El Grande Seconde Moon Anthracite añade una nueva opción a la variante con fase lunar de la gama más emblemática de Jaquet Droz. Si tuviéramos que elegir un reloj que aglutinara los genes de Jaquet Droz, este sería sin duda el Grande Seconde. Es un reloj que aporta carácter, elegancia y personalidad. Además, Jaquet Droz ofrece de él múltiples versiones y variantes con el gran plus de ofrecernos la opción de caja de acero, un metal que además de practicidad, genera que si precio sea asequible a muchos más bolsillos que las versiones con caja de oro.
Este detalle de la caja de acero puede parecer banal, pero está muy lejos de serlo. Por motivos más históricos que lógicos la totalidad de las grandes firmas de Alta Relojería solo ofrecen sus relojes de corte clásico con cajas de metales nobles. La consecuencia es que el precio del Grande Seconde Moon Anthracite, de 15.700 francos suizos, es la mitad o menos que el de relojes de marcas equivalentes con complicaciones medias, como es el caso de la indicación de fase lunar.
Además de la variantes con esfera opalina plateada, la que podemos calificar de más convencional, Jaquet Droz ha presentado en los tiempos más recientes versiones con esfera realizada en materiales más sofisticados, una de las grandes especialidades de la manufactura de La Chaux-de-Fonds. Así, en enero del 2018 vimos aparecer el Grande Seconde Moon Black Enamel (artículo) que recurre al siempre exquisito esmalte Gran Feu. En enero del 2019 se elevó el nivel de rareza con el Grande Seconde Moon Swiss Serpentinite, al que dedicamos este artículo.
Ahora, esta versión Anthracite, con esfera gris arenada, se añade una opción que se ubica en medio de las variantes del catálogo de este reloj. Se aparta de la más convencional esfera plateada, pero no llega a la sofisticación, ni al coste, del esmalte Gran Feu o de la Aventurina. Ello no es óbice para que se recurra a metales nobles, como el oro blanco, para esculpir las estrellas y la luna que encontramos en esta indicación.
Otro detalle significativo en la esfera es que Jaquet Droz ha decidido recurrir a agujas azuladas para las indicaciones de horas, minutos, segundos y del fechador. El mismo color también se aplica al fondo de la indicación de fase lunar. El resultado es de un contraste espectacular con el gris del fondo de la esfera, siempre sin llegar a perder elegancia.
El movimiento no sufre ninguna variación con respecto a las demás versiones del Grande Seconde con esta complicación. Se trata del calibre 2660QL3, un movimiento de carga automática con doble barrilete y con la espiral y los cuernos del áncora realizados en silicio. Su frecuencia de oscilación es de 28.800 alternancias por horas y su reserva de marcha de unas más que notables 68 horas.
En este apartado es importante señalar la extrema precisión del mecanismo de la fase lunar. Impulsado por una rueda dotada de 135 dientes, solo necesita un ajuste cada 122 años y 46 días, algo que en consecuencia, si se mantuviese siempre en marcha, no realizaría su primer propietario en toda su vida.
Para la caja, realizada en acero, Jaquet Droz se ha decidido por la variante de mayor tamaño, de 43 milímetros de diámetro. Como ya he comentado en numerosas ocasiones, se trata de un tamaño considerable para un reloj clásico. No creo que sea descartable que en un futuro Jaquet Droz nos ofrezca esta versión Anthracite con caja de 39 milímetros, un tamaño ideal para los partidarios de la discreción.
