Pocas firmas gozan de la pausada elegancia que exhiben las creaciones de Laurent Ferrier. Sus líneas puras y armoniosas de estilo clásico se unen a su exquisita mecánica y unos acabados de excepción, convirtiendo a esta joven marca en un compendio de virtudes que difícilmente un amante de la relojería puede ignorar a pesar de las reducidas dimensiones de su producción, unos 150 relojes al año. Si el año pasado fueron cuatro los modelos presentados en su debut en el SIHH, esta vez las novedades se han reducido a únicamente dos, el Galet Classic Dual Tourbillon Double Spiral y los Galet Micro Rotor “Montre Ecole”. Empecemos por el primero de ellos.
Galet Classic Dual Tourbillon Double Spiral
Presentado en 2010, el Galet Classic Tourbillon Double Spiral fue el primer reloj lanzado por Laurent Ferrier, cuya carta de presentación fue, ni más ni menos, ser el vencedor en la categoría de reloj masculino en el Grand Prix d’Horlogerie de Genève. La base de este sorprendente éxito es teóricamente simple: aunar la innovación con una máxima calidad en los acabados. Todo ello envuelto en una caja y una esfera que forman un conjunto armonioso, discreto y elegante, que otorga a sus piezas un carácter atemporal.
Si su principal característica técnica era su tourbillón con doble espiral, éste no se mostraba en la esfera como suele ser habitual, exhibiendo el poderío técnico que lleva implícito el hecho de fabricar un reloj con tourbillon. Simplemente las palabras Tourbillon Double Spiral grabadas sobre el pequeño segundero nos advertían de la extrema complicación que implementaba el primer reloj Laurent Ferrier.
Después de lanzarlo en 16 versiones y tres más en la caja almohadillada Galet Square, Laurent Ferrier se ha decidido, por fin, a mostrar en primer plano la voluptuosidad de este mecanismo creado y patentado por Abraham-Louis Breguet en 1801. El resultado es el Galet Classic Dual Tourbillon Double Spiral presentado hace escasamente unas semanas, un reloj que se aleja de la homogénea estética que lucen el resto de versiones. Primero, por la gran abertura en la esfera a las seis horas que permite admirar el órgano regulador, sostenido por dos brazos anclados a la esfera. Y en segundo lugar, por las ausencias de los característicos y delicados índices horarios en forma de gota y de los numerales romanos, restringidos en esta referencia a un solitario XII cenital. En su lugar implemente una escala chemin de fer en color gris antracita y cortada por el pequeño segundero, un esquema que ya vimos en el Galet Square Boreal presentado el año pasado. Su circunferencia delimita dos anillos con diferente acabado: el externo, con un satinado-cepillado circular grisáceo, y el interno, que exhibe el tradicional satinado-cepillado vertical de Laurent Ferrier, esta vez en color plateado.
Sinceramente, me quedo con el diseño original, mucho más armonioso y coherente con el clasicismo de los Galet Classic; por suerte, el Dual mantiene el delicioso diseño sagaie en sus manecillas de horas y minutos.
La caja de oro blanco del Galet Classic Dual mantiene las medidas de la colección, unos cómodos y proporcionados 41 mm de diámetro y 12,70 mm de grosor, albergando el calibre LF 619.03, un mecanismo de remonte manual que vibra a 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y dispone de una excelente reserva de marcha de 80 horas, ligeramente superior a los tres días. A ello se le une su ya conocido tourbillon con doble espiral, y el altísimo nivel de acabados que Laurent Ferrier imprime en sus creaciones.
Galet Micro Rotor “Montre Ecole”
Laurent Ferrier siente un verdadero amor por los relojes de bolsillo, por su forma redonda y suave y por la belleza de los movimientos hechos a mano. Esto se puede ver claramente en su actual colección de relojes, inspirada en relojes de bolsillo del siglo XIX, y que ya puso de manifiesto en su «Montre Ecole», su primera creación, realizada para graduarse como relojero en 1968. Esta pieza escolar incorporó códigos de reloj de bolsillo, así como habilidades y técnicas que se utilizaron para crear piezas en ese momento. Hoy en día, el Laurent Ferrier Galet Micro Rotor «Montre Ecole» es, en sus formas y diseño, un homenaje a sus años escolares y a los pioneros que convirtieron los relojes de bolsillo en relojes de pulsera.
