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Greubel Forsey Nano Foudroyante EWT

Greubel Forsey celebra su 20º aniversario con el Nano Foudroyante ETW, un fascinante y complejo reloj que reinventa el segundo foudroyante.

Este 2024 marca el 20º aniversario de Greubel Forsey, una ocasión que la firma celebra con su primer cronógrafo, el Nano Foudroyante EWT. El décimo «invento Fundamental» desde su fundación en 2004, la Nano Foudroyante EWT (Experimental Watch Technology), donde la energía del mecanismo se gestiona a escala del nanojulio, lo que reduce significativamente el número de componentes y el tamaño. El resultado es el reloj más pequeño en la historia de la firma con un diámetro de 37.9 mm, que combina el primer Nano Foudroyante perpetuo del mundo integrado en su primer tourbillon volante y su primer cronógrafo flyback.

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Para los aficionados a la relojería, Greubel Forsey se sitúa en la cumbre de la relojería mecánica y la cronometría. Aunque el estilo de la marca puede ser exagerado, su sello distintivo de relojería de alta gama es inconfundible y se define por un acabado ejemplar y una ingeniería excepcional en igual medida. El Nano Foudroyante EWT es interesante en muchos aspectos. La combinación de complicaciones es inusual, incluso para Greubel Forsey, aunque personalmente me parece una plataforma para presentar el segundero foudroyante de tamaño “nano” (que funciona independientemente del cronógrafo).

Hemos de recalcar que no estamos ante un Greubel Forsey convencional, ya que es el reloj más pequeño jamás fabricado por la marca, históricamente vinculada a relojes de gran tamaño. De hecho, la caja de poco menos de 38 mm se percibe casi como un reloj de inspiración vintage, especialmente con su cristal abovedado en forma de «caja», lo que no se puede decir de ninguna otra de sus creaciones. A pesar de ese tamaño, el Nano Foudroyante EWT sigue siendo pesado y contundente. La estética de la esfera y las formas de la caja son inmediatamente reconocibles como Greubel Forsey, recurriendo a elementos que se encuentran en otros modelos. En términos generales, el reloj ilustra la filosofía mecánica deliciosamente novedosa de la firma, e indica un giro importante al alejarse de su enfoque en los guardatiempos de estilo más deportivo y recuperando su línea inicial después de bajar de categoría con algunos lanzamientos más simples (a pesar de ser ridículamente complicados y con precios de seis cifras).

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El Nano Foudroyante EWT también es un modelo típico de Greubel Forsey en otro aspecto: es tremendamente caro con un precio de venta que alcanza casi medio millón de francos suizos. ¿Por qué fabricar algo tan sofisticado y costoso? La respuesta probablemente se encuentra en el hecho de que el Nano Foudroyante EWT no es un producto ideado para sumarse al catálogo, sino más bien una prueba del concepto del mecanismo de microengranajes, que puede extenderse al tren de engranajes o al regulador y abrir paso a movimientos excepcionalmente eficientes energéticamente con reservas de marcha ultra largas.

EWT es la abreviatura de Experimental Watch Technology, un programa de investigación y desarrollo de Greubel Forsey que busca reinventar conceptos y mecanismos familiares de la relojería. Uno de sus primeros esfuerzos fue la miniaturización de componentes a escala casi nanométrica con el objetivo de reducir el consumo de energía. El primer prototipo con una aguja foudroyante “nano” se presentó en 2017. Tradicionalmente, una aguja foudroyante (que se mueve a una velocidad de una revolución por segundo) está engranada con la rueda de escape y termina consumiendo una gran cantidad de energía del muelle, lo que conlleva una reserva de marcha escasa. EWT ha logrado reducir el tamaño de los componentes del foudroyante,y en consecuencia reducir drásticamente su consumo de energía. Cabe puntualizar que dichos componentes siguen siendo lo suficientemente grandes como para ser manipulados con pinzas: “Nano” se refiere más bien al consumo de energía en lugar de a la nanotecnología propiamente dicha, que se encuentra en una escala completamente diferente, con mediciones en milmillonésimas de metro.

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El sistema micromecánico que debutó en 2017, compuesto por piezas realizadas mediante litografía LIGA,se ha implementado ahora en el Nano Foudroyante EWT. Como el volante gira a 3 Hz (21.600 alternancias por hora), el escape desbloquea la rueda de escape dos veces por oscilación, lo que significa que avanza seis pasos por segundo y que el segundero foudroyante avance seis veces por segundo realizando una revolución completa. En comparación con un foudroyante tradicional que consume 30μJ (microjulios) por salto, el Nano Foudroyante necesita solo 16nJ (nanojulios) por salto, reduciendo el consumo de energía en un increíble factor de 1.800. Y aunque no se trata de nanotecnología propiamente dicha, ocupa un 90% menos de volumen que un foudroyante convencional. Aquí, el objetivo no es solo medir fracciones de segundo, sino también servir como prueba de concepto para un enfoque completamente nuevo de la relojería, haciendo de este Nano Foudroyante un foudroyante perpetuo. Para ello, elimina toda la transmisión de engranajes necesarios en un foudroyante tradicional para dividir el segundo, ya que la información se obtiene directamente, distribuyendo y gestionando la energía del movimiento a través de un número mínimo de ruedas de baja inercia. Menos componentes significan menos volumen: esta Nano Foudroyante EWT es muy compacta, con 428 componentes.

