La visita al stand de Laurent Ferrier es una cita ineludible desde que se unió al SIHH en el Carré des Horlogers. Personalmente, los relojes salidos de la pequeña manufactura de Plan-les-Ouates son uno de los mejores exponentes de la artesanía relojera más tradicional, auténticas maravillas basadas en un diseño puro y perfectamente equilibrado, al que se le une una excelencia mecánica y de acabados que no podemos sino alabar. Siguiendo estas premisas, Laurent Ferrier nos ha presentado durante el SIHH el Galet Calendrier Annuel Montre École, un reloj que inaugura una nueva colección e incluye el nuevo calibre nº 126.01, el quinto de la manufactura.
La útil complicación de calendario anual
Como bien sabéis, la complicación de calendario anual (ver aquí los distintos tipos de calendarios) es aquella que indica el dia del mes teniendo en cuenta, de forma automática, la variación en los dias de cada uno de los meses, excepto febrero. La diferencia respecto a un calendario perpetuo es bien clara: no contabiliza los 28 o 29 dias de febrero, considerándolo como un mes de 30 dias, mientras que un calendario perpetuo sí los contabiliza, teniendo en cuenta además los años bisiestos. Así pues, un calendario anual deberá ser ajustado una vez al año, el 1 de marzo.
En mi opinión, es la opción más recomendable entre los calendarios. En primer lugar porque nos permite prescindir de los engorrosos por reiterados ajustes en la complicación de fecha o en el calendario completo: cinco veces al año al finalizar los meses de febrero, abril, junio, setiembre y noviembre. Y en segundo lugar porque su coste es bastante contenido comparado con el de los calendarios perpetuos, cuya altísima complejidad mecánica los sitúa en el top de las complicaciones relojeras junto a la repetición de minutos.
Pero vayamos al guardatiempo que hoy nos ocupa, el Galet Calendrier Annuel Montre École. Esta caja bautizada como bassiné se presentó por primera vez en SIHH 2017 con el Galet MIcro-rotor Montre École. Inspirada en las formas de los relojes relojes de bolsillo del siglo XIX, ese reloj recuperaba el diseño creado por Laurent Ferrier en 1968 para el «Montre École”, su primera creación realizada para graduarse como relojero en la Ecole d’Horlogerie de Genèva.
El resultado es un reloj de 40 mm de diámetro y 12,64 mm de grosor, de suaves formas perfectamente redondas a las que se unen un ancho bisel y delgadas asas, recuperando así la idea original de los primeros relojes de pulsera, que no eran sino guardatiempos de bolsillo a los que se les había soldado unas simples asas para sujetar la correa. Esta reminiscencia histórica se mantiene en el diseño estriado de la corona en forma de bola. Consecuentemente con ello, el cristal de zafiro que protege la esfera muestra un bello abombado, la misma geometría que presenta, aunque suavizada, el zafiro de la trasera. De hecho, ambos cristales aportan el 20% del grosor total del reloj.
El Galet Calendrier Annuel Montre École se lanza en tres versiones definidas por el metal de su caja y esfera: oro rojo, oro amarillo (paille, según la firma) y acero, que se unen a diales plateados para los dos primeros, o pizarra para el más mundano acero.