Glashütte Original es una manufactura que, personalmente, siempre me ha fascinado por cuatro motivos principales. El primero de ellos debería resultar obvio y no es otro que el diseño de sus piezas, el segundo, aunque algo más escondido sigue gozando de la obviedad del primero, sus calibres. Probablemente muchos podáis pensar que la obviedad de la que os hablo es directamente proporcional a la subjetividad, y estaréis en lo cierto. Si seguimos con mis motivos personales, el tercero pierde parte de la subjetividad al tratarse de algo más tangible y menos basado en los gustos de cada uno, estoy hablando de la excelente relación calidad-precio que esgrime Glashütte y que solo se me ocurre comparar con la ofrecida por Omega. Finalmente, y tratándose de un rasgo para el que esta manufactura germana tiene también pocos compañeros de viaje, me admira la impecable coherencia que demuestra año tras año.
Los aficionados a la relojería sabréis que Glashütte Original no es una manufactura que se caracterice precisamente por un lanzamiento masivo de novedades sino que, haciendo gala de la coherencia de la que os hablaba, parece obvio que elige muy bien las piezas a lanzar así como el momento en el que debe hacerlo. Sin ir más lejos, el pasado año, en 2014, podríamos afirmar sin temor alguno a equivocarnos que la gran novedad de Glashütte fue el calibre de cronógrafo manufactura 37-01 que albergaba en el Senator Chronograph Panorama Date y su variante 37-02 destinada a animar el movimiento del Seventies Chronograph Panorama Date. Una sola novedad – dos si preferís contarlas por relojes – presentada durante Baselworld para retirarse a la sombra y no presentar ninguna novedad adicional durante todo un año.
En este 2015 Glashütte añadió una nueva dimensión a su coherencia al respecto del número de novedades, y lo hizo en lo que se refiere al tipo de piezas. No, efectivamente no es necesario presentar grandes complicaciones año tras año, guardatiempos que, aun siendo sin lugar a dudas verdaderas obras de arte y de la micromecánica quedan, en más ocasiones de las deseadas, fuera del alcance de la mayoría de los mortales. Lejos de esta política, la elección de Glashütte para este año fue la de lanzar dos piezas que simplifican versiones anteriores ya presentadas en años previos. La primera de ellas, sobre la que os hablaré a su debido tiempo, es el Senator Cosmopolite, una versión simplificada aunque igual de atractiva que su predecesor, el Grande Cosmopolite Tourbillon de 2012. Para encontrar el origen del segundo reloj de este año y objeto de este artículo, el Senator Observer, curiosamente deberemos trasladarnos también al año 2012.
Este Senator Observer responde a la tercera pieza de la saga de relojes de observador o de cubierta que Glashütte inició poco antes de la celebración de Baselworld 2012 con el lanzamiento de la Edición Limitada Senator Observer 1911 dedicada a Julius Assmann – uno de los mejores creadores de relojes de precisión afincado en Glashütte – y a Roald Amundsen – conocido por sus expediciones al Polo Sur en las que, no tan de dominio público, le acompañaron varios de los relojes de Assmann. Tan solo un par de meses después, coincidiendo con la celebración de Basel 2012, la manufactura lanzaba la versión de producción regular de esta pieza sustituyendo el oro blanco de la edición limitada por el acero a la vez que variando ligeramente su estética.
El Senator Observer de este 2015 mantiene el acero como material de fabricación de su caja que respeta tanto la morfología de sus predecesores como los 44 mm de diámetro. La altura de esta caja es de unos contenidos 12 mm albergando la corona a la derecha de la carrura como único elemento de manipulación del reloj y manteniendo la forma convencional en sustitución de la de tipo cebolla implementada en la edición limitada de 2012. La esfera es, sin lugar dudas, el lugar de mayor contraste con los antecesores de este Senator Observer debido a su combinación de colores – un barnizado negro con acabado mate para el fondo y Súper-LumiNova verde como elemento de relleno de agujas, índices y escalas – que le imprimen un carácter vintage más pronunciado que en las versiones anteriores. En tanto que las indicaciones de horas y minutos con pequeño segundero a las 9 e indicador de reserva de marcha a las 3, completadas por la exquisita fecha panorámica de Glashütte a las 6 permanecen invariables, los numerales arábigos situados en las posiciones horarias recuperan la tipología de los relojes de precisión de bolsillo del siglo XIX. Un aspecto de suma importancia a considerar en el apartado de esta esfera es el hecho de que, al igual que sucedía con los dos modelos de la Colección Pano presentados como Pre-Basel, ha sido manufacturada en la propia fábrica de esferas que la marca tiene en la localidad de Pforzheim.
El fondo de la caja, que presenta un valor de estanqueidad de 5 bar (50 metros), está cubierto por un cristal de zafiro que permite observar el Calibre 100-14 albergado en el interior de este Senator Observer. En aras de la comodidad, Glashütte renuncia al remonte manual típico de los relojes de precisión por un remonte de tipo automático y reserva de marcha de 55 horas con una desviación del +/- 15% oscilando a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora. El nuevo Senator Observer se incorporará al catálogo de Glashütte Original con tres referencias. Dos en correa de piel de becerro de color negro y diferenciadas entre ellas por la longitud del cierre desplegable montado, corto o estándar. La tercera referencia responderá al guardatiempos acompañado de un brazalete de acero en sustitución de la correa de piel.