Utilizo el término «de nuevo» porque no es la primera vez que Hublot presenta un reloj con motivo de la regata Bol d’Or Mirabaud que se celebra desde hace 76 años en el lago Leman. El término «otro» se debe a que en el anterior homenaje, el del 2013, recurrió exactamente al mismo reloj: el Classic Fusion Chronograph.
Como ocurre en todos los modelos del catálogo de Hublot, existe un número ingente de variantes del Fusion Chronograph, nada menos que 39!. Entre ellas encontramos cajas de titanio, de cerámica y de oro. Esferas negras, plateadas o de carbono. Con engastes parciales o totales de diamantes. Pero el aspecto que más diferencia todas estas versiones es que algunas de ellas utilizan unos contadores de cronógrafo de tamaño ampliado.
Estos contadores de mayor tamaño, junto con una caja de titanio y bisel de carbono es la combinación que ha elegido Hublot para este Classic Fusion Chronograph Bol d’Or Mirabaud 2014. La base de la esfera también recurre a la fibra de carbono y el uso conjunto de este material para ambos elementos es una de las novedades en la colección. La otra novedad, que en mi opinión es la que le proporciona su especial atractivo, son los dos contadores del cronógrafo en color azul metálico.
El fondo de la caja, de 45 milímetros de diámetro, está realizado también en titanio y en el encontramos grabado el logo, la edición y la inscripción de la Bol d’Or Mirabaud.
Si en el 2014 Hublot, en correspondencia con la 75ª edición de la regata, lanzó la edición especial de este cronógrafo con una producción limitada a 75 ejemplares, en este 2014 sigue la misma pauta y anuncia que se producirán 76 relojes, cuyo número individual también encontramos grabado en el fondo.
En parte es una lástima esta limitación tan acusada, pues considero que es la opción más atractiva de entre las innumerables que existen del Classic Fusion Chronograph. Es un reloj eminentemente deportivo, pero con una cierta discreción y combinación de tonalidades que no descartan su uso en ocasiones donde se requiera elegancia.
