7 días con … Glashütte Original Senator Chronograph Panorama Date.
Recuperamos aquí un artículo en el que os relatamos nuestros siete días con el Senator Chronograph Panorama Date de Glashütte Original.
2014 fue el año que vio nacer el Calibre 37-01 de Glashütte Original, el primer movimiento de cronógrafo integrado de la manufactura que se convertiría en el corazón del también nuevo Senator Chronograph Panorama Date en sus dos versiones iniciales, una de ellas albergada en una caja de platino y, la otra, de oro rojo. Tres años después, el Salón de Basilea de 2017 era testigo del lanzamiento de la tercera referencia de este guardatiempos, esta vez confinado en una caja de acero, que acercaba la excelencia de este reloj a un espectro de bolsillos más amplio.
Durante una semana tuvimos la oportunidad de llevarlo en la muñeca. Siete días durante los que analizamos todos y cada uno de sus aspectos incluyendo las sensaciones personales que nos transmitió.
El Calibre 37-01.
Para ponernos en situación empezaremos hablando del aspecto más técnico de este Senator Chronograph Panorama Date. La situación lo exige ya que, al contrario de lo que sucede en otras ocasiones en las que una nueva pieza alberga alguno de los movimientos ya existentes, este responde a uno de los cada vez más escasos casos en los que el desarrollo de un nuevo calibre precede al guardatiempos.
Además, Glashütte Original renuncia a una práctica que suele ser habitual y que consiste en montar una variante distinta de un mismo movimiento en función del material de la caja. Las diferencias entre estas variantes, cuando se dan, responden principalmente a dos aspectos: el primero de ellos consiste en el material utilizado en ciertos componentes del movimiento como la masa oscilante, en tanto que el segundo suele localizarse en el nivel de los acabados. No es el caso, el Senator Chronograph Panorama Date en caja de acero late gracias al mismo Calibre 37-01, y así nos lo indica la segunda parte de su codificación, que sus hermanos de colección que toman el platino y el oro rojo para la construcción de sus cajas.
Se trata de un movimiento de cronógrafo integrado – gobernado por una rueda de pilares y con acoplamiento por piñón deslizante – con función flyback y remonte automático que oscila a una frecuencia de 4 Hz (28.800 alternancias por hora) entregando una excelente reserva de marcha de 70 horas gracias a un único barrilete. Las indicaciones de fecha panorámica y reserva de marcha completan la lista de lecturas que el Calibre 37-01 permite llevar a la esfera del Senator Chronograph Panorama Date.
La caja.
Las dimensiones de la caja de este Senator Chronograph Panorama Date son generosas, sin llegar a contundentes, convirtiéndolo en un un reloj con una polivalencia considerable. Sus 42 mm de diámetro son aceptables en prácticamente cualquier situación, en tanto que sus 14,6 mm de altura limitan en cierto modo su carácter más de vestir en aquellas ocasiones en las que sea necesario enfundarnos en un traje. El peso es más que correcto puesto que no es excesivo y la morfología de la caja ayuda a que esta no cabecee incluso en muñecas pequeñas como la mía.
Los acabados, impecables, combinan el pulido del delgado y escalonado bisel (unos 2,6 mm) y anillo de la trasera con el satinado de la carrura. El fondo de la caja va fijado con 5 tornillos y su parte central está ocupada por un disco de zafiro que revela la mecánica del movimiento.
La carrura de la esta caja es, como resulta habitual, la responsable de albergar los elementos de manipulación del reloj. La corona, acanalada y con un diámetro ciertamente reducido, es del tipo roscado y tiene tres posiciones: la primera de ellas, en posición roscada, bloquea su manipulación a la vez que garantiza los 10 bar (100 metros) de estanqueidad del conjunto, la segunda, desenroscada, permite remontar el reloj de forma manual en el caso de que el tiempo en el que no se ha usado haya superado la reserva de marcha de 70 horas. Finalmente la tercera, que responde a extraer ligeramente la corona, permite la sincronización de horas y minutos implementando la siempre útil parada del segundero. La acción de desenroscar la corona, así como la de remonte y sincronización son cómodas y fáciles de usar – extraordinariamente buena la sensibilidad en el desplazamiento de las agujas y la precisión con la que estas se mueven en la puesta en hora – en tanto que la de enroscar se vuelve ligeramente más difícil debido al tamaño de la corona.
A las dos y a las cuatro, posiciones habituales, se sitúan los pulsadores del cronógrafo de forma rectangular y con esquinas curvas, presentando un acabado pulido que contrasta de manera excelente con el satinado de la carrura. De nuevo, ambos elementos gozan de un tamaño muy contenido pero suficiente para su buena activación. El pulsador de las dos asume la función de puesta en marcha y paro en tanto que el situado a las cuatro responde a la función de flyback – si al activarlo el crono está en funcionamiento – o de vuelta a cero si previamente se ha detenido el contaje. El tacto de ambos pulsadores es suave en sus acciones, ofreciendo algo más de resistencia el de arranque de la función. Finalmente, a las diez, se ubica el pulsador encastrado que permite la corrección rápida de la fecha panorámica.
