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Resulta sorprendente que en un periodo cercano posterior al SIHH, alguna de las marcas que en él han exhibido presente alguna novedad de importancia, pero sí lo ha hecho IWC. Tan solo dos mese después del salón ginebrino, la marca de Schaffhausen nos anuncia un reloj que podemos calificar sin duda de novedad mayor: el Portuguese Chronograph Classic.

Existía, y de momento existe, un cronógrafo en la colección Portuguese. Es más, si mi memoria no falla fue uno de los modelos que dieron inicio a esta colección en su etapa moderna. Pero este nuevo Chronograph Classic no representa ninguna derivación ni evolución del cronógrafo inicial, sino que debe considerarse como una pieza totalmente nueva que difiere de él en los aspectos más relevantes de un reloj mecánico.

La caja, aunque ligeramente incrementa su tamaño. La esfera, a pesar de conservar los rasgos generales identitarios de todo Portuguese, es totalmente nueva. Y el aspecto, sin duda, más relevante de todos: es el primer cronógrafo de esta colección que alberga un movimiento totalmente diseñado, desarrollado y manufacturado por IWC.

Este movimiento, el calibre 89361, es el mismo que equipa el Yacht Club, también perteneciente a la colección Portuguese, que en su versión Laureus os presentamos hace poco más de una semana. Sus esferas, aparte del color, son idénticas y es lógico, ya que este elemento siempre está condicionado por el movimiento que da vida a sus indicaciones. Pero a pesar de compartir calibre y esfera, se trata de dos relojes totalmente distintos, y ello se debe a dos detalles fundamentales. Mientras el Yacht Club dispone de una enorme caja de 45,4 milímetros de diámetro, la de este nuevo Classic se reduce a unos más razonables 42 milímetros. El segundo detalle es la ausencia en el Classic de los protectores de corona laterales del Yacht Club.

Estas diferencias implican un muy distinto tipo de público, o mejor dicho de la finalidad, a la que se enfocan ambos relojes. El Yacht Club es una pieza de caracter eminentemente deportivo, mientras el nuevo Classic es un reloj de perfil elegante y casi polivalente, especialmente debido a que IWC sigue con él su buena costumbre de ofrecer la mayoría de sus relojes en versiones de acero.

El «casi» que le otorgo a su posible versatilidad es debido al grosor de su caja, que asciende a nada menos que 14,5 milímetros, lo que le inabilita formalmente para ser considerado como un reloj de corte puramente elegante. Lo malo es que su posible versatilidad en la vertiente deportiva también la inhabilita su muy escasa hermeticidad, de tan solo 3 bares. Todo ello me resulta un tanto desconcertante, ya que los dos elementos que cito van intimamente ligados y son directamente proporcionales, pues uno de los factores que influye en la hermeticidad es el grosor del cristal de zafiro que protege la esfera y el fondo de un reloj.

Cuanta más hermeticidad, mayor debe ser el grosor de estos cristales para resistir la presión del agua. Por ello, creo que su grosor de 14,5 milímetros, igual o mayor que la mayoría de relojes de buceo, debería permitir un incremento notable de su hermeticidad. Una explicación a este hecho podrían ser los pulsadores del cronógrafo, que por su necesaria movilidad siempre representan puntos débiles a la filtración del agua, aunque hoy en día es un tema técnico sobradamente resuelto y existen cronógrafos de buceo con grandes hermeticidades cuyos pulsadores pueden ser accionados incluso bajo el agua.

Estas carencias y excesos son una auténtica lástima. Cuando he visto por primera vez las imágenes de este nuevo Portuguese Chronograph Classic he sufrido un peligroso e instantáneo enamoramiento. La estética de su esfera, como la de la mayoría de Portuguese, me parece sublime. La implementación de las indicaciones del cronógrafo es de las mejores que existen, ya que al albergar en una misma sub-esfera el totalizador de horas y minutos cronometrados, permite una configuración equivalente a la de un bi-compax clásico, pero sin sacrificar el contador de horas o el segundero pequeño. Ello le permite ofrecer el máximo de indicaciones posible en el menor espacio, lo que beneficia indiscutiblemente la limpieza y por tanto la elegancia de la esfera.

La decepción viene cuando la pasión deja paso a la razón. Cuando vista debidamente para una ocasión formal, debido a su grosor, la caja de este reloj no cabrá bajo los puños de la camisa. Cuando llegue el verano ya me puedo olvidar de acercarme a entornos marinos porque peligra la integridad del mecanismo del reloj debido a su muy escasa hermeticidad. Lo peor de todo esto es que me deja una sensación de impotencia que me lleva a pensar que IWC podía haberlo solucionado, pero o no ha pensado en ello o no le ha dado importancia. La prueba de ello, es que el Yacht Club, con exactamente el mismo grosor de caja e idéntico calibre, anuncia una hermeticidad de 6 bares, que sin ser una cifra espectacular son nada menos que el doble de los que anuncia el Classic… ¡Que alguien me lo explique!


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Décadas de pasión heredada por la relojería. 17 años transmitiendo esta pasión por internet. Primero fue MundoPanerai, luego Cronomundi, ahora Watch-Test. Unos proyectos que nacieron bajo una idea muy clara que se mantiene en el tiempo: el lector busca opinión de calidad y fiable. Con toda la subjetividad que conlleva, opinión y crítica razonada es lo que pienso seguir ofreciendo.

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