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Jaquet Droz – Grande Seconde Décentrée Email

Jaquet Droz nos anuncia que el Grande Seconde Décentrée que presentó recientemente en Baselworld, ya está disponible en los puntos de venta oficiales de la marca. Este es un hecho bastante inusual, ya que normalmente las novedades tardan bastantes meses en llegar al mercado, pero es un buen pretexto para hablar sobre esta espléndida y curiosa pieza.

El esquema básico de las indicaciones en un reloj mecánico es de horas y minutos centrales complementadas por un pequeño segundero ubicado a las 6 horas. Toda alteración de este esquema ya representa una complicación. Así, por ejemplo, aunque el hábito lo disimule, el segundero central que encontramos en la inmensa mayoría de relojes es una complicación por si misma. Partiendo de esta premisa, el Jaquet Droz Grande Seconde parece seguir el esquema original de los relojes mecánicos, pero nada más lejos de la realidad.

Cierto que las agujas de hora y minutos comparten el mismo eje, y que se complementan con un segundero que cuenta con su propio dial, pero ninguna de estas indicaciones se encuentra ubicada en su posición natural. El sub-dial de horas y minutos se desplaza hacia las 12 y el segundero se encuentra más centrado de lo habitual. Esto se aprecia claramente en la imagen inferior, que corresponde al Grande Seconde, del que deriva este nuevo «Grande Seconde».

Esta disposición también la encontramos en relojes tan deseados como son los Lange 1 o en la mayoría de los que componen el catálogo de F.P. Journe. Pero además de su ubicación, lo más sorprendente y atípico de este reloj es el tamaño y la proporción de dichas indicaciones. Mientras en los relojes «normales» las horas y minutos ocupan un espacio preponderante, en el Grande Seconde, tal y como indica su nombre, se invierte la ecuación y el segundero pasa a dominar, convirtiéndose en el gran protagonista visual de la esfera.

A nivel funcional, no se puede decir que sea la solución más práctica, ya que raras son las veces en las que prestamos atención al segundero de un reloj. Lo que es innegable, es que sin perder un ápice de su clasicismo y sin caer en extravagancias, la estética del Jaquet Droz Grande Seconde es de una originalidad fascinante. A su gran nitidez estética contribuye el fondo de su esfera, totalmente esmaltado en tonalidad marfil, por otra parte algo bastante común en los relojes Jaquet Droz, que se distinguen por el tratamiento exquisito que se da a cualquiera de sus esferas.

El reloj que nos ocupa, el Grande Seconde Décentrée Email, es una nueva variante de esta pieza, que descentra, en el sentido transversal, los dos diales que ocupan su esfera. Así, la indicación de horas y minutos se desplaza hacia la derecha, mientras que el gran segundero lo hace a la izquierda. A primera vista pudiera parecer que este desplazamiento de las indicaciones representa una nueva complicación mecánica, pero no es así. Si observamos la imagen superior, veremos que la corona tambien se ha desplazado en el sentido horario y si realizamos el ejercicio mental de agrupar dicha corona con los diales y desplazarla hasta su posición habitual de las 9 horas, veremos que los diales vuelven a su posición original.

Es decir, lo que Jaquet Droz ha realizado es simplemente montar el calibre 2663A sin modificación alguna, pero desplazando todo el conjunto unos 45 grados en sentido horario. Este truco no tiene nada de criticable, más bien lo contrario, ya que demuestra que no siempre es necesario recurrir a complejas solucione mecánicas para obtener una estética original y diferenciadora.

Tanto en el modelo original como en esta variación, destaca el hecho de que los dos diales se superponen en una zona determinada, algo que tambien hemos visto ultimamente en algunos cronógrafos. Lo que es realmente elogiable, es que la superposición de sus índices no interfiere en la lectura de ninguno de ellos. Esto se debe a que Jaquet Droz recurre a unos índices tipo «Chemin de Fer», delimitados por unas líneas de tal finura que permiten la clara lectura del tiempo, incluso en los dos puntos concretos donde se produce la intersección.

El Jaquet Droz Grande Seconde representa el prototipo del reloj elegante por excelencia. Tal como dictan los cánones para este tipo de piezas, se limita a las mínimas indicaciones y en su esfera predomina la limpieza, cualidad que se ve incrementada por la finura del bisel de la caja que huye de todo protagonismo. La exquisitez de su esmaltado aporta un valor añadido y un último grado de objeto preciosos a este reloj. Esta es una pieza muy a tener en cuenta si buscamos un reloj de claro corte elegante. Si además queremos incrementar la originalidad, tenemos la opción de esta nueva variante «Décentrée».