Con el nuevo Spirit of Big Bang Cristal d’Or, Hublot aúna todos los rasgos que le han convertido en una marca relojera de referencia en un tiempo record. El concepto de fusión, el dominio en el desarrollo de materiales avanzados y el empeño en la alquimia de los metales, especialmente del oro, se hacen patentes en este Spirit of Big Bang Cristal d’Or.
Originalidad estética, excepcionalidad y rareza es lo que obtendrán los compradores del Spirit of Big Bang Cristal d’Or, algo a lo que los clientes y apasionados de Hublot están ya habituados. En esta ocasión, la buscada y efectiva simplicidad estética se basa en el espectáculo que siempre ofrece el oro sobre un fondo negro. Para ello Hublot ha elegido la cerámica negra para elaborar la caja de este Spirit of Big Bang, el mismo color, de hecho ausencia de color, que encontramos en la correa y en el fondo de la esfera. Y aquí, en medio de toda esta oscuridad es donde destellan los cristales de oro.
Precisamente en los cristales de oro que adornan la esfera es donde reside la excepcionalidad de la labor de investigación y desarrollo que ha realizado Hublot. Dado que no soy geólogo ni gemólogo, lo más coherente para explicar esta condición excepcional es reproducir las palabras que nos transmite la manufactura suiza de Nyon.
La cristalización natural del oro se remonta a decenas de millones de años, al momento en el que se formaron las cadenas montañosas. Desde las grietas de la Tierra, las aguas cálidas junto con la presión extrajeron el oro, depositándolo nuevamente sobre las rocas en forma de vetas. Con la erosión, estos filones transportados por el agua y la lluvia se depositan en los lechos de los ríos, dando lugar a las escamas de oro. Debido a que estas condiciones naturales se producen al mismo tiempo en contadas ocasiones, permitiendo la creación de escamas de oro, el cristal de oro, en estado natural, representa la forma más rara de oro en la Tierra.
Vista la rareza del cristal de oro, Hublot ha conseguido reproducir en su laboratorio este complejo proceso natural de cristalización. Para ello se parte de un oro de 24 quilates y se caliente hasta su punto de fusión que son 1.064,18 grados Celsius. Ello provoca que sus átomos se volatilicen en una mezcla gaseosa, entrelazándose entre sí y formando una estructura ligera. Miles de estas estructuras, los cristales de oro, se unen entre sí creando una forma aleatoria, única y prácticamente irreproducible.
Una vez realizado todo el proceso, Hublot procede a efectuar una fase de selección de los cristales y de las formas más idóneas, lo que no suelen superar el 20 % de los que se han producido.
La implementación en la esfera de los cristales de oro no es menos compleja que su elaboración. El proceso consiste en depositar los cristales de oro sobre la negra superficie de la esfera y fijarlos mediante la aplicación de capas de laca transparente. Ello se realiza en un ambiente de atmósfera controlada para evitar las burbujas de aire en su superficie, algo crítico ya que se deben aplicar una media de 20m capas de laca para encapsular los cristales. La última fase del delicado y complejo proceso es pulir la capa de laca, lo que hace que sea convierta en prácticamente invisible.
Hublot ofrece el Spirit of Big Bang Cristal d’Or en dos tamaños, de 39 y 42 milímetros. En teoría, el de 42 mm está destinado a muñecas masculinas potentes y el de 39 mm a las femeninas, aunque este último también puede ser perfectamente apto como reloj mixto, válido para mujeres y para hombres que valoren la discreción.
Ambas versiones comparten como motor el calibre HUB1710, un movimiento de carga automática que oscila a 28.800 alternancias por hora y que ofrece una cómoda reserva de marcha de 50 horas.
El precio de la variante de 39 milímetros es de 28.000 EUR y el de la versión de 42 mm se eleva ligeramente, hasta los 29.100 EUR.
