Las infinitas posibles combinaciones entre tonalidades de esfera, materiales de caja y diferentes correas son el potente reservorio al que las firmas acuden para ir lanzando diferentes versiones de un mismo reloj. Esta política comercial les permite seguir presentando novedades anualmente a un ritmo sostenido y mantener constante la repercusión mediática de la marca, y al mismo tiempo consiguen amortizar la elevada inversión en I+D que deben realizar para crear un nuevo calibre y/o reloj.
Todo esto viene a colación de seis referencias que Laurent Ferrier ha presentado el pasado SIHH junto al Galet Calendrier Annuel Montre École: no suponen una gran novedad para la firma, ya que se tratan de versiones de tres relojes existentes, pero abren el abanico de opciones para los posibles interesados en adquirir un Laurent Ferrier. Para ello recurre a un nuevo diseño de esfera anular ofrecido en dos colores, el fresco e impactante Ice blue (azul hielo), y el sobrio y ya conocido Slate grey (gris pizarra).
Lo que me ha sorprendido es que estas esferas han sido implementadas de una tacada en las tres cajas de la colección Galet Micro-rotor, las 40 mm, Square y Montre École, todas ellas con el mismo calibre FBN 229.01 con micro-rotor. Mientras las referencias que implementan el Ice blue están fabricadas en acero, las que exhiben el slate grey lo están de oro rojo. Modernas, atrevidas e impactantes, las tres versiones en acero y esfera azul vienen contrapesan por la sobriedad, elegancia y discreción de las referencias en oro rojo y esfera gris. Por si fuera poco, Laurent Ferrier ofrece la esfera Ice blue combinada con una tradicional correa de aligator marrón, logrando así un conjunto de fuerte impacto visual debido a su alto contraste cromático. El resultado es un reloj con mucha personalidad y tremendamente atractivo. ¿Qué caja seria mi favorita?. Pues dudaría entre las suaves curvas de la caja de 40 mm o la elegante geometria tonneau de la caja Square, aunque cualquiera de ellas me parece una opción extremadamente recomendable.
En cambio, no me acaba de convencer la nueva configuración de la esfera. Prescindiendo de una de las características de sus diales como es el satinado vertical, Laurent Ferrier lo sustituye por un satinado soleil y le añade una fina escala perimetral chemin de fer de minutos y un gran anillo interior separado en sectores cuyos límites coinciden con las posiciones horarias. Sinceramente, me gusta más el minimalista diseño habitual, con satinado vertical, la minutera marcada con pequeños puntos y la horaria con índices alargados, ambos aplicados.
Esta apreciación personal no empaña en modo alguno la exquisitez de estas piezas. Si unimos las perfectas proporciones de sus cajas de acero con la belleza cromática y un calibre de intachable mecánica con micro-rotor e inmejorable nivel de acabados, sólo podemos concluir con nuestra más sincera felicitación a la firma, que no hace sino confirmar año tras año su excepcional savoir faire con relojes como los que hoy os hemos presentado.