El resultado es una nueva caja definida por Laurent Ferrier como bassiné. Con 40 mm de diámetro y 10,95 mm de grosor, sus formas perfectamente redondas y suaves no muestran ni un solo ángulo agudo, y las asas rectas recuperan la idea original de los primeros relojes de pulsera, que no eran sino guardatiempos de bolsillo a los que se les había soldado unas simples asas para sujetar la correa. Se fabricarán tres versiones del “Montre Ecole”: oro rojo, oro blanco y acero, cada una de ellas con su propia esfera y, tal como veremos, con ciertas diferencias en su mecanismo.
La esfera es de color plateado oscuro satinado con cepillado vertical. En las dos versiones en oro se complementa con un anillo perimetral plateado también satinado, esta vez con cepillado circular, que incluye la minutera de color antracita. Tanto los índices aplicados en forma de gota como las manecillas assegai son de oro, blanco en el caso de las caja de oro blanco y acero, y consecuentemente rojo en la referencia de oro rojo.
Las tres versiones presentan el mismo pequeño segundero a las seis horas, minimalista como la esfera y también con dos anillos, el interior con decoración snailed, y el exterior con cepillado concéntrico. Como vemos, el plateado es el único color en la esfera, aunque no por ello podemos decir que sea un diseño monótono gracias al sutil contraste entre los cepillados de las diferentes superficies.
Bajo la referencia FBN Calibre 229.01, este precioso mecanismo de remonte automático es el mismo que late en el interior de todos los Galet Micro Rotor, un movimiento caracterizado, como bien explicita la denomionación de la colección a la que da nombre, por su masa oscilante descentrada. El gran enemigo de un reloj elegante es el grosor de su caja, y si dicho reloj es de carga automática, el típico rotor central que suministra de energía al barrilete supone un inevitable grosor extra. Bien, inevitable no del todo, ya que un micro-rotor implantado inmediatamente sobre su platina evita este problema, tal como nos demuestra escaso grosor del Galet Micro Rotor “Montre Ecole”: 10,95 mm. Esta solución, que parece simple y perfecta, conlleva un importante inconveniente originado por la menor masa de su rotor: la disminución de la eficacia de carga. Para compensar este problema, Laurent Ferrier implanta un conjunto de conceptos técnicos, que afectan tanto al micro-rotor en si mismo como al órgano regulador, que se podrían resumir en una frase: un rotor descentrado y sustentado por un doble puente cuya energía se regula mediante un escape de silicio de doble impulso.
Como hemos avanzado, este calibre esconde algunas diferencias entre las versiones en oro y la de acero. Las dos primeras exhiben los impecables acabados manuales habituales de este calibre, es decir, Côtes de Genève, perlado, biselado y pulido, mientras la referencia en acero muestra una estética muy diferente, con la superficies de latón en bruto, sin galvanizar, y terminadas con un microarenado o microbillé. Esta superficie semi-mate tiene un fuerte contraste con los componentes de acero, tanto por su color como por el pulido a espejo que éstas presentan.
El Laurent Ferrier Galet Micro Rotor “Montre Ecole” se entrega con una correa de cocodrilo marrón con forro interior de alcántara, mientras que en la versión en acero es de color gris mate. Los precios son los siguientes:
- Laurent Ferrier Galet Micro Rotor “Montre Ecole” acero – ref: LCF024.AC: 33.000 €
- Laurent Ferrier Galet Micro Rotor “Montre Ecole” oro blanco – ref: LCF024.G: 42.000 €
- Laurent Ferrier Galet Micro Rotor “Montre Ecole” oro rosa – ref: LCF024R: 42.000 €
Como vemos, «sólo» hay una diferencia de 9.000 € entre el oro y el acero. Si además tenemos en cuenta el clasicismo y elegancia de este modelo y la superior belleza de los acabados del calibre en las referencias en oro, creo más sensato decantarnos por las versiones fabricadas con este preciado metal. Mi favorito, la perfecta discreción del oro blanco.