La inspiración retro de las creaciones de Laurent Ferrier resulta innegable. Su elegante y atemporal diseño minimalista se reúne con la excelencia mecánica de sus calibres y la calidad de unos acabados que se sitúan a la altura de las mejores firmas de la industria relojera. Dejando a un lado el espectacular y fascinante Gran Sport Tourbillon (uno de mis relojes fetiche), la colección Square es la que luce un diseño subjetivamente más encantador, algo a lo que colabora decisivamente su caja almohadillada. Ahora, regresando a los códigos Art Deco con su característica estética de los años 30, la firma ginebrina presenta el Square micro-rotor retro en dos versiones.
Su geometría y dimensiones son los habituales en esta colección presentada en 2015, o sea, una caja cuadrada almohadillada de líneas curvadas, con unas medidas de 41 x 41 mm, un contenido grosor de 11,10 mm (sin el cristal) y un acabado totalmente pulido, esta vez disponible en acero u oro rojo. Sin duda, la elección del material determinará el carácter del reloj, más formal en oro rojo, o con un toque de polivalencia si optamos por el acero. Las correas de aligator con que se entregan ayudan a reforzar esta personalidad: en gris oscuro para el oro y en un acertado y sorprendente tono caqui de suave tacto aterciopelado para el acero. Mantiene su corona en forma de cebolla al mismo tiempo que sigue prescindiendo de cualquier tratamiento anti-reflectante en su abovedado cristal de zafiro.
Pero el verdadero protagonista de los Square micro-rotor retro son las dos esferas blanca plateada o gris carbón que, hasta cierto punto, nos recuerdan a las ediciones especiales Square Swiss Finetiming “Vintage America I” lanzadas hace cinco años. A diferencia de los Clásicos Square, no implementa índices aplicados en forma de gota, sino que en su lugar encontramos un anillo en sector satinado combinado con tres numerales arábigos de tipografía Art Deco (enfocados hacia el centro) y una minutera perimetral chemin de fer. El resultado son esferas de mayor calidez y detalle respecto al frío e impecable habitual minimalismo de la firma. Por suerte, seguimos encontrando las hermosas manecillas assegai características de Laurent Ferrier. Además, el pequeño segundero sigue ubicándose a las 6 horas, aunque esta vez exhibe un acabado azuré central y los mismos elementos que la esfera: numerales Art Deco, un anillo en sector y una escala chemin de fer.
Su trasera de zafiro nos permite admirar el fantástico calibre FBN 229.01, un movimiento de remonte automático con micro-rotor, que implementa un escape de doble impulso sobre el volante y áncora de silicio, lo que repercute en beneficio de su precisión cronométrica y en poder entregar una excelente reserva de marcha de 72 horas. Con un diámetro de 14” (31,60 mm) y un grosor de sólo 4,35 mm, excelente para tratarse de un movimiento automático, su frecuencia de vibración es de 21.000 alternancias por hora (3 Hz). Además, en consonancia con sus virtudes mecánicas, hemos de sumarle el impresionante nivel de sus acabados, sencillamente inmejorables: Côtes de Genève en los puentes, biselado, perlado de la platina, cabezas de los tornillos están achaflanados y pulidos… y todo ello realizado artesanalmente.
Contrariamente a lo podríamos pensar en dos piezas que se aleja estéticamente del estándar de la marca, los Laurent Ferrier Square micro-rotor retro no son ediciones limitadas, y se incorporan a la colección permanente. Los precios antes de impuestos son de 45.000 CHF para la versión en acero y de 55.000 CHF para la de oro rosa.