De los dos guardatiempos objeto de este artículo ya os hablé, de manera superficial, en el que hace unos días dedicábamos a las novedades que la manufactura de Schaffhausen había presentado durante la primera edición del salón asiático Watches & Wonders. Aunque el inicio de la relación de IWC con el escritor, aventurero y aviador Antoine de Saint-Exupéry se remonta al año 2006 y han sido numerosos los guardatiempos que la manufactura ha dedicado a este personaje durante estos siete años, esta es la primera vez que estos relojes se dedican a la que, probablemente sea la más famosa de las obras del autor francés que, adicionalmente, celebra este año su septuagésimo aniversario: El Principito.
De todas las colecciones existentes en el catálogo de IWC la que más se identifica, sin duda, con el escritor francés, es la que responde a los Relojes de Aviador o Pilot dada la estrecha relación que Saint-Exupéry mantuvo durante toda su vida con el mundo de la aviación. De este modo, y siguiendo con la tradición iniciada por sus predecesores, los modelos elegidos en esta ocasión y que rinden tributo a esta obra literaria son el Gran Reloj de Aviador Calendario Perpetuo y el Reloj de Aviador Mark XVII. Dos opciones claramente diferenciadas en todos los sentidos, tanto por lo que respecta a las complicaciones implementadas como al material de construcción de la caja y que representan, por dichas razones, rangos de precios adaptados a dos perfiles de compradores bien distintos.
El claro protagonista de este tributo de la manufactura a «El Principito» es, sin lugar a dudas, el Gran Reloj de Aviador Calendario Perpetuo, con su contundente e imponente caja manufacturada en oro rojo con unas dimensiones de 46 mm de diámetro por 16 de espesor. Estas magnitudes dan lugar al segundo de los condicionantes en la adquisición de esta pieza ya que a la vertiente pecuniaria se añade la necesidad de poseer una muñeca de tamaño considerable para que el reloj se adapte y sea relativamente cómodo en su uso.
El dial azul oscuro de este guardatiempos combina a la perfección con el material de la caja y da lugar a un bello contraste entre ambos. El calibre de remonte automático 51613 con una frecuencia de oscilación del volante de 3 Hz y una descomunal reserva de marcha de 168 horas o, lo que es lo mismo, 7 días completos, es el responsable de animar el movimiento de todas las indicaciones de esta pieza. Horas y minutos centrales, con un pequeño segundero con dispositivo de parada en subdial a las 9 e indicador de reserva de marcha por aguja en dial subsidiario a las 3, se ven perfectamente completadas con las indicaciones correspondientes a la complicación de calendario perpetuo y que, caso de mantener en funcionamiento el reloj sin interrupción alguna, no precisará de ajuste por parte de un relojero hasta el año 2100.
Estas indicaciones del calendario perpetuo, todas implementadas por aguja excepto la correspondiente a la del año representada por cuatro dígitos entre las 7 y las 8, consisten en un fechador cuya escala comparte subdial con la indicación de la reserva de marcha a las 3, día de la semana a las 9 compartiendo dial subsidiario con el pequeño segundero a las 9 y mes en pequeño subdial a las 6. Precisamente en la última de las indicaciones del calendario perpetuo y que se alza como completa protagonista en el hemisferio superior de la esfera es donde encontramos la referencia de esta pieza al motivo de su edición. El indicador de las fases de la luna, que por primera vez se implementa a la manera tradicional en un Gran Reloj de Aviador, evoca la imagen de la portada de la obra literaria de Saint-Exupéry.
La trasera de este Gran Reloj de Aviador Calendario Perpetuo «Le Petit Prince» es del tipo visto e incorpora un cristal de zafiro que permite observar el movimiento del guardatiempos y la segunda referencia de la pieza al libro que rememora. Un medallón en oro incorporado en el rotor del calibre alberga el grabado de la figura del protagonista, a la vez que la masa oscilante sirve de soporte para la leyenda «LE PETIT PRINCE» a la izquierda del medallón y el número individual de cada una de las 270 piezas que integran esta Edición Limitada a la derecha.
El guardatiempos se entrega con una encuadernación que reproduce la primera edición original en inglés con el título «The Little Prince» así como el manuscrito original de Saint-Exupéry en francés.
El tributo más «terrenal» de IWC a «El Principito» lo representa una Edición Limitada a 1.000 unidades del Reloj de Aviador Mark XVII con una caja de acero de 41 mm de diámetro por 11 de altura. A todas luces más asequible tanto económicamente como en lo que a comodidad de uso se refiere.
No obstante al apelativo que me he permitido atribuirle, este Mark XVII es una pieza más que interesante por diversos motivos. Uno de ellos es, sin duda, la incorporación de una caja interna de hierro dulce que protege al movimiento del reloj frente a las influencias negativas de los campos magnéticos. Las indicaciones albergadas por el dial, con el mismo color azul oscuro que su hermano mayor, presentan una legibilidad excelente y se reducen a las más habituales a la vez que útiles de un reloj: horas, minutos y segundero en configuración central con fechador por ventanilla a las 3.
En este caso el calibre albergado es el de remonte automático 30110, con una frecuencia de oscilación de 28.800 alternancias por hora y una reserva de marcha, algo limitada en este caso, de 42 horas. Al igual que sucede en el calibre de calendario perpetuo visto anteriormente, el 30110 cuenta también con el siempre útil dispositivo de parada del segundero.
Las referencias a la obra de Exupéry las encontramos en este caso en el pequeño contrapeso del segundero, que representa una de las estrellas de «El Principito», y en el fondo ciego de la caja que alberga el mismo grabado que el representado en el medallón del rotor del modelo con calendario perpetuo.
Para acabar, os dejo con un interesante video que IWC ha editado con el motivo del lanzamiento de estas dos Ediciones Especiales.
