Como hijo y nieto de relojeros, Laurent Ferrier perpetúa la naturaleza excepcional de la relojería suiza mediante un diseño de lineas puras y equilibradas que rinde homenaje a un refinado y elegante estilo neoclásico, unido a una mecánica impecablemente elaborada y técnicamente vanguardista. Después de trabajar más de treinta años en Patek Philippe y llegar a ser director técnico, Laurent Ferrier abandonó la firma a dos años de su jubilación para iniciar su propia marca. La primera creación de esta pequeña manufactura del más alto nivel vio la luz en 2010, el Galet Clasic, siendo ese mismo año el ganador del premio al mejor reloj masculino del Grand Prix d’Horlogerie de Genève gracias al concepto innovador de su calibre tourbillon con doble espiral junto al discreto clasicismo de su diseño.
Con una producción anual que ronda las 150 piezas, todos y cada uno de los relojes Laurent Ferrier se realizan, desde la concepción hasta el montaje, en sus talleres de Plan les Ouates, Ginebra. Modelos como el Galet Square o el Galet Traveller recurren a calibres con micro-rotor, un elemento que permite ofrecer las ventajas de un mecanismo automático manteniendo un grosor sumamente contenido, y que se ha convertido en parte del ADN de los relojes Laurent Ferrier.
