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Con este artículo iniciamos la revisión detallada de todas y cada una de las novedades presentadas por Glashütte Original durante la celebración de Baselworld 2012. Coincido plenamente con la opinión expresada por Enric en el artículo que, hace unos días, dedicaba a la manufactura germana en este evento. Y es que Glashütte acumula muchos años de buen hacer y, novedad tras novedad, demuestra de manera contínua que sin renunciar a su filosofía, no hace oídos sordos a lo que los aficionados esperan de ella.

Quizás la máxima expresión de todo ello sea el hecho de que se trata de una de las pocas manufacturas que utiliza el acero como material de fabricación en sus cajas para albergar movimientos de alta relojería. Motivos de preferencia por los distintos materiales a parte, lo que sí es indiscutible es que el uso del acero en lugar de cualquier material noble, disminuye el importe de la inversión a realizar, acercando de este modo las complicaciones relojeras a un mayor número de aficionados.
Este 2012 no ha sido la excepción y Glashütte Original ha vuelto a sorprendernos con una serie de novedades realmente atractivas a todos los niveles. De todas ellas, en mi opinión, la más destacable sin menospreciar ni de lejos al resto ha sido el nuevo Grande Cosmopolite Tourbillon.
Lo cierto es que se hace difícil elegir por donde se empieza un artículo cuando debemos hablar de un reloj que, como este, aúna complejidad mecánica y belleza estética a partes iguales. Lo cierto es que llevo largo rato observando las fotografías y leyendo una y otra vez la nota de prensa, y el reto consiste en haceros llegar las peculiaridades de esta pieza en toda su magnitud.

 

 

 

 

El Grande Cosmopolite Tourbillon integra tres complicaciones: calendario perpetuo, segundo huso horario y tourbillon; aunque me atrevería a decir que ninguna de ellas se implementa ni actúa de forma convencional y es que todas las funciones del calendario perpetuo se sincronizan con la función del segundo huso horario en un alarde de ingenio implementado por primera vez en un reloj mecánico.

Huso horario local.
Imaginemos que tenemos el inmenso placer de adquirir este guardatiempos. Llegamos a casa, abrimos la caja, lo sacamos de ella y nos disponemos a sincronizar todas sus indicaciones.

 

En primer lugar deberemos establecer la hora y los minutos de la hora de partida, es decir, la hora exacta correspondiente al huso de nuestro lugar de residencia habitual. Esta indicación se ubica en un dial subsidiario de 24 horas a las 6 y viene complementada por una indicación día/noche gracias a un anillo perimetral bicromático y con los numerales grabados en él. Una vez se ha fijado esta hora es el momento de indicarle al reloj en qué huso horario nos encontramos. Esta información la “introduciremos” seleccionando la ciudad correspondiente a nuestro huso en la ventanilla que corresponda de las dos existentes a la altura de las 8 en el dial. La ventanilla superior corresponde al horario de verano (DST) y la inferior al horario standard (STD). Así pues deberemos avanzar el anillo de las ciudades hasta que la que corresponde a nuestra franja horaria se sitúe en la ventanilla que corresponda según sea la estación del año en la que nos encontramos.

Una vez fijada la hora de nuestro lugar de residencia es el momento de seleccionar las correctas indicaciones del calendario perpetuo para ésta. Actuando sobre los distintos pulsadores estableceremos los valores correctos para cada indicador.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Entre las 2 y las 3 encontramos un dial subsidiario que contiene la información correspondiente a la indicación del año bisiesto y los meses del año. El círculo interior de este subdial representa el cuadrante correspondiente a la indicación del año bisiesto, a la vez que, un anillo perimetral ofrece la leyenda de los distintos meses del año.

Por debajo de este subdial y a la altura de las 4 nos encontramos con la indicación de la fecha, representada mediante la fecha panorámica característica de la manufactura germana.
Por último, a las 9, se localiza otro subdial que contiene dos indicaciones. La primera de ellas representada en una anillo perimetral corresponde a los días de la semana, mientras que la segunda que ocupa el centro del círculo corresponde a la indicación día/noche. Este indicación estará sincronizada con nuestra hora de residencia cuando ambos husos coincidan y al segundo huso horario cuando éste sea distinto a nuestra franja horaria habitual.

En cuanto al disco de las ciudades del Glashütte Original Grande Cosmopolite Tourbillon es importante remarcar una serie de aspectos que lo diferencian de la mayoría de guardatiempos que incorporan esta función. En este caso, los husos horarios corresponden a la totalidad de los existentes con un total de 37 incluyendo aquellos que respetan los desplazamientos distintos de una hora completa, como por ejemplo los de 30 minutos (Delhi) y los de 45 minutos (Eucla). Estos husos horarios se representan sobre el disco de ciudades siguiendo los códigos IATA de tres letras utilizados en los aeropuertos internacionales (FRA para Frankfurt am Main, LAX para Los Ángeles International, DXB para Dubai, …).

Inicialmente, el segundo huso horario está “desactivado” por lo que, obviamente, la indicación de horas y minutos que le corresponde y que se representa gracias a las dos agujas que tienen por eje el centro del dial principal, es la misma que la fijada para la hora local en el subdial de las 6.
Segundo huso horario.
Bien, en este punto somos los orgullosos poseedores de una de las 25 unidades que componen la Edición Limitada de esta pieza (sí amigos, he dicho Edición Limitada y he dicho 25 unidades) y ya la tenemos perfectamente sincronizada en todas sus indicaciones para nuestro lugar habitual de residencia.
Llega el momento de viajar y es ahora cuando seremos conscientes de la verdadera magnitud de la obra de arte mecánica que obra en nuestro poder. Y para ser conscientes de ello tan sólo nos hará falta actuar sobre la corona ubicada a la altura de las 2 en punto en la carrura.