Este consumo casi insignificante de energía significa que no tiene impacto en la cronometría. Con el cronógrafo en funcionamiento y la manecilla del foudroyante girando rápidamente, el reloj tiene una reserva de marcha “cronométrica” de 24 horas, lo que significa que se mantiene estable y dentro de las especificaciones de un cronómetro. Teniendo en cuenta la naturaleza experimental del Nano Foudroyante EWT, la reserva de marcha de un día es aceptable. Presumiblemente es una cifra que aumentará con un mayor desarrollo del concepto.

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El Nano Foudroyante EWT puede resultar engañoso: el reloj es mucho más que un pequeño segundero. En su pequeña caja de 37,9 mm (casi diminuta para los estándares de Greubel Forsey) y 10,49 mm de grosor se encuentra un movimiento de remonte manual cronógrafo integrado con un regulador de tourbillon volante que también lleva el foudroyante en su jaula. La presentación es ciertamente sobria, con una caja de formas sencillas, pero bien acabada. La parte central de la caja es de oro blanco, mientras que el bisel y la parte trasera son de tantalio, siendo la primera vez que este pesado metal es utilizado por Greubel Forsey.

La esfera plateada incluye una doble escala perimetral de minutos y segundos, esta última dividida en 1/6, mientras que en la esfera encontramos índices de tipo bastón con los numerales 60 y 15. Su tipografía y las manecillas son típicas de Greubel Forsey, acompañando un diseño asimétrico también característico de la marca. Dado el pequeño diámetro de la esfera, el tourbillon volante es el elemento dominante dispuesto en un gran recorte descentrado situado a las cinco horas. El tourbillon no se parece a un tourbillon convencional, ya que ni el volante ni la jaula son prominentes. En cambio, el punto focal es la subesfera del foudroyante montada en la jaula del tourbillon, justo encima del volante. El segundero completa una revolución por segundo, mientras que la subesfera de segundos hace una revolución por minuto junto con la jaula del tourbillon. Mientras se produce esta rotación de doble eje, la subesfera de segundos esté permanentemente alineada hacia las doce en punto para favorecer su lectura óptima, lo que crea el efecto óptico de ser un registro flotante.

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Esta orientación vertical se logra mediante un engranaje diferencial que la mantiene en la misma posición relativa. Ciertamente, no se puede exagerar si alabamos el nivel de maestría mecánica que se requiere para implementar esto en una jaula de tourbillon volante. Como era de esperar, el conjunto del tourbillon consta de la asombrosa cantidad de 142 piezas, lo que equivale a un movimiento simple de un solo hora completo. Si bien el tourbillon con foudroyante es el elemento más novedoso del movimiento, también incorpora un cronógrafo flyback. En sus 20 años, Greubel Forsey ha lanzado tourbillones dobles y cuádruples, un calendario perpetuo e incluso una gran sonería, pero nunca un cronógrafo. Dado este repertorio de grandes complicaciones, tal vez no sea sorprendente que el primer cronógrafo de la marca sea tan poco ortodoxo.

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Visto desde el cristal de zafiro que cierra la trasera, a arquitectura del calibre no se ajusta a la arquitectura clásica de un cronógrafo. La rueda de pilares parece estar aislada, mientras que las palancas de acero visibles parecen tener formas familiares y funciones indefinidas. Muchos de los componentes tradicionales de un cronógrafo, incluidos los martillos de reinicio y el embrague, no son visibles. Gran parte de los mecanismos del cronógrafo parecen ocultos, lo que aumenta el misterio. Según la firma, el movimiento emplea un tipo especial de embrague vertical que incorpora un dispositivo patentado para eliminar el juego de los engranajes. No se ha revelado mucho más, por lo que la naturaleza exacta del embrague vertical nos sigue siendo desconocida. Incluso la disposición de los pulsadores es poco convencional. El situado a las dos en punto activa y desactiva el cronógrafo, mientras que el pulsador coaxial con la corona sirve para ponerlo a cero y volver a la posición inicial, contrariamente a la configuración tradicional de los cronógrafos.

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Respecto a los acabados, se emplean todas las técnicas decorativas favoritas de la marca, incluido el pulido negro para las palancas y los puentes de acero, y un esmerilado granulado en el puente calado que también está acabado con un ancho y redondeado bisel. Cada rubí del puente calado dispone de su propio engaste de oro. Una sutil referencia al trabajo anterior de GF es el micro grabado en relieve en la rueda de segundos del cronógrafo, uno de los pocos casos en que ha colocado esto en una parte móvil en lugar de en la caja o el puente. Aunque atípica y ambigua, la arquitectura multicapa del movimiento y su elevado nivel de acabados conforman un intrincado y atractivo paisaje mecánico. El Greubel Forsey Nano Foudroyante EWT es una edición limitada a 11 unidades, y su precio es de 465.000 CHF antes de impuestos.