Ahora, con el Prodive, Graham se presenta al numeroso público potencial que conforman los amantes de los relojes diver sin perder ni un ápice de identidad. Hasta este momento, el único diver presente en la marca, el Chronofighter Oversize Diver, quedaba «escondido» dentro de la colección Chronofighter. En cambio, el Prodive conforma una nueva línea propia, demostrando el interés de Graham por explotar este segmento más a fondo, dotándolo de elementos que lo diferencian tanto por su diseño como por su mecánica.
Tres son las versiones que aparecen en el mercado. Una de ellas, llamada Prodive Professional, en edición limitada a 200 piezas, con la particularidad de implementar el color amarillo en varios de sus componentes como ya veremos más adelante. Las otras dos, son de producción regular: una con correa y esfera en color negro, y otra con correa y esfera en color azul.
Dos características principales son las que nos definen el Prodive:
De cara a analizar la estética del Prodive, nos centraremos en la edición limitada Professional. Visualmente, la primera toma de contacto nos impacta por su fuerte contraste entre la correa de caucho amarillo y la esfera de color negro. Indudablemente, pasar desapercibido no es una de sus pretensiones. La nueva caja, de formas más estilizadas y fabricada en acero, tiene un diámetro de 45 mm, una medida correcta en un reloj de submarinismo donde se busca una buena legibilidad, y comedida si la comparamos con los tamaños XXL a los que nos tiene acostumbrados Graham.
El bisel giratorio unidireccional, recubierto con un tratamiento de PVD negro, presenta cuatro puntos anti-deslizantes, situados cada 15 minutos, que sobresalen de la circunferencia del bisel. Su perfecto grip facilita su manipulación y giro hasta cualquiera de las 120 posiciones que le permiten la rueda dentada. Para mí, es uno de los mejores sistemas del mercado en cuanto a su facilidad de uso en condiciones difíciles.
Situada a las 10 horas, encontramos la corona de puesta en hora y cambio de fecha. En el Professional resulta muy visible gracias a su recubrimiento de caucho amarillo. En el resto, es de color negro. Un buen detalle es el color rojo de la junta de estanqueidad de la corona, recordatorio para que no nos dejemos la corona abierta.
La trasera de acero presenta un grabado con la silueta de un tiburón junto a su número de serie, marca, modelo y hermeticidad.
Respecto al movimiento que implementa el Prodive, encontramos una contradicción entre el comunicado de prensa, que nos habla del calibre G1750, y la información suministrada referente a las características técnicas, que nos refiere al calibre G1734, que es el que implementa el Chronofighter Oversize Diver antes citado. Deducimos entonces, que el correcto es el G1750, un calibre cronógrafo monopulsante de carga automática que late a 28.800 alternacias por hora (4 Hz). Su reserva de marcha alcanza las 48 horas.
Cuando el agua del mar contiene pocas sustancias en suspensión o pocos organismos, las radiaciones azules son las que penetran a mayor profundidad, y pueden llegar a los bordes inferiores de los bancos continentales a 400 metros. En las aguas con turbidez, son las radiaciones verdes las que más profundamente pueden penetrar, llegando a 200 metros. Así pues, esta doble luminiscencia, permitiría asegurar una máxima legibilidad tanto en condiciones de aguas transparentes como en situaciones de inferior visibilidad. Si era esta la intención de la marca, felicidades, han dado en el clavo.
– Dobla su estanqueidad de 600 metros en vez de 300, suponemos que gracias al nuevo diseño de caja y a la nueva palanca monopulsante.El Graham Prodive es una muy buena apuesta de la marca en su idea de penetrar más a fondo en el mercado de los relojes de submarinismo. Mejora y supera a su predecesor, con el que de momento coexistirá, tanto estética como mecánicamente.La leva del cronógrafo delata su origen Graham, pero el resto del diseño resulta más impreciso de identificar para los no iniciados. Sus dimensiones son muy correctas, lo que junto a una esfera con un alto contraste, le otorgan una buena legibilidad, aunque se vea comprometida cuando las agujas recorren la esfera por encima de unos contadores también muy visibles.Aparte de su diferenciación por colores, y según la información recibida desde Graham, las tres versiones son idénticas: calibre, material, correa, etc. La llamada «professional», con su amarillo en edición limitada a 200 piezas, alcanza un precio de 11.150 €, frente a los 9.500 de los modelos negro y azul de producción regular. ¿A qué se deben esos 1.650 € de sobrecoste?. ¿Tan caro es el pigmento amarillo con el que se fabrica el caucho amarillo?. Sinceramente, el hecho de ser una edición limitada no debería implicar esa desproporción de precio entre productos de idénticas características y calidades. Y ya no hablo sólo de Graham, sino que desgraciadamente, es una práctica generalizada en muchas marcas.
Consecuentemente, ante la tesitura de escoger, me decantaría por la versión regular en color negro….. y si nos apetece que nos «vean» un poquito más, siempre podríamos comprar la correa amarilla.En resumen, una alternativa a tener muy en cuenta, con armas y argumentos suficientes para presentar una dura batalla en lo más profundo del océano.
Una puntualización respecto a la valoración en el apartado «relación calidad/precio»: recordad que estamos puntuando la versión de producción regular. Si examinásemos la edición limitada, deberíamos puntuarlo con un aprobado raso: un 5.