Cuando piensas en marcas icónicas de relojes estadounidenses, una de las primeras que te viene a la mente es Hamilton, y por una buena razón. Fundada en 1892 en Lancaster, Pensilvania, Hamilton fabricó el primer reloj eléctrico alimentado por batería en 1957 con el Ventura, y en 1972 presentó el Pulsar, el primer reloj digital LED. Pero mucho antes, la firma se hizo popular fabricando relojes de bolsillo de ferrocarril, ayudando a mantener bajo control la cada vez más extensa red ferroviaria estadounidense. Es esta parte de su historia que Hamilton ha elegido para conmemorar su 130 aniversario con el inesperado y encantador Hamilton Railroad Pocket Watch.
El ferrocarril estadounidense marca el estándar
En la segunda mitad del siglo XIX, Estados Unidos fue testigo de una rápida expansión de su sistema ferroviario, y en 1860, casi todas las ciudades importantes del noreste y medio oeste de Estados Unidos estaban conectadas por ferrocarril, y en 1869 se podía viajar de costa a costa a través del primer ferrocarril transcontinental. Si bien esta ramificación vertiginosa catalizó la economía del oeste estadounidense, también supuso un gran dolor de cabeza cuando se trataba de medir el tiempo. Antes del primer conjunto de estándares a gran escala, había 144 zonas horarias en América del Norte; no es un problema cuando se viaja en vagón, lo que lleva días, pero técnicamente podría significar llegar antes de partir una vez que proliferaran los viajes en tren. Peor aún, todas las diferentes compañías ferroviarias operaron con diferentes horarios y estándares, lo que resultó en una serie de colisiones.
Para evitar este caos, las principales compañías ferroviarias se unieron en 1883 y establecieron cuatro zonas horarias coordinadas (que se ampliaron a cinco y fueron adoptadas por el gobierno federal en 1918). En los años siguientes, la industria ferroviaria trabajó con los relojeros para establecer estándares de fabricación para los relojes de ferrocarril a fin de garantizar la seguridad del transporte. Los relojes aprobados debían estar fabricados con materiales de alta calidad implementar movimientos con una precisión de ± 30 segundos por semana. También debían ofrecer una excelente legibilidad, con una esfera blanca lisa con grandes numerales arábigos y en negrita, una escala de minutos exterior, un pequeño segundero y manecillas gruesas
Hamilton pronto se centró en producir relojes que cumplían con estos estándares ferroviarios. Estos cronómetros de alta precisión no solo se hicieron populares como instrumentos profesionales, sino que también atrajeron al público en general como relojes de alta calidad en las próximas décadas.
Hamilton Railroad Pocket Watch
Con 50 mm de diámetro y 11,95 mm de altura, la caja de acero inoxidable del Hamilton Railroad Pocket Watch abrumaría a la mayoría de las muñecas. Sin embargo, la esfera más grande es claramente beneficiosa para la repidez y precisión de la lectura, y no es particularmente grande si hablamos de un reloj de bolsillo. Los relojes de pulsera son obviamente populares, pero hay un verdadero encanto en usar un reloj de bolsillo. La corona push/pull se coloca a las 12 en punto y se utiliza para dar cuerda y ajustar el reloj. Por supuesto, no encontramos las asas tradicionales, siendo sustituidas por lo que un estribo con bisagra dispuesta bajo la corona para poder unir el reloj a la cadena de acero. Si en el pasado se guardaban en los pequeños bolsillos de los chalecos, actualmente un bolsillo lateral y una presilla para el cinturón harán el mismo servicio. El fondo de caja es sólido y luce el grabado de un tren y la leyenda «130th Anniversary Railroad Special».
Debajo del cristal de zafiro curvo, la esfera de esmalte blanco logra una legibilidad sorprendente con sus numerales negros y rojos. El dial presenta tres alturas diferentes: el anillo externo más elevado con las escalas de horas y minutos, el dial central con la leyenda «Hamilton Railway Special» y otro, el más encajado, para el pequeño segundero a las 6 horas.
Las escalas están impresas en negro, con números arábigos de gran tamaño de inspiración vintage para las horas y numeración individual para los minutos, con los intervalos de 5 minutos en rojo. Este diseño con la esfera escalonada permitía la fácil y rápida lectura de la hora. En esta interpretación moderna, la esfera recuerda sus orígenes y ofrece dimensionalidad con un toque de color en el borde exterior. Con el mismo objetivo de ofrecer una excelente legibilidad, las grandes manecillas también son negras, lo que ofrece un perfecto contraste sobre la esfera blanca.
En su interior se encuentra el calibre ETA 6497, un movimiento de remonte manual usado originalmente para relojes de bolsillo cuando se introdujo en la década de 1960, pero en la actualidad se usa regularmente en relojes de pulsera. Hamilton, sin embargo, optó por volver a los orígenes del movimiento al utilizarlo en este modelo. El ETA 6497 late a una velocidad relativamente lenta de 18.800 alternancias por hora (2,5 Hz) y dispone de una reserva de marcha de 50 horas. Las funciones incluyen horas centrales, minutos y pequeño segundero a las 6 en punto. El reloj va acompañado de una bolsa de viaje de cuero marrón con costuras a juego y cierre a presión.
El Hamilton Railroad Pocket Watch tiene un precio de 1..495 €, y su producción está limitada a 917 piezas, que es la dirección estadounidense original de Hamilton: 917 Columbia Avenue