El Jaquet Droz Tourbillon Skelet Sapphire Bushido es un reloj tan impresionante como exquisito, dos cualidades inherentes a los genes de esta ancestral manufactura relojera suiza. La parte negativa es que, unan vez más, se trata de una pieza única, lo que equivale a inalcanzable. Todo se inició en junio del 2022, cuando Jaquet Droz anunció una nueva estrategia que bautizó como 8.0 Disruptive (artículo), un concepto que resumió en toda una serie de puntos, ninguno disruptivo, cuya única traducción práctica es que desde entonces solo ha presentado ediciones únicas.
Dejando de lado este enigmático concepto, lo que afortunadamente no ha cambiado es que los relojes Jaquet Droz se apartan, en el buen sentido, de todo lo habitual. Este Tourbillon Skelet Sapphire Bushido es la mejor prueba de esta afirmación aportando un concepto absolutamente disruptivo, que se puede resumir con una mezcla de estilos que a priori parecen incompatibles. En total, para los trabajos realizados en este Bushido se emplean más de seis técnicas artesanales y requieren de 200 horas de trabajo por parte de los diversos especialistas.
La caja mide 42 milímetros de diámetro y realizada con cristal de zafiro transparente. Una gran peculiaridad de esta caja, totalmente fabricada en La Chaux-de-Fonds, es que carece totalmente de tornillos por lo que la transparencia que ofrece es absoluta. Una caja de estas características solo puede calificarse de vanguardista, lo que contrasta absolutamente con el motivo y las técnicas empleadas en la esfera.
En la esfera del Tourbillon Skelet Sapphire Bushido es donde se expresa toda su razón de ser; la máscara Bushido. Este es el nombre de la máscara de los guerreros Bushi, más conocidos como Samuráis, cuyo significado literal es «de los que siguen el camino de la guerra». Aparte de su simbolismo, es evidente la espectacularidad de su diseño y de las artes ornamentales que se emplean para reproducirla.
La base para elaborar esta máscara Bushi es el oro rojo y el oro gris, sobre la que se esculpe a mano su forma. Posteriormente se decoran algunas de sus zonas con un esmalte pintado a mano de tonalidad azul turquesa, dejando el oro al descubierto en las demás. Finalmente, se le aplican diversas perlas engastadas, realizadas en vidrio de Murano. El resultado de la combinación de todos estos oficios artísticos en miniatura es tan espectacular como exquisito.
Esta máscara Bushi se aplica directamente sobre el anverso del movimiento que equipa este reloj. Aquí nuevamente volvemos a la vertiente vanguardista que ya hemos visto en su caja y que contrasta con el clasicismo de la máscara. Se trata del calibre Jaquet Droz 2625SQ, un movimiento de carga automática con regulador tourbillon. Su estructura es esqueletizada y a sus puentes se les aplica un tratamiento antracita, las dos características que le otorgan su condición de pieza relojera moderna. La vanguardia técnica de este movimiento se expresa mediante el silicio utilizado en su espiral y en los cuernos del áncora. En una muestra más de contrastes, la jaula del tourbillon está realizada con titanio y la masa oscilante con oro rojo de 18 quilates.
El Tourbillon Skelet Sapphire Bushido es una pieza excelsa que solo tiene por inconveniente su condición de edición única. Con este reloj parece que la reciente política de Jaquet Droz de solo realizar piezas únicas se confirma. De todos modos, me cuesta creer que Jaquet Droz renuncie a ofrecer sus relojes a todos los apasionados y coleccionistas que los han venerado durante décadas. Veremos…
