La manufactura alemana Glashütte Original abre por fin una Boutique propia en su propio país. Siguiendo la estela de París, Pekín, Shanghai, Hong Kong y Tokio, retorna a sus orígenes europeos. Situada a 30 kilómetros de su centro de producción, Dresde es la capital del estado federado de Sajonia, y cuenta con una población de más de medio millón de habitantes.
Después de la reciente inauguración de sus nuevas instalaciones en la misma localidad de Glashütte, éste es el siguiente paso en su política de crecimiento, basada principalmente en el auge de los mercados asiáticos tal como nos demuestran con las cuatro boutiques antes citadas.
Ubicada en el centro comercial QF Passage, en el corazón de la ciudad y junto al río Elba, sitúa su entrada principal en Töpferstraße, 4. En llegar a sus puertas, lo primero que nos llama la atención es la gran visibilidad que la boutique brindan al viandante gracias a la gran superficie acristalada que conforman sus paredes laterales.
Con una superficie de 100 m2, su atmósfera es sumamente acogedora y elegante, con un ambiente ciertamente minimalista conseguido mediante paredes de color beige, mobiliario en roble oscuro y sofás de color blanco impoluto.
La principal atracción es su exhibición interactiva mediante la «Pared Manufactura» que podemos encontrar a la izquierda, nada más entrar en la boutique; una gran lupa nos permite admirar las diferentes partes de los relojes y calibres expuestos en dicho mueble de 6 metros de largo. Los cortometrajes que resaltan aspectos del proceso de producción, amplían la visión del visitante del microcosmos de un reloj.
Adentrándonos en la boutique, llegamos al salón. Dos grandes pantallas de plasma se controlan desde un tablero táctil incorporado a la mesa del salón. Con una gran interactividad, el visitante puede seleccionar una gran variedad de temas relacionados con la manufactura alemana, fotos de alta resolución y vídeos sobre Glashütte, la fabricación de los relojes y los modelos de la colección actual.
En un futuro, un relojero se unirá al competente y multilingue equipo actual para dedicarse a asuntos relacionados con garantías, mantenimiento y reparaciones.
Personalmente, estoy totalmente a favor de las boutiques monomarca: representan la mejor herramienta de divulgación que un fabricante tiene a su alcance para ofrecer y transmitir al aficionado, visitante o posible comprador, los valores que sus creaciones albergan. Y me alegro especialmente por Glashütte, una de las marcas que mejor están realizando su trabajo dentro del panorama relojero actual.
