 del tourbillon tradicional – cuya única, exclusiva y loable función es perseguir la máxima precisión en la marcha del guardatiempos.
El conjunto de esta extraordinaria pieza ofrece una estanqueidad al agua más que adecuada considerando el tipo de reloj del que estamos hablando de 30 metros y se completa con una correa manufacturada en piel de aligátor en color negro y cosida a mano con un cierre del tipo desplegable en oro rosa.
Pros.
- Complejidad mecánica del calibre.
- Precisión.
- Calidad de todos y cada uno de los acabados.
- Diseño.
- …
Contras.
Lo cierto es que los puntos suspensivos que me he atrevido a incluir en el último apartado de los Pros lo dice todo en lo que a mi opinión respecta. Es realmente complicado el poder tasar en estos parámetros una pieza como este Tourbillon Tri-Axial cuya excelencia queda fuera de toda duda y sobre el que pocos puntos débiles pueden objetarse. De todos modos y en aras de nuestro espíritu de crítica siempre constructiva y aún teniendo en cuenta que muy probablemente nunca será un factor determinante que condicione la adquisición de este tipo de piezas, podríamos mentar en este apartado la comodidad en el uso del reloj.
48 mm de diámetro no son aptos para todas las muñecas, más si tenemos en cuenta que el espesor del calibre es de 16,83 mm a los que, sumándoles el espacio necesario para la caja, más el domo de zafiro que cubre al tourbillon conducirán a una altura del conjunto más que considerable y a todas luces muy difícil de ubicar por debajo del puño de nuestra camisa.