Jaeger-LeCoultre Atmos Transparente es el muy descriptivo nombre de la nueva variante de este famoso reloj de mesa que nos presenta la histórica manufactura de Le Sentier para finalizar el año.
Puede parecer casi anacrónico hablar hoy en día de relojes de mesa, pero el Atmos de Jaeger-LeCoultre es un mundo aparte. Se trata de un extraordinario reloj cuyo protagonista es el increíble «mecanismo» que lo aparta de todo lo visto en cualquier tipo de reloj, ya sea mecánico, eléctrico o de cuarzo.
El Atmos es un reloj que no requiere de un mecanismo convencional ni de ningún tipo de pila para abastecerse de energía. Una simple variación de 1º Celsius en el ambiente es suficiente para que el «motor» del Atmos cargue energía suficiente para funcionar durante 48 horas.
No se trata de una invención que pueda calificarse de moderna, ya que para encontrar los primeros relojes cuya energía se obtiene mediante cambios de temperatura o de presión atmosférica debemos remontarnos al siglo XVII. Por el motivo que sea, este tipo de reloj no tuvo continuación y tendremos que esperar hasta 1928, año en el que el ingeniero suizo Jean-Léon Reutter inventó el mecanismo del actual Atmos. La teoría física del funcionamiento del Atmos la podéis encontrar en este artículo que escribió Jordi en marzo del 2013 sobre el Atmos Hermes.
Pero, como ya hemos aprendido de múltiples invenciones actuales, el éxito del Atmos se debe principalmente a cuestiones comerciales y de marketing. No debe tomarse esta afirmación en sentido peyorativo ya que fue el acuerdo de Reutter con Jaeger-LeCoultre, para fabricar y vender el Atmos, el que proporcionó a esta invención el prestigio y el reconocimiento de la histórica manufactura suiza para darse a conocer universalmente.
Mecánicamente, lo asombroso del Atmos, es que salvo que se aloje en un «imposible» entorno hermético, inmune a cualquier tipo de variación atmosférica, funcionará eternamente sin intervención humana alguna. El Atmos que Jaeger-LeCoultre empotró literalmente en una de las paredes de su manufactura demuestra muy explícitamente esta teoría.
En el apartado estético, las ventajas que proporciona un reloj de mesa son enormes. La gran superficie externa que aloja la esfera y el mecanismo, permite una diversidad de formas, acabados y materiales prácticamente infinita. La enorme variedad de Atmos que hemos visto aparecer a lo largo de sus 90 años de historia demuestran dicha versatilidad. Este Jaeger-LeCoultre Atmos Transparente es la octava variante que encontramos en el catálogo actual de la manufactura suiza.
Seis de estas ocho versiones son de carácter eminentemente clásico. Por contra, el «Transparente» se alinea con el fascinante «Newson» ofreciendo una estética de carácter marcadamente contemporáneo. Su nombre de «Transparente» es muy explícito ya que transparencia total es lo que ofrecen las seis caras de cristal del cubo que lo envuelve. Al contrario que en las versiones más clásicas, apreciamos la ausencia de cualquier tipo de marco en las juntas de las cuatro caras verticales. Ello, unido a que se ha fijado la esfera y el mecanismo a la parte trasera del cubo, proporciona una hipnótica sensación de flotabilidad en el vacío.
Siguiendo con este código estético, que bien podríamos calificar de «Bauhaus», la simplicidad y legibilidad dictan el diseño de la esfera. Un gran circulo con índices horarios negros se ve recorrido por las dos agujas, también negras, que nos indican las horas y los minutos. El resto es desnudez pura, dejando plenamente visible todos los ángulos del fascinante mecanismo del Atmos.
El precio del Jaeger-LeCoultre Atmos Transparente es de 9.950 EUR. Es una cifra mucho más asequible que los 27.900 EUR del Newson, la otra única alternativa actual que tenemos de un reloj Atmos de estética contemporánea.