En 1999, Robert Greubel y Stephen Forsey unieron sus fuerzas impulsados por su convicción compartida de que todavía hay oportunidades para la innovación en técnicas de relojería fina, inventar y aplicar conceptos sin precedentes a los nuevos movimientos para lograr una calidad sin compromisos en los que la perfección, el rigor y la técnica se combinan. Ahora presentan su última pieza, el Greubel Forsey Tourbillon GMT.
Esta filosofía de entender la relojería les ha llevado a ser reconocidos como los maestros en el desarrollo del tourbillon. La penúltima demostración de su ingenio les ha llevado, como bien explicamos en un artículo anterior, a ser el vencedor absoluto del concurso de cronometría de Le Locle, con su modelo Double Tourbillon Technique 30º.
Esta gran complicación relojera fue desarrollado por Abraham-Louis Breguet alrededor de 1795 para compensar el efecto negativo que produce la gravedad en la marcha del volante cuando el reloj tiene una posición vertical determinada y preponderante, como el caso de los relojes de bolsillo. Consiste, brevemente, en un mecanismo que hace girar el volante y escape del reloj sobre su eje. No es de extrañar pues, que pierda su sentido de ser cuando hablamos de un reloj de pulsera, ya que no tiene esa posición estática que intenta contrarresta el tourbillon.
Mientras que la mayoría de los fabricantes de relojes y marcas, con unas pocas excepciones notables, se contentaron con trasladar la invención de Breguet directamente a sus relojes de pulsera con resultados cronométricos previsiblemente variables, Greubel Forsey tuvieron el objetivo de desarrollar nuevos mecanismos tourbillon específicos para los relojes de pulsera.Tras explorar a lo largo de la pasada década el mundo del tourbillon e inventar, desarrollar y multiplicar sus innovaciones, Robert Greubel y Stephen Forsey incorporan una nueva complicación, naturalmente interpretada a su manera.
Se han decantado por una complicación práctica, un mecanismo GMT, como se suele designar en el mundo de la relojería la indicación de un segundo huso horario, aludiendo históricamente a la Greenwich Mean Time, la hora del meridiano de referencia. Y lo han hecho de manera que sea lo más intuitiva posible.
Fieles a su filosofía, no se han contentado con la indicación habitual de un huso horario en una casilla o mediante agujas, sino que añaden además, una represen-tación tridimensional de la hora en forma de globo terrestre giratorio que realiza una rotación completa en 24 horas en el sentido contrario a las agujas del reloj, es decir en el sentido natural de la rotación terrestre.
Esta pequeña maravilla ofrece una nueva percepción de los husos horarios en tiempo real. Desde una visión polar de la Tierra se pueden ver todos ellos a la vez. Un vistazo basta, mirar más tiempo es un puro placer estético, pura lujuria.
Para disponer de más detalles visuales y observar el hemisferio austral, una ventanilla lateral en la jaula ofrece una visión ecuatorial de la Tierra rotando. Sólo la Antártida escapa al observador. Y a fin de garantizar una visión ideal del globo, su eje de rotación no podía estar fijado a los dos extremos. Por eso han elegido un giro volante sobre un mecanismo alojado únicamente en el Polo Sur.
Para asegurar las mejores condiciones de precisión y fiabilidad de la representación de la rotación del globo, que es inestable, se necesitaba un material ligero y resistente. Por eso se hizo en titanio, fabricado tridimensionalmente con extrema precisión, con objeto de ofrecer una representación suficientemente expresiva de los continentes a esta escala.
Las indicaciones dadas por el globo no pretenden ser astronómicas, se trata sobre todo de mantener, por la situación de los continentes, las proporcionadas por el mecanismo GMT que muestra las doce horas. Para favorecer su legibilidad se ha situado en una proximidad inmediata. La indicación de día y noche se ha hecho con el mismo sistema, con la indicación periférica de la hora universal terrestre, su anillo exterior: el hemisferio nocturno se indica con la mitad ennegrecida, mientras que el diurno se indica con la otra mitad, blanquecina.
El globo terrestre ocupa la posición más elevada a las 8 horas, el Tourbillón de 24 segundos se sitúa a las 5 horas, en una segunda elevación. La jaula dispone de una tercera a la altura de las 13 horas, completando la dinámica del conjunto, con una tensión controlada quejuega sutilmente con el círculo sin llegar a romperlo. Las informaciones horarias de base han sido reagrupadas en esta parte superior de la esfera, con un segundero en cascada a la altura de las 14.00 horas y un indicador sectorial de la reserva de marcha situado a la altura de las 15.00 horas. A la altura de las 10.00 horas encontramos el indicador GMT para el segundo huso horario. El conjunto se encuentra en un perfecto equilibrio espacial, con un impresionante efecto de profundidad ofrecido por la Tierra, singularmente desprendida, y el Tourbillon de 24 segundos.
El calibre GMT, construido especí-ficamente para este reloj, está equipado con la jaula del Tourbillón de 24 segundos inclinada a 25° (T24Si), una de las principales patentes de esta marca, presentado el 2006. Este tourbillón es la tercera invención fundamental Greubel Forsey en su exploración para minimizar los efectos de la gravedad en el órgano regulador. También se encuentra en el corazón del Invention Piece 3, aunque la arquitectura y la estética han sido profundamente remodeladas para la creación de este reloj. Además de sus cualidades cronométricas y su fiabildiad, han logrado que sus dimensiones sean muy reducidas, lo que deja espacio para las otras complicaciones.
Uno de los retos de estos relojeros-inventores ha sido proporcionar indicaciones claras y útiles sin sobrecargar, simplificando asimismo el uso de este reloj. Así, el horario universal se encuentra en la parte posterior del reloj, en forma de un gran disco que lleva los nombres de 24 ciudades, cada una representando una de las 24 zonas horarias, y una indicación diferenciada por tarjetas con el horario invernal (anillo exterior) y estival (anillo interior). Las ciudades que no utilizan el horario de verano aparecen con el fondo oscuro, debiendo leer la hora en el anillo exterior.
Naturalmente, en todo ello se reconoce también la firma de Greubel Forsey. Se han cuidado hasta los más mínimos detalles de la decoración de los componentes. El acabado, hecho a mano, se ha servido de toda la gama de técnicas tradicionales, graneado, biselado, esmerilado, pasando por los diversos matices del pulido.
Desde el punto de vista técnico, el movimiento consta de 436 componentes, de los cuales 87 para la jaula del tourbillon, que pesa 0,36 gramos. Se le han añadido dos barriletes coaxiales en serie, que le aportan una autonomía de 72 horas. Su balancín de inercia variable, equipado con un volante-espiral de curva terminal Phillips, da 21.600 alternancias por hora. Las platinas y los puentes están decorados a mano, graneados, cuidadosamente elaborados, con los flancos biselados. La caja, con los típicos «abombamientos» de algunos relojes de Greubel Forsey, es de oro blanco de 43,50 mm de diámetro y una altura de 16,14 mm. La esfera, el fondo y la ventana lateral son de cristal de zafiro. Una correa negra de aligator completa el conjunto.
Además de la gran complicación del tourbillon de 24 segundos y la innovación de mostrar la hora universal terrestre a partir de su representación tridimensional, lo que más me impresiona de este reloj es el conjunto del dial. Conseguir exponer tanta cantidad de información de una manera estéticamente bella, impactante y fácilmente legible es una maravilla. Realmente, este GMT hace honor a la definición del binomio que forman Robert y Stephen: «Greubel Forsey, inventeurs horlogers».