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Greubel Forsey presenta dos nuevas versiones del Tourbillon 24 Secondes Contemporain

En el artículo referente a las novedades que presentó Greubel Forsey en el SIHH 2013 os hablábamos de la segunda versión de su Tourbillon 24 Secondes Contemporain, con caja de oro rojo y esfera azul. Ahora Greubel nos anuncia dos nuevas variantes de este modelo, que se diferencian por el color gris de la esfera.

En realidad, en este particular reloj, la esfera es asimismo la platina de su movimiento, que está realizada en titanio. En las dos anteriores versiones se le daba a dicha platina un tratamiento azul y ahora el color elegido es el gris, que comparten las dos nuevas versiones, una con caja de oro rojo y otra en oro gris, ambas de 43,5 milímetros de diámetro .

El resultado es evidente; se pierde espectacularidad visual y se gana discreción. Pero aplicar estos términos a esta pieza es un tanto inexacto ya que la espectacularidad inherente al diseño de su esfera y especialmente a su tourbillon inclinado 25º no se puede disimular, ni hay motivo para hacerlo.

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En definitiva, no se trata de ninguna novedad notoria desde el punto de vista técnico con referencia a lo ya existente, ya que todo se limita a una cuestión estética, concretamente de cambio de color en algunos elementos. Pero no por ello hay que pasar por alto que estamos ante uno de los relojes más impresionantes que se han creado en las últimas décadas.

Desde sus inicio Greubel Forsey se ha especializado en el tourbillon y con el tiempo se ha convertido, sin duda alguna, en el principal referente de esta complicación. Los tourbillon de Greubel Forsey no son convencionales ni pretenden serlo. Es la única firma que produce todas las variantes imaginables de esta complicación pensando en su aplicación funcional en un reloj de pulsera, que es donde finalmente se alberga, y no en uno de bolsillo, para el cual creó Abraham-Louis Breguet esta complejidad mecánica en el año 1801.

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En un reloj de bolsillo, el tourbillon incide de forma positiva e indiscutible en su precisión, ya que su giro compensa el efecto negativo de la atracción gravitatoria. La clave consiste en que un reloj de bolsillo siempre se guardaba en posición vertical, en el bolsillo del chaleco de su portador. Por tanto, solo había que compensar la gravedad en un eje.

La aplicación efectiva del tourbillon en un reloj de pulsera es mucho más compleja ya que este varía su posición de forma permanente y continua. Para corregir este problema se han creado diversos sistemas, como son los tourbillon de doble jaula, que giran en dos ejes. También hemos visto dos o cuatro tourbillon en un mismo reloj, que unidos mediante un diferencial compensan las distintas posiciones. La misma Greubel Forsey cuenta en su catálogo con diversas soluciones de este tipo, pero la que siempre me ha fascinado por su lógica y simpleza (dentro de la absoluta complejidad de este tipo de mecanismo) es el tourbillon inclinado, que es el que utiliza este 24 Secondes Contemporain.

T24S_04Al no alojarse plano en la jaula, sino con una cierta inclinación, en este caso de 25º, el volante y su correspondiente espiral varían continuamente su eje posicional con respecto al eje gravitatorio. Con ello, por lo menos en teoría, se consigue el mismo efecto que con los tourbillon multi-eje, pero a un coste bastante inferior. Para incrementar la efectividad, la jaula de este tourbillon inclinado realiza un giro completo cada 24 segundos, menos de la mitad que el minuto que dura el giro de la mayoría de tourbillon del mercado.

Un tourbillon siempre implica el inconveniente de la corta reserva de marcha del reloj al que se aplica, ya que el giro continuo de la jaula requiere de una importante energía adicional. Si el giro es más rápido de lo habitual, como es el caso de este «24 Secondes», el consumo energético se incrementa proporcionalmente. Y aquí, una vez más se demuestra la magia y el dominio técnico de Greuble Forsey ya que, a pesar de todos estos condicionantes, este reloj nos proporciona una reserva de marcha de nada menos que 72 horas, casi el doble de lo habitual en un reloj convencional sin tourbillon.

En definitiva, ya sean las anteriores versiones de esfera/platina azul (probablemente agotadas) o estas nuevas de color gris, estamos ante una de las piezas más importantes de la Alta Relojería con mayúsculas. El 24 Secondes de Greubel Forsey es una recomendación total y sin reservas para quien pueda permitírselo, pero aunque no se tratan de ediciones limitadas en su producción, como era el caso de los modelos azules, el largo tiempo que requiere su elaboración probablemente ocasione listas de espera bastante prolongadas.


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