Presentado el pasado mes de mayo durante la que supuso la primera edición del Time to Move, el Senator Chronometer Tourbillon responde a una evolución magistral del anterior Senator Chronometer de Glashütte Original. Al concepto aplicado en la sincronización de reloj se añaden un espectacular trabajo artesanal además de un tourbillon volante con importantes prestaciones.
Que el nuevo Senator Chronometer Tourbillon se produzca en una edición limitada a únicamente 25 relojes responde a toda una declaración de intenciones. Para seguir con esta exclusividad en su construcción, Glashütte Original ha seleccionado el que sea probablemente el más preciado de los materiales para la caja: el platino. Las dimensiones de este continente son de 42 mm en su diámetro y de 12 mm en su cota vertical. Ambas caras de esta caja, esfera y trasera, están cubiertas por un cristal de zafiro alcanzando la estanqueidad del conjunto un registro de 5 bar, lo que equivale a 50 metros de columna de agua. Más que suficiente si tenemos en cuenta el tipo de reloj del que estamos hablando y que, a priori, no existe razón alguna para que deba acercarse al líquido elemento.
Si bien las líneas y los acabados en la construcción de esta caja son impecables, sería absurdo negar que el verdadero protagonismo del Senator Chronometer Tourbillon es absoluto monopolio de su esfera por dos motivos principales. El primero de ellos responde al impecable, exquisito trabajo en la decoración que los artesanos de Glashütte han aplicado a todos y cada uno de los elementos visibles. El segundo yace en el soporte de estas decoraciones: el calibre que alimenta el movimiento gobernado por el tourbillon volante.
La esfera del Senator Chronometer Tourbillon es un espectáculo difícil de describir en palabras. Para empezar y por si no fuera suficiente ese protagonismo del que os hablaba antes, su diámetro es de 35,8 mm. Es decir y teniendo en cuenta los 42 mm de la caja, el bisel tiene un grosor de tan solo 3,1 mm. Probablemente el mínimo necesario para que realice la función que de él se espera.
La mitad superior de esta esfera está ocupada por una platina sujeta mediante tornillos azulados y decorada con las habituales bandas de Glashütte sobre la que se levanta un dial descentrado y galvanizado en azul responsable de acunar las indicaciones de horas y minutos. Las agujas de horas y minutos, construidas en oro blanco y esqueletizadas, apuntan a una escala minutera transferida en blanco y acompañada por unos índices horarios de tipo bastón aplicados.
El flanco de esta subesfera sirve, además, para imprimir otro de los detalles de exclusividad del Senator Chronometer Tourbillon al recibir grabadas de manera invertida las palabras «CHRONOMETER TOURBILLON» de manera que quedan reflejadas en modo legible sobre el cierre superior de la esfera.
En el centro, y elevándose del mismo modo que la esfera de horas y minutos, se levanta el tourbillon volante que regula las oscilaciones del movimiento. La misma caja de este tourbillon es la portadora de la aguja de los segundos, de acero pavonado, que apunta a una escala transferida sobre un anillo de zafiro que rodea al conjunto. La última de las indicaciones del Senator Chronometer Tourbillon la encontramos a las nueve, en un indicador de reserva de marcha por aguja azulada como la del pequeño segundero y apuntando a una escala en forma de abanico.
El resto es puro espectáculo. Al perlado de la platina principal que se asoma por la cota más profunda del calibre, le acompañan los grabados a mano de las superficies mayores que se combinan con el azul de los tornillos pavonados y el rojo de los rubíes, asentados algunos de ellos sobre el dorado de los chatones. Un dorado que se repite en discretas pinceladas en la escala de la reserva de marcha y en el volante del tourbillon, así como en algunas ruedas del tren que se asoman un nivel por debajo. Es realmente difícil conseguir un resultado más atractivo.
El calibre responsable de animar el movimiento del Senator Chronometer Tourbillon responde al 58-05 de remonte manual, que oscila a 21.600 alternancias por hora entregando una reserva de marcha de 70 horas. A la excelencia de sus decorados, espiral de silicio, sus nada más y nada menos que 85 rubíes y al tourbillon volante se les suma la máxima precisión en el proceso de sincronización del guardatiempos.
En su posición de reposo, contra la carrura de la caja, la manipulación de la corona tiene la función de remontar el barrilete del movimiento. Extrayéndola un punto se consigue detener el tourbillon y, por tanto, el movimiento en su totalidad. A partir de aquí viene la magia de la mecánica. Al tirar de la corona hasta lo que sería su tercera posición y mantenerla, el segundero conducido por el tourbillon salta a su posición de cero y la aguja de los minutos al entero más cercano. Al soltar la corona de manera que regresa al segundo punto el movimiento está parado con la aguja de los segundos a las doce y la de los minutos perfectamente alineada con uno de los índices. Girando la corona la minutera avanza a intervalos exactos de un minuto. La perfección hecha belleza.
Las 25 piezas a las que se limita el Senator Chronometer Tourbillon se completan con una correa manufacturada en piel de aligátor de Louisiana azul con cierre desplegable de platino de longitud estándar (Ref. 1-58-05-01-03-30) o corta (Ref. 1-58-05-01-03-50). En ambos casos, el precio de venta para Alemania es de 150.000 € con impuestos incluidos. Teniendo en cuenta que el IVA alemán es del 19% y el nuestro es del 21% el precio en España estará sobre los 152.500 €.