Laurent Ferrier Grand Sport Tourbillon, sencillamente excepcional
La nueva versión del Grand Sport Tourbillon de Laurent Ferrier se ofrece con un brazalete integrado junto a una atractiva esfera azul degradé
Hace un año, Laurent Ferrier nos dejó con la boca abierta al presentar su primer reloj de estilo deportivo, el Grand Sport Tourbillon. Fabricado en acero y acompañado con una correa de caucho, rompía con el carácter absolutamente clásico de la marca sin dejar de banda su virtuosismo relojero al implementarle un tourbillon. Tal como avanzaba Enric en el artículo publicado con motivo de su lanzamiento, era cuestión de tiempo que se ofreciera con uno de los elementos que más colaboran en la polivalencia de un reloj deportivo de lujo: el brazalete integrado. aL nueva versión que hoy os presentamos, también limitada a únicamente 12 ejemplares, se acompaña de una preciosa esfera azul degradadé.
El Laurent Ferrier Grand Sport Tourbillon es un reloj de 44 mm, grande para el estándar de la firma que se sitúa entre los 40 y 41 mm, fabricado en acero y con una geometría almohadillada rematada por un ancho bisel y una corona en forma de cebolla. El acabado satinado de las superficies se combina con el pulido de los cantos, logrando un bello contraste de reflejos que enfatiza y dinamiza el juego de suaves líneas cóncavas y convexas de la caja. Asimismo, prescinde de las típicas asas mediante la prolongación de la carrura, al tiempo que se aplica una apertura en su zona central. La caja está rematada por un cristal de zafiro suavemente ahumado y un fondo atornillado que permite una resistencia al agua de 100 m.
El primer brazalete de Laurent Ferrier responde a las expectativas
Por primera vez, Laurent Ferrier ha equipado una de sus creaciones con un brazalete de acero, y como cabía esperar la integración con la caja es absolutamente perfecta. Con una estructura de tres eslabones de acabado satinado, la hilera central destaca poderosamente por su biselado pulido a espejo, agregando así profundidad a un diseño que de otro modo sería bastante tradicional.
Esfera minimalista en azul degradé y naranja
Aplicando la regla de armonía de color, de los análogos marrón y naranja del primer Grand Sport Tourbillon pasamos a una atractiva combinación de colores complementarios: el azul oscuro degradé de la esfera y el naranja intenso del Super-Luminova implementado en las manecillas assegai y los índices aplicados de geometría lenticular. ¿Qué se consigue con ello?. Aportar personalidad, contraste y dinamismo visual al mismo tiempo que equilibrarse e intensificarse mutuamente para conseguir la máxima legibilidad.
Manteniendo la discreción habitual, Laurent Ferrier decide no mostrar el tourbillon en la esfera, y sólo la discreta inscripción ubicada por encima del pequeño segundero delata que el Grand Sport Tourbillon esconde esta Gran Complicación.
Calibre LF 6919.01
Al igual que la primera versión, el Grand Sport Tourbillon con brazalete implementa el calibre LF 619.01, el mismo movimiento que debutó en el Laurent Ferrier Galet Classic Tourbillon Double Spiral, el reloj ganador del premio al mejor reloj masculino en el GPHG de 2010. Este movimiento de remonte manual oscila a 21.600 alternancias por hora y ofrece unas impresionantes 80 horas de reserva de marcha.
En cuanto a su tourbillon, no se trata de una implementación convencional ya que viene equipado con una espiral doble. Esta arquitectura neutraliza el desplazamiento lateral en el eje del volante, lo que se complementa con la compensación que ofrece el tourbillon de las posiciones verticales. Toda esta sofisticación micromecánica permite que el Grand Sport Tourbillon esté certificado como cronómetro por el prestigioso Observatorio de Besançon.
Como vemos, toda una delicia mecánica… que se remata con un nivel de acabados que rozan la perfección, destacando desde su trasera la visión del tourbillon y los puentes acabados con un tratamiento de rutenio ennegrecido en contraste con el latón de ruedas y engranajes.
Poca o ninguna crítica puedo escribir sobre este reloj, quizás únicamente una cuestión filosófica: la contradicción conceptual que supone crear un reloj deportivo en acero, robusto y resistente, y recurrir a un calibre con tourbillon, un dispositivo inherentemente delicado. ¿Podríamos esperar un futuro Grand Sport sin tourbillon, por ejemplo con el FBN 229.01, el mecanismo automático con micro-rotor, pequeño segundero a las 6 h. y un diámetro también de 14″?. Con un diseño que podría mantenerse prácticamente idéntico, su precio sería muy inferior a los 176.000 CHF (antes de impuestos) del Grand Sport Tourbillon. Puestos a especular, lo situaría entre los 40-45.000 CHF. Por suerte, soñar es gratis.