IWC Schaffhausen lanza al mercado su primer movimiento de cronógrafo monopulsante y para ello toma como habitáculo la caja de la Colección Portofino. No negaré que, personalmente, me ha sorprendido esta elección en lo que respecta al continente puesto que probablemente sea, de manera conjunta con la casi olvidada Da Vinci, la menos deportiva de las colecciones de la manufactura. Pero dejemos a un lado mis opiniones personales y veamos las principales características de este Portofino Hand-wound Monopusher que, inicialmente, renuncia al acero como material de la caja y se producirá en dos referencias en caja de oro, una en oro blanco y una segunda en oro rojo.
Aunque si recurrimos a la búsqueda de la complicación de cronógrafo en la Colección Portofino nos encontramos únicamente con el Portofino Chronograph y sería lógico pensar que IWC parte de este guardatiempos como base para el desarrollo de la nueva pieza, lo cierto es que si profundizamos un poco más no es difícil encontrar muchos más parecidos con el Portofino Hand-wound Eight Days. La primera similitud, de carácter dimensional, la encontramos en el diámetro de la caja que mantiene los 45 mm – contra los 42 aplicados en el modelo con cronógrafo – a la vez que aumenta ligeramente la altura en un sólo milímetro para pasar de los 12 a los 13. El fondo de la caja es visto, a través de un cristal de zafiro, ofreciendo el conjunto una estanqueidad de 3 bar. Como siempre acostumbramos a decir al respecto de los valores de estanqueidad inferiores a 5 bar en los relojes del tipo de este Portofino, resultan justos en valor absoluto pero adecuados para el uso supuesto a la pieza.
El segundo motivo que me lleva a comparar este nuevo Portofino Hand-wound Monopusher con el Hand-wound Eight Days es la disposición de las indicaciones en el dial. De hecho el nuevo modelo con cronógrafo monopulsante no hace más que añadir las dos agujas que responden a los contadores de minutos y segundos y del crono a las implementadas en el modelo sin cronógrafo. De este modo, en ambas piezas se albergan las agujas de horas y minutos – en el mismo material que el utilizado para la caja – en disposición central, acompañadas de un pequeño segundero a las 6, un fechador por ventanilla a las 3 y, finalmente, un indicador de reserva de marcha por aguja y con la escala en forma de abanico entre las 8 y las 9. Adicionalmente, el nuevo guardatiempos que nos ocupa, añade una trotadora central para los segundos del cronógrafo y un contador de 60 minutos a las 12 implementado mediante un dial subsidiario que equilibra perfectamente al del pequeño segundero.
Obviamente, la gran novedad de esta pieza es el corazón que late en su interior ya que, como os comentaba en la introducción de este artículo, se trata del primer calibre de cronógrafo monopulsante de IWC y que se lanza bajo la referencia 59360 de remonte manual y con una frecuencia de oscilación del volante de 28.800 alternancias por hora (4Hz) y una reserva de marcha de unas espectaculares 192 horas o, lo que es lo mismo, 8 días completos.
Adicionalmente al material empleado en la construcción de la caja, que se se repite en los elementos del dial como las agujas y los índices horarios, las dos referencias en las que este nuevo Portofino saldrá a la luz se diferencian en el color de la esfera, con decorado «sunburst» en ambos casos, pizarra para el modelo en caja de oro blanco y plateada para el de oro rojo, así como en el color de la correa de aligátor de Santoni que montan, en gris para el primer caso y en marrón para el segundo. Los precios de venta recomendados de este IWC Portofino Hand-wound Monopusher serán de 25.400 € para la referencia en oro rojo y de 26.900 € en el caso de la de oro blanco.