Esta es una de las poco habituales, aunque afortunadamente todavía existentes, ocasiones en las que en Watch-Test hablamos de una nueva marca. Maticemos. No me refiero a una nueva marca en el pleno sentido de la expresión, sino al percibido desde el punto de vista que su descubrimiento supone para nosotros. De hecho, y para soportar la frase anterior valga como ejemplo que Clerc Genève es un manufactura que responde a la cuarta generación de una familia de relojeros con sus orígenes en 1874. No es ahora el momento de indagar más en los inicios de la marca ni de como se ha desarrollado su actividad durante estos algo más de 140 años, sino que nos dedicaremos a analizar el Hydroscaph GMT Power-Reserve, que supone – después de los modelos Central Chronograph, H1 Chronometer y Tourbillon – la cuarta incorporación a la Colección Hydroscaph de esta manufactura. Relojes-instrumento es estado puro con altas dosis de polivalencia.
La caja.
Sin duda alguna el principal rasgo de identidad de la manufactura en general y de la Colección Hydroscaph en particular, que renuncia a los habituales patrones seguidos en la construcción de cajas para crear un continente resultado de una perfecta combinación entre diseño e ingeniería resistente a presiones de hasta 80 bar (800 metros).
Según reza el dicho, la cara es el espejo del alma, y la caja del Hydroscaph es un fiel reflejo de la naturaleza de este guardatiempos: un diver en toda su esencia. Fabricada en acero de alta densidad con tratamiento DLC en color negro en algunos de sus componentes existe, además, una segunda versión que adopta el oro rojo para combinarlo con el mismo acero con tratamiento DLC.
En cuanto al diámetro de la caja, este adopta un valor medido sobre el eje vertical de 43,8 mm, en tanto que sobre el eje horizontal alcanza un registro de 48 mm debido a la existencia de los protectores laterales. Estas dimensiones lo convierte en un reloj-instrumento descaradamente profesional orientado para un uso de diver sin concesiones aunque, sorprendentemente, dotado de una polivalencia digna de admiración.
La arquitectura de esta caja es implacable, imponente y transmite toda la robustez y complejidad conseguida gracias al ensamblaje de las 83 piezas que la integran. Vayamos por partes. Atendiendo al bisel giratorio, visualmente y tras una primera aproximación podríamos llevarnos la falsa impresión de que presenta una forma octogonal. En realidad la morfología responde a la tradicional curva aunque con ciertos matices. La base del bisel es circular en tanto que la sección superior, la que rodea al cristal de zafiro de 4 mm de espesor que cubre y protege a la esfera, es circular en su perímetro interno en tanto que octogonal en el externo. La unión entre ambos niveles del bisel se realiza gracias a un achaflanado en las posiciones de los cuartos que, adicionalmente, son los responsables de albergar los numerales arábigos así como el indicador triangular de inmersión cubierto de Super-LumiNova. El resto de la escala, también grabada, está formada por índices rectangulares.
En el plano horizontal que discurre por debajo del bisel nos encontramos con el segundo de los elementos que integra toda caja, la carrura. Tampoco encontramos convencionalismo alguno en ella debido, principalmente, a las protecciones laterales que incorpora. Estos refuerzos, patentados por la marca, tienen como única y loable función la de proteger al reloj contra los golpes. Alojados en esta carrura encontramos todos los elementos de manipulación de las funciones del Hydroscaph GMT. En primer lugar, a las 3, una corona de generosas dimensiones y estriada para facilitar su ajuste aun cuando sea utilizando los característicos guantes de buceo, permite sincronizar las indicaciones horarias del reloj así como la correspondiente a la fecha. También en la carrura se alberga la válvula de escape de helio automática típica de los relojes sumergibles.
A las 10 nos encontramos con el peculiar sistema de manipulación del bisel giratorio desarrollado por Clerc. En sustitución de la corona convencional destinada a tal fin – excepto en aquellos divers en los que se actúa directamente sobre el bisel para activar su giro – Clerc Genève implementa un sistema integrado por una pestaña en forma de asa semicircular que pivota sobre un eje de manera que, en la posición de retracción el movimiento del bisel queda bloqueado evitando de este modo cualquier manipulación accidental, en tanto que, cuando esta pequeña asa está en posición perpendicular a la carrura permite actuar sobre el giro del bisel. Para que os hagáis una idea del aspecto lateral del reloj y ya que no disponemos de imágenes de perfil de este GMT, os dejo la fotografía inferior que responde al modelo H1 Chronometer.