La correa.
Antes de hablar de la esfera y sus indicaciones lo haremos de la correa que, desde mi punto de vista, va estrechamente ligada a la caja puesto que de la combinación de ambas depende, en gran medida, la comodidad de uso del guardatiempos.
De las tres opciones disponibles que al respecto de este elemento presenta este Senator Chronograph – correa de piel de becerro, de caucho, o brazalete de acero -, hemos probado la primera de ellas. Estéticamente, el negro de la piel, ligeramente grabada, y el pespunte azul de los laterales combina de manera perfecta con el color de fondo de la esfera y el tratamiento luminiscente aplicado a algunos de sus elementos. La piel es razonablemente blanda por lo que no ejerce la incómoda y molesta presión inicial sobre los laterales de la muñeca. Las opciones en lo que respecta al cierre de este tipo de correa (y que se repiten para la correa de caucho) son del tipo hebilla y del tipo desplegable, esta última a su vez ofrecida en versiones de cierre estándar o corto. El modelo que hemos probado incorporaba desplegable estándar, aun así y teniendo en cuenta mi muñeca, la comodidad es elevada y se hubiera visto aumentada con el desplegable corto.
Materiales y configuración aparte, Glashütte tiene el detalle de montar sus correas con cierre desplegable invirtiendo el orden natural de sus dos partes, es decir, habitualmente la parte de la correa que monta la hebilla o el cierre es la situada a las 12, pues bien, en estos casos se monta a la 6 y con ello se consigue que la parte metálica más larga del desplegable quede situada en la zona inferior externa de la muñeca minimizando las molestias. Los agujeros practicados de inicio en la correa son suficientes para adaptarse a un alto rango de diámetros de muñeca, en tanto que la parte del cierre renuncia a los pulsadores laterales que facilitan la operación de quitarse el reloj. El sistema utilizado es por presión lo que, en ocasiones, hace un tanto difícil la operación.
La esfera.
Con un exquisito fondo barnizado en negro mate – lo que se agradece enormemente en el momento de la lectura – la esfera de este Senator es toda una demostración de proporciones y legibilidad. Lindando con el bisel, lo primero que nos encontramos es una escala – sobre la que se apoyan los extremos de las agujas de minutos del tiempo base y de la trotadora central de los segundos del crono – transferida en un color blanco que ofrece un contraste que favorece de manera excelente la precisa lectura de ambas indicaciones. Las posiciones múltiplos de cinco minutos se refuerzan por discretos numerales arábigos en el radio interno de la escala, también en blanco, acompañados en el externo por pequeños índices rectangulares de bordes blancos e interior recubierto de Super-LumiNova azul. Adicionalmente, las posiciones horarias están reforzadas por generosos índices de tipo bastón – ligeramente trapezoidales – sustituidos por dos grandes numerales romanos a las doce y a las seis. Todos ellos repiten la configuración de perímetro transferido en blanco con superficie interna recubierta de tratamiento luminiscente. Las agujas de horas y minutos están manufacturadas en oro blanco y presentan morfología lanceada, en tanto que la correspondiente al contador de segundos es, en aras de optimizar la lectura, de una delgadez extrema con el logo de la doble G de la manufactura a modo de contrapeso. Las tres repiten el tratamiento con Super-LumiNova azul.
Los tres diales subsidiarios que ocupan el interior de la esfera principal en ligero bajorelieve, mantienen la combinación cromática y los acabados, siendo objeto de mayor protagonismo gracias a un mayor diámetro los ubicados a izquierda y derecha del eje central. El primero, a la izquierda, es el responsable de conducir el pequeño segundero acompañado por la indicación de la reserva de marcha. Esta última presenta una configuración cuya poca habitualidad es directamente proporcional a su inteligencia. Si bien se renuncia a la representación de valores numéricos, la información que ofrece es clara a la vez que permite economizar el espacio de otras más habituales y, por tanto, contribuir a la nitidez de la esfera.
Consiste en una discreta ventana en forma de arco abierta en el cuadrante superior izquierdo del subdial cuyo color es totalmente negro (lo que contribuye a que pase desapercibido) a plena carga y se va tornando blanco de derecha a izquierda a medida que la energía acumulada disminuye (el contraste blanco-negro transmite una percepción visual de la información). A la derecha y repitiendo dimensiones nos encontramos con el contador de 30 minutos del cronógrafo. Generoso y nítido ofrece una lectura excelente gracias al salto semi-instantáneo de la aguja, esto es, empieza el salto a falta de unos tres segundos antes de que finalice el minuto en curso contribuyendo a eliminar cualquier ambigüedad en la lectura.
