Si existe una firma de Alta Relojería que podamos calificar de metódica en cuanto al lanzamiento de sus novedades, esta es sin duda IWC. Solo hay que pensar cual de sus colecciones es la que lleva más tiempo sin sufrir una seria remodelación y acertaremos de pleno. Siguiendo este método, no tenía ningún mérito predecir que el 2023 sería el año del Ingenieur y así ha, sido, una novedad circunscrita, en el momento que escribimos este artículo a unos días de la inauguración del Watches and Wonders 2023, a la versión sólo hora Ingenieur Automatic 40.
IWC Schaffhausen lanzó el Ingenieur en 1955, un reloj que encarnaba el espíritu técnico de IWC y fue inicialmente desarrollado para profesionales como ingenieros, físicos y
médicos, cuyo trabajo los exponía a fuertes campos magnéticos. El primer Ingenieur, la Referencia 666, fue un hito técnico. En su interior latía el calibre 8531, el primer movimiento automático desarrollado internamente por IWC. Además de implementar el eficiente sistema de remonte Pellaton, el mecanismo se alojaba en una jaula interior de hierro dulce que lo protegía de los campos magnéticos. Esta tecnología había sido originalmente desarrollado para el Pilot’s Watch Mark 11, un reloj profesional de navegación diseñado en 1948 para la British Royal Air Force.
En 1976, IWC presentó el Ingenieur SL, una nueva y revisada versión diseñada por Gérald Genta bajo la referencia 1832. El primer Ingenieur de 1950 tenía un diseño redondo sin mucho carisma, y fue gracias a Genta que adoptó un carácter distintivo gracias a varios cambio estéticos claves, como por ejemplo los cinco orificios practicados directamente en el bisel de la caja destinados a albergar los tornillos de fijación, una esfera con un diseño de tablero de ajedrez y un brazalete integrado. Con ello, Gérald Genta situó al IWC Ingenieur a la altura de los icónicos Royal Oak de Audemars Piguet (1972) y Nautilus de Patek Philippe (1976), todos ellos creados por él, dentro de la nueva categoría nacida en los 70 de relojes deportivos de lujo en acero y brazalete integrado. Fabricado hasta 1984, el Ingenieur volvió a escena en 2005, pero no tuvo una buena acogida y volvió a ser retirado en 2009. Finalmente, la última generación vio la luz en 2013, ya con un elegante tamaño de 40 mm pero sin perder su espíritu instrumental. Su principal handicap era implementar el poco exclusivo ETA 2892.
El nuevo IWC Ingenieur automático refleja el carácter único del
diseño icónico de la década de 1970. Se han perfeccionado las proporciones de la caja (40 mm de diámetro x 10,80 mm de grosor) y su ergonomía. Pero tan o más importante que ello es que IWC ha decidido potenciar su elegancia combinando un acabado satinado general (circular en el bisel) con el pulido de los biseles y de los eslabones centrales del brazalete, perdiendo así parte del aspecto instrumental que lucía desde sus orígenes.
La distancia de asa a asa es de 45,7 milímetros, lo que garantiza una excelente portabilidad, incluso en un muñeca delgada. Pero la diferencia más evidente, sin embargo, es la utilización de tornillos poligonales funcionales. En el Ingenieur SL, el bisel con los cinco huecos fue simplemente atornillado en el anillo de la caja. La posición de los huecos fue puramente aleatorio, y nunca estuvieron en el mismo lugar. Ahora están siempre en la misma posición. Con un fondo ciego, su hermeticidad es de 10 bar (100 metros).
Una de las características más visibles del nuevo Ingenieur es el grabado en tablero de ajedrez de su esfera, un cambio en mi opinión necesario para darle personalidad, tal como utilizan tanto el Royal Oak como el Nautilus desde sus orígenes con sus reconocible patrones de esfera.
Similar a la Referencia 1832, el Ingenieur Automatic 40 presenta un dial con una estructura en rejilla, un patrón grabado que cubre toda la zona interior de la esfera y rodeada por un anillo perimetral con la simple escala de segundos/minutos decorada con un grabado concéntrico. También se han equilibrado las proporciones del logotipo de IWC y su posición en la esfera. Finalmente, los grandes índices aplicados (con una nueva geometría en forma de flecha) luminiscentes aseguran una excelente legibilidad, incluso de noche. Aunque mantiene las manecillas en forma de espada, ahora ya no están caladas, ganando así en elegancia. Por su parte, la ventana de fecha a las 3 horas está enmarcada, mientras que la tipografía utilizada resulta más agradable que la del Ingenieur de 2013.
El IWC Ingenieur Automatic 40 está disponible en tres referencias:
- Ref. IW328901: esfera negra
- Ref. IW328902: esfera plateada
- Ref. IW328903: esfera verde agua
También se han optimizado innumerables detalles que difícilmente notaremos a simple vista. Por ejemplo, la ausencia de pines visibles en los eslabones superiores del brazalete, o la ligera curvatura del cristal de zafiro que cubre la esfera.
Por suerte, los cambios también atañen a su movimiento, ya que en su interior late el calibre 32111. Este mecanismo de remonte automático fabricado por Valfleurier (propiedad de Richemont) vibra a una frecuencia de 4 Hz y ofrece una reserva de marcha de 72 horas. En los Pilot’s Watch Mark XX del año pasado, esta cifra se elevaba hasta las 120 horas (¿debido a la caja de hierro dulce?).
A falta de confirmar las buenas sensaciones en nuestra muñeca (y los precios, evidentemente), no cabe duda que el nuevo Ingenieur responde a lo que se esperaba de su renovación, tanto estética como mecánicamente hablando.