Por último, os hablaré del mecanismo de ajuste del segundo huso horario. Por el momento debo reconocer que tengo cierta confusión al respecto. Me explico. En primer lugar, la nota de prensa distribuida por Clerc habla de un único dispositivo de ajuste ubicado a las 4, en tanto que, si no recuerdo mal, durante nuestra visita a Clerc durante la pasada edición de Baselworld, los correctores eran dos – situados de manera aproximada a las 5 y a las 7 – y destinados uno de ellos a avanzar y el otro a retrasar esta indicación en intervalos de una hora. Las dudas no acaban aquí ya que, en tanto que en la pieza que tuvimos la oportunidad de disfrutar en directo estos correctores eran del tipo encastrado, aquellos que deben ser manipulados con la ayuda de algún tipo de herramienta punzante que generalmente se entrega con el guardatiempos, los responsables de la marca nos comentaron que en el modelo que finalmente se lanzaría al mercado estos elementos serían del tipo pulsador, al estilo de los empleados para los cronógrafos. Precisamente, mientras estáis leyendo estas líneas estamos asistiendo a la presentación de la marca en Barcelona donde todas nuestras dudas serán despejadas y así os lo transmitiremos. De todos modos, tenéis abierto el apartado de comentarios para todas aquellas consultas adicionales que podáis tener al respecto.
El fondo de la caja es del tipo visto gracias a lo que la manufactura define como un doble ojo de buey que consiste en una estructura ciertamente peculiar resultado de una combinación de un fondo ciego en acero con dos cristales de zafiro circulares de distintas dimensiones. Como sucede para el caso del perfil, tampoco disponemos de imágenes de la trasera del Hydroscaph GMT y es por ello que nos apoyamos de nuevo en el H1 Chronometer para que podáis haceros una idea de esta estructura.
Para acabar con la caja, que dicho sea de paso ha sido sometida a las pruebas que certifican el haber superado con éxito los estándares de tracción, choques, visibilidad, magnetismo, estanqueidad, resistencia al agua de mar y a la corrosión, os hablaré de las asas. Resulta obvio que, dada la naturaleza de este Hydroscaph, sus dimensiones y el material en el que ha sido fabricado, no se trata de un guardatiempos susceptible de contar, a priori, con la comodidad como una de sus tarjetas de visita. Pero he dicho a priori por dos motivos. El primero de ellos radica en el hecho de que una vez puesta la caja sobre la muñeca – y hablando siempre de la versión de 43,8 mm de diámetro puesto que la de 48 la considero como un reloj-instrumento sin concesión alguna – esta se adapta de una manera ciertamente sorprendente. Esta adaptación es fruto de la morfología de la base de la caja, pero el principal culpable son sus asas ya que son móviles y giran libremente alrededor de un eje paralelo a la caja de manera que, adicionalmente, la correa de caucho vulcanizado con cierre desplegable de acero actúa como una prolongación del cuerpo del reloj.
La esfera.
Atractiva y proporcionada, con acabados impecables y una excelente legibilidad de las indicaciones. Me basta con esta corta frase para definir los principales rasgos de la esfera del Hydroscaph GMT. Tan fácil de definir como complicado de conseguir. Disponible en blanco, marrón chocolate, azul y negro, la mayor parte de la superficie del dial, presenta un acabado cepillado vertical. Empezando por el radio más exterior, el que linda con el bisel de la caja, nos encontramos con un anillo responsable de albergar los índices de tipo bastón y transferidos en blanco y que integran la escala de los segundos y minutos. A continuación, la superficie cepillada de la que antes os hablaba ocupa el resto de la esfera, en un nivel ligeramente superior al anillo perimetral, excepto a las 12 y a las 6 donde deja espacio al indicador de reserva de marcha y al dial subsidiario del segundo huso horario respectivamente.
A caballo entre los dos niveles de la esfera se ubican unos imponentes índices horarios, en forma de numerales arábigos a las 3 y a las 9, de triángulo a las 12 y trapezoidales en el resto de posiciones. Todos ellos están manufacturados en acero pulido, biselados y facetados en dos niveles. Como podéis observar en la imagen que acompaña a estas líneas, estos índices son horizontales hasta llegar al radio que corresponde al extremo de la manecilla de las horas, donde inician un descenso inclinado para permitir el paso adecuado de esta aguja.