Finalmente, a las doce, el contador de doce horas del cronógrafo, esta vez con aguja de desplazamiento progresivo, compensa de manera perfecta a la fecha panorámica que ocupa la posición de las seis. A la ya de por sí perfección en la ejecución de este tipo de fecha a la que nos tiene acostumbrados Glashütte Original, se le añade el hecho de que esta vez se implementa con numerales blancos sobre fondo negro, el mismo que el correspondiente a la esfera, cuya combinación hace que sea prácticamente imposible discernir no sólo entre los discos de decenas y unidades de la indicación, sino también entre la esfera y la ventana.
En conjunto se trata de una esfera excelente con una facilidad de lectura envidiable, proporcionada y nítida. La Super-LumiNova aplicada posee una potente emisión de luz que hace que no sea necesaria una oscuridad severa para que entre en acción. Incluso en ambientes con un nivel de iluminación adecuado para la lectura de la esfera, esta sustancia luminiscente se hace notar ofreciendo un atractivo contraste.
Cronometría.
Uno de los seguimientos imperativos que hemos realizado sobre el Senator Chronograph Panorama Date ha sido el correspondiente a su cronometría. Y sus resultados han sido notablemente satisfactorios.
La desviación total experimentada por el reloj durante estos siete días ha sido de un avance de 12 segundos, es decir, aproximadamente 1,7 segundos por día lo que lo situaría – si nos refiriéramos al COSC – prácticamente en el centro de la horquilla limitada por los sabidos -4/+6 segundos. Punto adicional a favor es el que supone que, tanto en las mediciones parciales como en la acumulada, la desviación siempre ha sido en avance y nunca en retraso.
Si tratamos de manera separada los intervalos de uso de los de reposo, concluimos a la vista de los resultados que el avance medio diario ha sido de 1,8 segundos (uso) y de 1,6 segundos en reposo. Al respecto de las posiciones testadas de reposo – por la noche – las desviaciones son bastante homogéneas: + 2 segundos en las posiciones de dial abajo y corona abajo, + 1 segundo en la posición de corona arriba y, finalmente, de + 1,5 segundos con el dial arriba.
No hay que olvidar que, sobretodo en lo que concierne a las desviaciones durante el uso del guardatiempos, las mediciones pueden variar en función de la actividad física habitual y diaria de cada uno. No obstante y vista la linealidad de los resultados, es lícito deducir que estas desviaciones serían fácilmente minoradas con un ajuste correcto.
Conclusiones.
El Senator Chronograph Panorama Date en caja de acero de Glashütte Original es, sin lugar a dudas, una pieza a tener muy en cuenta incluso para aquellos que piensen en tener un único reloj en su haber. El acero empleado en la construcción de la caja aporta discreción a la vez que reduce considerablemente el precio de sus hermanos albergados en cajas de materiales nobles.
Esta discreción extendida a polivalencia se ve perfectamente complementada por la tonalidad negro mate de la esfera y el contraste perfecto ofrecido con el toque azul del material luminiscente aplicado en índices y agujas.
A las bondades anteriores se les debe añadir la comodidad de uso, fruto de la combinación de un peso adecuado, de la morfología de la caja y de la correa montada. En el caso de decidirnos por una de las versiones en correa de piel de becerro o de caucho con cierre desplegable, es de suma importancia elegir bien entre las dos opciones del longitud disponibles. La referencia con brazalete metálico aumenta inevitablemente el peso del conjunto, por lo que hay que tenerlo en cuenta en el caso de que nos queramos decantar por esta opción.
Al respecto de la correa de caucho y por contemplar todas las consecuencias, si bien aumenta la versatilidad del reloj dada la ventaja de poderlo sumergir en el agua sin el inconveniente del deterioro implícito a la correa de piel, reduce la polivalencia en el caso de que deseemos utilizarlo como reloj “de vestir”. Si bien es cierto que podemos tener las dos y cambiarlas a voluntad, este guardatiempos no implementa un cambio rápido de correa, por lo que si no somos hábiles en estos menesteres será necesario acudir al relojero para cada uno de los cambios. Poco práctico.
La legibilidad de las indicaciones es excelente – fácil, rápida e intuitiva – y la mecánica y comportamiento cronométrico del Calibre 37-01 fiable y digna de destacar. No olvidemos en ningún momento que se trata de un cronógrafo de construcción integrada con función flyback acompañado de fecha panorámica.
Por último, el precio, que puede considerarse como contenido por todo lo escrito, va desde los 13.800 € para las referencias con correa de piel de becerro o caucho, a los 15.000 € de la versión con brazalete de acero.