Este año se cumple el 275 aniversario de la fundación de Jaquet Droz y esperábamos algo sonado para conmemorarlo, una impresión que se diluye relativamente con la primera impresión al ver los nuevos relojes de sus colecciones regulares. Pero aquí no termina todo, ya que Jaquet Droz conmemora a lo grande su aniversario concentrando la mayor parte de su esfuerzos en una pieza tan compleja como sorprendente e impensable en su conjunto estético: el «Charming Bird».
Los cuatro nuevos restantes relojes siguen las líneas clásicas de la firma de La Chaux-de-Fonds, lo cual no significa que sean relojes corrientes ya que este es un término antagónico con el ADN de Jaquet Droz. Formas atípicas de mostrar las indicaciones y esferas exquisitas son características comunes a estos relojes, pero siempre, y ahí esta lo realmente difícil, sin caer jamás en la más mínima extravagancia.
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The Charming Bird
El Charming Bird es el cuarto miembro de una saga de relojes que recurre a los pájaros como motivo y a complejas técnicas artísticas y mecánicas para implantarlos en su esfera. esta saga la inició la utilización de la pintura en miniatura en 2010, le siguió el gravado y la escultura en el 2011 con el grabado. En el 2012 Jaquet Droz nos presentó los impresionantes autómatas del The Bird Repeater. Ahora nos presenta este Charming Bird que combina un autómata en tres dimensiones con una esfera transparente, de una estética vanguardista impensable en este tipo de reloj, pero cuyo resultado final nos deja realmente boquiabiertos.
Atreverse a combinar un motivo tan clásico como es un pájaro y una sub-esfera del tiempo, también clásica, con este fondo, es una verdadera audacia. Son conceptos que siempre se han admirado y han funcionado por separado, paro hasta ahora, el aunarlos en un solo reloj nadie había osado hacerlo.
Pero que este increíble conjunto estético no nos engañe, ya que en él se encierra una complejidad mecánica dificilmente superable. Va más alla del concepto de la reina de las grandes complicaciones, que es la repetición de minutos, emitiendo a petición el silbido del pájaro, todo ello conjuntado con una serie de complejos movimientos por parte de este autómata. Evidentemente esta pieza, presentada en edición limitada a 28 unidades, merecerá un próximo análisis en profundidad.
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Grande Heure GMT
Este reloj encarna al cien por cien el ADN de Jaquet Droz mostrando sus indicaciones de un modo absolutamente atípico. Se podría calificar como de la simplicidad elevada a la máxima potencia, ya que estamos ante una pieza que nos indica la hora, los minutos y un segundo huso horario mediante tan solo dos agujas!.
Para el tiempo local, recurre a una implementación ya vista en Jaquet Droz, que es la utilización de una sola aguja, con lo cual se consigue una estética absolutamente limpia, aunque con una cierta imprecisión para leer los minutos. La forma de indicar el segundo huso horario es idéntica, en este caso mediante una aguja azul.
Para permitirnos distinguir con precisión el horario nocturno del diurno, Jaquet Droz recurre a una esfera que contiene 24 índice horarios en lugar de los 12 habituales. Con ello se consigue prescindir del típico indicador día/noche, aunque el menor espacio disponible entre los índices horarios solo permite implantar entre ellos 5 índices de menor tamaño que nos indican fracciones de 10 minutos.
Este es sin duda un reloj para los amantes de la originalidad sin estridencias aunada con el clasicismo. Eso sí, no creo que sea muy apropiado para personas con tendencia a estresarse con el minuto en que viven.
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Grande Seconde Quantième
Jaquet Droz tiene la buena costumbre de ofrecernos la mayoría de sus relojes con diversos acabados y colores de esfera. Ahora suma dos nuevas versiones de uno de sus relojes más emblemáticos, el Grande Seconde en su versión Quantième.
La versión de acero de este reloj, con su gran segundero, dentro del cual ubica el fechador por aguja, existía con esfera opalina, negra satinada o con un original acabado Côtes de Genève en negro o en plateado. Ahora nos presenta dos nuevos colores para esta última decoración: el azul y el chocolate. El resto no varía con respecto a las versiones existentes; caja de 43 mm de diámetro por 11.63 de grosor y el calibre de carga automática 2660Q2 equipado con doble barrilete que nos ofrece 68 horas de reserva de marcha.
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Calendario Perpetuo Eclipse
Este reloj combina dos complicaciones ya existentes dentro del catálogo jaquet Droz, el calendario perpetuo retrógrado con la peculiar indicación de fases lunares «eclipse».
Salvo la del mes, las indicaciones de la fecha y del día de la semana se realizan por aguja de forma retrógrada, lo que añade complejidad y fascinación visual a esta ya de por sí importante complicación. A elo se suma la indicación de fases lunares, que Jaquet Droz denomina eclipse, consistente en una raqueta de ónice que se desplaza cubriendo y descubriendo progresivamente una luna de oro.
La caja, disponible exclusivamente en oro rojo de 43 milímetros, nos ofrece su esfera esmaltada «Grand Feu» en color marfil o negro. Su movimiento es el calibre de carga automática 5853LR.4.
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Douce Villes Aventurine
Este modelo, ya existente en el catálogo de Jaquet Droz con caja de oro rosa de 43 milímetros, se presenta ahora con caja de acero de 39 mm de diámetro, una buena noticia pues sin duda disminuirá el precio de la complicación de horas mundiales más peculiar del mercado actual.
Como en la mayoría de relojes Jaquet Droz, en el «Douce Villes» prima la nitidez por encima de todo. Así nuevamente tenemos una sola aguja para leer el tiempo, tanto las horas como los minutos que se distinguen por unos índices en forma de punto, menores que los de las horas. En contra de la mayoría de relojes con esta complicación, que cuentan con un gran anillo externo que nos muestra la hora de los 24 husos horarios, el Douce Villes nos presenta dos discretas ventanas en las cuales se indica la ciudad de referencia y su hora correspondiente. Eso sí, se limita a doce ciudades, o lo que es lo mismo, doce husos horarios, la mitad de los habituales.
La novedad, además del material y tamaño de la caja, reside en su esfera que combina la aventurina, una variante del cuarzo con partículas de mica, con una zona central realizada en nácar.