Todos estos elementos, al igual que las agujas de horas y minutos, de generosas dimensiones y estructura esqueletizada, se han rellenado con Super-LumiNova. El segundero comparte eje central con horas y minutos y se distingue de ellos a parte de por su grosor y construcción, por el color amarillo aplicado en prácticamente todo su recorrido.
Las indicaciones que alberga la esfera de este Hydroscaph son, en mi opinión, las más útiles para el día a día que puede implementar un reloj de pulsera: horas, minutos y segundos, de los que ya os he hablado, acompañados de un fechador por ventanilla circular a las 3, indicador de reserva de marcha por aguja y en forma de abanico a las 12 y, finalmente, un segundo huso horario con indicador de 24 horas en subdial que toma el nácar como material de base, generoso y de fácil lectura al igual que el resto de información ofrecida por la esfera, a las 6. Las agujas de estas dos últimas indicaciones son de color negro con sus extremos en el mismo amarillo empleado para el segundero central.
El calibre.
El corazón del Clerc Hydroscaph GMT Power-Reserve responde a un movimiento de remonte automático certificado como cronómetro por el COSC y bautizado con la referencia C610. La frecuencia de oscilación del volante es de 28.800 alternancias por hora, es decir, de 4 Hz, y su reserva de marcha, probablemente el que en mi opinión sea el punto débil de este reloj, de 42 horas.
Conclusiones.
Vaya por delante que el descubrimiento de Clerc fue, para los tres integrantes del equipo de Watch-Test, una grata y agradable sorpresa. Es interesante saber que tenemos territorios por explorar y que, aunque puedan pasarnos inicialmente desapercibidos, siempre podemos contar con los responsables de las marcas que se preocupan en dárnoslas a conocer (gracias a Alberto por insistir).
En líneas generales estamos ante un legítimo reloj-instrumento de pies a cabeza. Podría parecer que esta afirmación comportaría carácter excluyente en cualquier otro uso susceptible para un reloj pero, dejando a un lado la caja de 48 mm, el Hydroscaph GMT de 43,8 mm hace méritos más que suficientes para que, personalmente, pueda considerarlo como un reloj ciertamente versátil. Vale, no iniciaré una cruzada para negar lo que resulta obvio. Se trata de un diver y, por lo tanto, si hay que incluirlo en alguna de las categorías habituales habría que hacerlo en la de relojes deportivos. Pero lo que también es innegable – en las imágenes se percibe lo que en la realidad se magnifica – es que se trata de un diver elegante. ¿Conceptos contrapuestos?. Que cada uno juzgue por sí mismo.
Pros
Muchos. Estamos ante un reloj robusto, alimentado por un movimiento automático con certificado de cronómetro oficial por el COSC, con unas indicaciones que, además de útiles – las que más en mi opinión – presentan una configuración excelente en disposición y proporciones a la vez que legibles con extrema facilidad. A todo ello se le añade la paradoja conseguida por el conjunto y que tiene como resultado una polivalencia y versatilidad poco habitual en este tipo de relojes.
Contras
Pocos. Uno de ellos sería el único que, en mi opinión, penaliza la polivalencia de la que os hablaba en el apartado de los pros: el grosor de la caja. Este parámetro limita el uso de este guardatiempos con según qué camisas. No obstante, podemos aceptar con toda tranquilidad que no se trataría del reloj ideal para vestir en todas las ocasiones, pero sí en un elevado número de estas. El segundo punto débil es su reserva de marcha, aunque el remonte sea de tipo automático – facilita las cosas y aumenta la comodidad – sus 42 horas no permiten desprenderse del reloj durante un fin de semana completo sin tener que sincronizarlo de nuevo. Aunque, visto de otro modo … probablemente el fin de semana sea cuando más apetezca ponérselo.
La idea era acabar este artículo comentando brevemente la asociación entre Clerc Genève y Sub Aviator Systems (empresa norteamericana especializada en el diseño y producción de submarinos privados) pero dado que ya nos hemos extendido más de lo aconsejable, voy a dejarlo para una próxima entrega. Tiempo habrá para ello.