Si dispusiera del dinero y la oportunidad no dudaría ni un instante en adquirir este Jaeger-LeCoultre Master Grande Tradition Répétition Minutes Perpétuelle. Así de sencilla y contundente es mi conclusión.
De hecho, el primer condicionante lo deduzco porque, como en todos los casos de relojes del más alto nivel, su precio es «bajo pedido». En el caso de no existir este problema, creo que el segundo condicionante se podría solventar ya que la producción de este reloj está limitada a 30 piezas. Es una cifra muy baja para una edición limitada, pero muy elevada si tenemos en cuenta la extrema complejidad de este Master Grande Tradition.
Estéticamente es un reloj elegante que al mismo tiempo, sin perder su discreción, resulta impactante. Las complicaciones que ofrece son el sueño de cualquier coleccionista. Como todo Master Grande Tradition, sus acabados son intachables. Desprende clasicismo pero encierra una vanguardia técnica revolucionaria. ¿Qué más se puede pedir?