La relación entre IWC y Antoine de Saint-Exupéry es sobradamente conocida por cualquier aficionado a la alta relojería. La primera de estas colaboraciones se remonta a 2005, cuando la manufactura de Schaffhausen inició su proyecto de dedicar algunas de sus piezas a este aviador y escritor francés. Ya en 2013, ocho años después, nacería la segunda de estas series de guardatiempos esta vez dedicada a la que probablemente sea la más famosa de las obras de este autor: El Principito. El Gran Reloj de Aviador Tourbillon Fuerza Constante «Le Petit Prince» responde a la última de las incorporaciones a esta serie de relojes.
El Gran Reloj de Aviador Tourbillon Fuerza Constante «Le Petit Prince», que se producirá en una edición limitada a 10 unidades, se caracteriza por convertirse en el primer reloj de aviador que implementa un tourbillon de fuerza constante en su mecanismo. Adicionalmente, esta pieza es también la primera en construir su caja con lo que IWC bautiza como «oro duro». Este oro duro responde a una nueva aleación de oro rosa de mayor dureza y entre 5 y 10 veces más resistente al desgaste que el oro rosa convencional.
Las dimensiones de esta caja son ciertamente generosas. Sus 46,2 mm de diámetro por 13,5 mm de espesor hacen que el Gran Reloj de Aviador Tourbillon Fuerza Constante «Le Petit Prince» no sea apto para todos los tamaños de muñeca. La esfera, que respeta el atractivo color azul noche habitual en esta serie de relojes, alberga las indicaciones de horas y minutos acompañadas de un indicador de reserva de marcha por aguja y una exquisita representación de las fases lunares. El hemisferio izquierdo del reloj cede todo el protagonismo a la apertura que deja paso al tourbillon.
En esta ocasión, y al contrario con lo que sucede con las otras novedades preSIHH que IWC nos ha adelantado este año (Spitfire y Top Gun), el fondo de este guardatiempos es del tipo visto, lo que permite observar el calibre que late en su interior. Este calibre es el 94805 de remonte manual que oscilando a una frecuencia de 18.000 alternancias por hora (2,5 Hz) entrega una reserva de marcha de 96 horas o, lo que es lo mismo, cuatro días completos.