Supongamos que estamos en cualquier lugar de España y nos disponemos a viajar a Dubai, es decir, hacia el Este (lo que podríamos considerar hacia adelante en el tiempo). Para fijar la hora correspondiente al huso horario de nuestro lugar de destino bastará girar la corona en el sentido de las agujas del reloj (en sentido contrario si nuestro viaje fuera hacia el Oeste). Al hacerlo, podremos observar como las dos agujas centrales iniciarán su movimiento hacia adelante al mismo tiempo que avanzará el disco de las ciudades. ¿Cuándo deberemos detenernos?. Pues, sencillamente, cuando veamos aparecer las siglas DXB correspondientes a Dubai en la ventanilla que corresponda DST o STD, según sea horario standard o de verano en nuestro destino. De este modo y en este preciso momento disponemos de la hora correcta en nuestro lugar de partida en el subdial de las 6 mientras que las agujas centrales nos informan de la hora correcta de nuestro lugar de destino.

¿Y dónde está ese ingenio mecánico del que hablábamos?. Desgraciadamente y como ya os habréis dado cuenta, ni vosotros ni yo tenemos la inmensa suerte de tener este guardatiempos en la mano y, es por eso, que nos ha pasado por alto. De haberlo podido disfrutar “en vivo” hubiéramos podido observar como, al avanzar en nuestro viaje hacia el Este por medio de la corona, absolutamente todas las indicaciones del calendario perpetuo se adaptan a nuestro nuevo huso horario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sí amigos, pongamos que nuestro viaje hacia el Este no es a Dubai sino lo suficiente lejos como para que suponga un día de diferencia. En este caso, al establecer el segundo huso horario, hasta cinco indicaciones del calendario podrían cambiar de manera automática. La increíble obra de micromecánica que esto supone sólo es alcanzable para manufacturas con un elevado bagaje y experiencia en el mundo de la alta relojería.

Claro queda que, al volver a España, deberíamos girar la corona en el sentido contrario a las agujas del reloj hasta que quedara el correcto huso horario en la ventanilla correspondiente. De este modo las dos horas indicadas por nuestro guardatiempos coincidirían y las indicaciones del calendario perpetuo corresponderían a las de nuestro lugar de residencia.
El Tourbillon.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero no acaba aquí la grandeza del Grande Cosmopolite Tourbillon y es que, como su nombre indica, a la altura de las 12 nos encontramos con esta complicación. Tampoco en este caso Glashütte se ha conformado con lo convencional y ha implementado un Tourbillon Volante de Minutos idéntico al desarrollado en el año 1920 por el maestro relojero de la manufactura, Alfred Helwig. La jaula del tourbillon alberga al pequeño segundero del movimiento base.

 

El calibre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El calibre que alberga este guardatiempos es el manufactura de remonte manual 89.01 con una frecuencia de oscilación del volante de 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y una reserva de marcha de 72 horas (3 días). Esta reserva de marcha se puede consultar gracias al indicador ubicado en la trasera del reloj. Las dimensiones de este calibre son de 39,2 mm de diámetro por 7,5 mm de altura.

El dial y la caja.
El dial del Grande Cosmopolite Tourbillon está fabricado en oro de 18K y acabado en color plateado. Los números son romanos en color negro y fresados mientras que los índices perimetrales son del tipo ferrocarril.
La caja, fabricada en platino, tiene un considerable diámetro de 48 mm con una altura, no menos importante aunque increíblemente contenida dadas las complicaciones que alberga, de 16 mm. La estanqueidad del conjunto es de 5 bar (50 metros), más que correcta dado el uso que se le supone a este reloj.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El fondo de la caja enmarca un cristal de zafiro antirreflectante que permite observar el calibre y el indicador de reserva de marcha antes mencionado.

Quizás como colofón a todo un conjunto de exquisiteces, Glashütte ha incorporado en el fondo de la caja, como protección del cristal de zafiro, una tapa del tipo “officer” también en platino y grabada por su parte interna con los 37 husos horarios, cada uno de ellos representado por el código IATA.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La correa está fabricada en piel negra de aligator de Louisiana con cierre desplegable de platino.

La presentación.
Por si fuera poco todo lo comentado hasta ahora, la manufactura germana no sólo ha orientado sus esfuerzos hacia el guardatiempos sino que ha extendido la exclusividad hasta la caja que lo contiene.
Esta caja está elaborada en turbera de roble. Un globo terráqueo de acero hace la función de cubierta, mientras que los laterales vienen grabados con distintos mapas.

Cuando colocamos el guardatiempos en el interior de este recipiente, un mecanismo integrado automático de cuerda garantiza que el reloj se mantenga en marcha en todo momento.

Para acabar y llegar un poco más lejos, si es que este hecho era ya posible, los posibles cambios en los husos horarios actuales no supondrán problema alguno para los propietarios de este guardatiempos ya que Glashütte garantiza el cambio del disco de las ciudades siempre que sea necesario. Adicionalmente, se ofrece una personalización especial que permite mostrar su lugar de residencia en forma de código IATA grabado sobre el disco de las ciudades.

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POR   

Ingeniero Técnico Industrial, de formación electrónica con pasión por la micro-mecánica. Co-fundador y editor de Watch-Test. En mi trabajo y en la vida tengo una máxima: Las cosas hay que explicarlas de manera que se entiendan. De lo contrario, el esfuerzo es en vano.

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