Una de la novedades que nos presentó Greubel Forsey en el pasado SIHH, es una versión del primer modelo que lanzó la firma en 2004, el Double Tourbillon 30º. Por primera vez en su corta historia, la firma de La Chaux-de-Fonds utiliza el titanio en la construcción de la caja, acompañado de un tratamiento DLC que le confiere un acabado negro. Ya que técnicamente no representa ninguna novedad dentro de la marca, aprovecharemos para introducir brevemente la complicación, de la que Greubel Forsey es el gran especialista, implementándola en todas y cada una de sus creaciones.
El tourbillon, mítica complicación patentada por Louis Abraham Breguet en 1801, ha sufrido en la última década un «boom» sin precedentes. Rara es la marca de un cierto nivel de precio que no cuente en su catálogo con una o varias piezas de este tipo. No debemos olvidar que este complejo regulador denominado tourbillon, fue en su época una genialidad destinada a compensar los dañinos efectos de la gravedad sobre el órgano regulador de los relojes de bolsillo, que casi siempre descansaban en posición vertical en los trajes de sus propietarios.
La complicación máxima que representa implementar el tourbillon en un reloj de pulsera viene dada por el reducido espacio disponible. Actualmente, las máquinas CNN multi-eje de control numérico facilitan enormemente la construcción extremadamente precisa de sus minúsculos componentes.
Con el tema constructivo solucionado, aunque a sea a un alto coste, su efectividad práctica no está nada clara. Bueno, sí que esta clara, dado que la mayoría de los tourbillones existentes no mejoran en nada la precisión del reloj, lo encarecen enormemente y además debilitan la robustez del mecanismo que los utiliza.
Como en casi todo, también hay excepciones y algunas firmas se han preocupado realmente en que su tourbillon sea funcional. Una de las soluciones y quizás la teóricamente más simple y eficiente es la que desarrolla Greubel Forsey, que ataja el problema desde la base: si la posición estática de un volante no es la vertical ni la horizontal, sino que se implementa inclinado respecto al plano horizontal y se hace girar permanentemente, se compensan ambas posiciones, dado que el volante del reloj siempre se encuentra en una posición intermedia.
Dentro de sus colecciones, vemos que la inclinación del tourbillon presenta dos configuraciones: a 30 grados y a 25 grados. Entonces, ¿cual es la mejor configuración?. La explicación es más sencilla de lo que parece. Greubel Forsey concluyó que la inclinación ideal es la de 30º. Y efectivamente, situando el órgano regulador en este ángulo y haciéndolo girar una vez por minuto, prácticamente se anulan todos los efectos gravitatorios perjudiciales para la precisión de un reloj mecánico. Dentro de una caja que gira cada cuatro minutos, una segunda caja más pequeña que contiene el volante-espiral inclinado 30º con respecto a la primera, completa una revolución cada 60 segundos.
Sólo hay un inconveniente: dicha inclinación obliga a construir un movimiento de un considerable grosor lo que deriva en un reloj de un volumen importante. Si disminuimos la inclinación hasta los 25 grados, la eficiencia disminuye ligeramente y para compensarlo aumenta la velocidad de rotación hasta los 24 segundos, más del doble que en el tourbillon 30º. El resultado es que se obtiene prácticamente el mismo resultado y se consigue albergar en una caja de grosor más contenido, ayudado por la ausencia de la segunda caja: 9,65 mm respecto a los 12,15 mm del DT30º.
Un ejemplo de la excelente cronometría de este calibre obtenido por el Double Tourbillon 30º es el primer lugar obtenido en el Concours International de Chronométrie de Le Locle de 2011. Los resultados los podéis ver en nuestro artículo correspondiente.
Double Tourbillon Technique Black
La primera creación de Greubel Forsey está presente en su actual colección en cinco modelos: Vision, Secret, Invenction Piece 1, Technique e Historique. La línea Techique que hoy nos ocupa, se caracteriza por la esqueletización de la esfera y su vertiginosa construcción tridimensional. Con el titanio negro y la correa de caucho del nuevo Technique Black, consigue una estética más extrema, alejándose del clasicismo del resto de modelos de oro blanco, oro rosa o platino.
Situados ya en la esfera, el principal motivo de esta pieza, el doble tourbillon con sus dos cajas, se sitúa a las 6 horas. Compartiendo interés visual, a las 10 horas encontramos los cuatro barriletes coaxiales que ofrecen una amplia autonomía de 120 horas. Un diferencial esférico acoplado a ellos arrastra el indicador de reserva de marcha que se encuentra a su derecha, en la posición de las 3 horas, frente al pequeño segundero que se sitúa a las 9 horas. Los cuatro elementos se disponen a diferentes altura sobre la platina, configurando su tan característica tridimensionalidad.
En su perímetro, las agujas caladas de horas y minutos se desplazan señalando los índices dispuestos sobre un anillo de zafiro.
En su zona inferior implementa las escalas indicadoras de la rotación de 4 minutos de la caja exterior y la indicación de la rotación de 60 segundos de la caja interior.
La extremada complicación de la fabricación de un tourbillon puede verse reflejada en algunos de los datos correspondientes a este calibre GF02S: la totalidad del movimiento consta de 385 componentes, de los cuales 128 corresponden a la doble caja del tourbillon, cuyo peso es de 1,17 gramos!.
Respecto a su acabado DLC, destacar el bello contraste del negro con el oro blanco y acero presentes en la esfera y el rojo intenso de las pequeñas agujas triangulares de las subesferas correspondientes a segundos y reserva de marcha. Junto a su novedosa correa negra de caucho, conforman el reloj de aspecto más deportivo de Greubel Forsey.