El bronce no es un metal desconocido en las colecciones de IWC, implementándolo principalmente en la colección Pilot’s Watch, además del Aquatimer Chronograph Edition Expedition Charles Darwin, el primer reloj de la firma con caja de bronce. Si los tres anteriores Relojes de Aviador fabricados en esta aleación se combinaban con esferas en verde, el nuevo Pilot’s Watch Chronograph 41 Bronze se acompaña de una esfera azul.
Puede que hayan pasado un par de años desde que las cajas de bronce fueron la mayor tendencia en la relojería, pero eso no significa que fuera una moda pasajera y que no deban seguir presentándose nuevas referencia en 2022. Esta aleación de bronce contiene aluminio y hierro para aumentar la dureza, haciéndola alrededor de un 50 % más resistente que el bronce normal. También le confiere una pátina oscura, casi rojiza, que se ve mucho más apropiada para este reloj que los reflejos verdes y azules que hemos visto en otros guardatiempos de bronce. Además, el cálido acabado arenado mate no permite confundirlo con el lujoso oro y enfatiza su estética de reloj-herramienta.
Seguramente, la pátina se desarrollará y le dará a la caja un color más oscuro y verde (un proceso que se puede deshacer, haciendo que el reloj se vea como nuevo si lo desea). El resto de especificaciones son las habituales, con los pulsadores y la corona también en bronce, una hipoalergénica trasera de titanio con cristal de zafiro y una hermeticidad de 100 metros. Por suerte, IWC se ha decantado por el tamaño del Pilot’s Watch más moderado y ergonómico, con un diámetro de 41 mm y un grosor de 14,5 mm.
La esfera de fondo azul del IWC Pilot’s Watch Chronograph 41 es sumamente equilibrada, tanto por la proporcionalidad de sus componentes como por la elección de su color bronce dorado o beige, ya sean los índices, escalas, totalizadores, manecillas o incluso los discos de las indicaciones del día de la semana y del mes a las 3 horas. Las manecillas y los índices en las posiciones cardinales están rellenos de Super-LumiNova, mientras que el único toque de color que rompe la dualidad azul/bronce lo encontramos en la manecilla del pequeño segundero en rojo. Un detalle sutil pero estéticamente acertado.
En su interior late el calibre IWC 69385, un movimiento cronógrafo de remonte automático fabricado por ValFleurier, del mismo grupo Richemont. A través del cristal de zafiro podemos observar el rotor esqueletizado, la rueda de pilares o la decoración circular del puente y el perlado de la platina. Latiendo a 28.800 alternancias por hora (4 Hz), su reserva de marcha es de 46 horas.
El IWC Pilot’s Watch Chronograph 41 Bronze se entrega con una correa de tela azul y está equipado con el práctico sistema EasX-CHANGE, que permite cambiarla fácilmente con solo apretar un botón. Su precio es de 7.700 €.
