IWC Portugieser Hand Wound 8 days «75th Anniversary»
Conjuntamente con el Perpetual Calendar Digital Date-Month analizado hace un par de semanas forma el tándem de guardatiempos incluidos en la Edición 75 aniversario de la nueva Colección Portugieser de IWC. En esta ocasión, la manufactura de Schaffhausen abandona toda complicación para crear una pieza sencilla en cuanto a diseño, con las indicaciones justas y necesarias, fiel a un modelo inédito de la colección. El Portugieser original se identifica habitualmente y de manera mayoritaria con la referencia 325 que veía la luz en los años 30. Su dial blanco con los numerales y escalas transferidas en negro, recibiendo las indicaciones de horas, minutos y pequeño segundero a las 6, se convertirían en seña de identidad de esta colección. No obstante y ya durante su primer año de vida, aparecerían nuevas versiones de esfera ciertamente atípicas y que a día de hoy siguen siendo desconocidas para un elevado número de aficionados a la marca.
Es precisamente sobre una de estas variaciones, conservada hasta ahora en una colección de carácter privado, en la que los diseñadores de IWC se inspiraron para dar a luz al reloj que nos ocupa: el Portugieser Hand Wound 8 Days. Albergado en una caja de 43 mm de diámetro por 12 de altura este guardatiempos se producirá en dos ediciones limitadas a 175 y 750 piezas – ambas cantidades intuyo que originadas por el 75 Aniversario puesto que esta cifra aparece en los dos primeros dígitos de la primera y en los dos últimos de la segunda. La primera de estas ediciones limitadas responde a una caja de oro rojo con el dial plateado y sus elementos – escalas y numerales – en color marrón con tonalidades doradas y contornos en negro; la segunda se alberga en una caja de acero con dial negro mate y sus elementos en color verde claro.
Resulta obvio que la verdadera novedad que imprime el carácter atípico de estos dos ejemplares reside en la esfera. Las agujas de horas y minutos de morfología lanceada acaparan todo el protagonismo en el centro del dial en tanto que apuntan a una minutería de tipo ferrocarril poco común y reforzada en las posiciones de los cuartos, a excepción de la correspondiente a las 6, por numerales arábigos de tipología poco usual. A las 6, un dial subsidiario alberga un pequeño segundero a la vez que se permite la única licencia respecto del modelo original al incorporar un discreto fechador por ventanilla circular. Para mantener el carácter vintage del conjunto, la leyenda actual de la manufactura se ve sustituida por la de la época.
La trasera de este Portugieser es vista gracias al zafiro montado y revela una excelente proporcionalidad entre el continente y el calibre albergado. En esta ocasión que el fondo sea visto no se debe únicamente a motivos estéticos, sino que es fruto de la necesidad de mostrar el indicador de reserva de marcha situado sobre uno de los puentes. Reservada la consulta de esta información al propietario del reloj, de este modo se consigue aligerar el contenido de la esfera y mantener de este modo la diafanidad y nitidez de las que goza.
El movimiento que late en el interior de este guardatiempos es el de referencia 59215, de remonte manual y que latiendo a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora entrega unas excelentes 192 horas de reserva de marcha. También en este aspecto existe un detalle importante y es que, aunque el calibre está preparado para entregar en realidad 9 días de autonomía, IWC renuncia a las últimas 24 horas mediante un dispositivo de bloqueo para evitar el funcionamiento del reloj en aquella franja en la que el par de fuerzas disminuye y, por tanto, afectaría negativamente a la precisión de la marcha. Importante en términos de sincronización resulta la existencia del dispositivo de parada del pequeño segundero, que resulta de inestimable ayuda en el momento de fijar la hora. En esta ocasión, las correas montadas en ambas referencias están también manufacturadas por Santoni y son de color marrón en el caso de la referencia en caja de oro rojo y negra para la versión en acero.