Este año se cumple el 15 aniversario de la colección más emblemática de Graham, la Chronofighter. Indiscutiblemente asociado a su icónico pulsador de tipo gatillo en la carrura izquierda de su contundente caja, los Chronofighter reciben un homenaje gracias a cuatro versiones de indudable look vintage. Para ello, Graham recurre a una caja y un pulsador de líneas más refinadas, manteniendo sus 44 mm de diámetro, y cuatro esferas cuyos colores definen las diferentes versiones junto a sus correspondientes correas; aquí tenéis los Graham Chronofighter Vintage.
Un Chronofighter de estética vintage no nos resulta en absoluto desconocido, ya que podemos recuperar el Chronofighter 1965 Silver, o el Chronofighter Fortress, este último con un diseño muy similar a los Vintage, siendo, subjetivamente, uno de los Graham más atractivos que ha fabricado, sino el que más.
Las esferas de los nuevos Vintage siguen luciendo la configuración bi-compax de la colección, con el gran totalizador de 30 minutos a las 6, y el pequeño segundero a las 3. Pero esta vez, al lado de la pequeña ventana de fecha se ubica la indicación del día de la semana, lo que le confiere al dial un mayor equilibro. Un detalle a destacar es que, por fin, la ventana de la fecha adopta una geometría cuadrada en vez de redonda, un aspecto que, sin ser demasiado importante, nunca me había acabado de gustar.
En el perímetro de la esfera se ubica una escala de segundos que, recorrida por la trotadora cronográfica central, permite acotar el lapso medido con una precisión de dos décimas de segundo, complementándose con indicadores horarios y un gran número 12 en su posicición habitual.
De las cuatro versiones, tres de las esferas son de color negro con una textura arenada bastante marcada, mientras la otra, más elegante, luce un delicado azul con satiné soleil. El resto de elementos que cambian entre una y otra son el color de índices, escalas y la sustancia fotoluminiscente, blanca o beige, y la presencia o ausencia de detalles en rojo (un elemento común en todas ellas es que la segundera central está lacada en este color en su tercio final).
Como cabía esperar, el mecanismo encargado de dar vida a estos guardatiempos es el calibre G1747, un movimiento cronógrafo automático con 48 horas de reserva de marcha, que es visible desde la trasera de zafiro, y muestra las funciones de horas, minutos, pequeño segundero, fecha y día, junto a los parámetros cronométricos de minutos y segundos.
En mi opinión, los Vintage son los Chronofighter más bonitos de la colección, gracias a su acertado estilo más clásico y menos aparatoso, al que se le unen cuatro armoniosas esferas que ofrecen una excelente legibilidad y una perfecta combinación cromática con las correas.