Los Leica ZM 11 y ZM 12 terminan con el largo paréntesis que ha realizado Leica con sus relojes desde que presentó los L1 y L2 en el año 2018. Por muchos motivos, ajenos a la relojería, soy un apasionado de Leica, por tanto, mis expectativas fueron muy altas con este lanzamiento, pero debo admitir que de momento la sensación es de desconcierto.
Leica siempre ha sido el paradigma de todas las cualidades germanas en fabricación de instrumentos, categoría a la que pertenecen las cámaras fotográficas y los relojes. Sus cámaras han sido revolucionarias, han cambiado el mundo en muchos aspectos y su fiabilidad y calidad de acabados son legendarios. De momento, sus relojes son muy conservadores, aunque se les supone la fiabilidad, una cualidad que requiere de bastantes años para verificarse. No obstante, lo que me desconcierta es la aparente falta de estrategia en cuanto a producto, a distribución y a marketing.
Leica L2 (ZM2)
A los L1 y L2 que inauguraron la división relojera de Leica les dedicamos en el 2018 un extenso artículo. Se trata de relojes con una cierta personalidad pero con un diseño muy lejano a concederles la categoría de iconos. La distribución se realiza únicamente a través de sus boutiques y de sus distribuidores de fotografía, lo que en mi opinión es un craso error por dos motivos.
El primero es que son esta política distributiva se transmite la sensación de que Leica trata a sus relojes como meros accesorios. En este sentido, Leica debería aprender de firmas del sector del lujo, como son Bvlgari, Chanel o Hermès, que solo venden sus relojes en sus propias boutiques, con personal especializados, o a través de distribuidores de relojería. Aparte de la mala imagen de producto que transmite esta política de distribución, ello comporta el segundo error. El personal de una tienda de fotografía no tiene los conocimientos mínimos para aconsejar sobre relojes de un cierto precio.
Estos dos problemas se agravan enormemente cuando en la ecuación entra el precio de los relojes Leica. Si fueran relojes de cientos de euros, podría ser adecuados, como complemento, pero si hablamos de bastantes miles de euros, como es el caso, si no se soluciona su percepción por parte del potencial comprador, su éxito comercial se dificulta. Invertir entre 7.000 y 14.000 euros en un reloj, por muy apasionado de Leica que uno sea, en la inmensa mayoría de casos pensará en marcas como Omega o Rolex, por poner dos ejemplos bien conocidos.
Leica Park (Wetzlar, Germany)
En cuanto al marketing, hasta ahora es más bien inexistente. Uno de sus principios es cuidar permanentemente la visibilidad de la marca y de su productos, lo cual no se logra con tres comunicados de prensa en 7 años. Que se cambie el nombre del producto inaugural de una nueva división, sin explicación alguna, tampoco es síntoma de una buena planificación. Esto es lo que ha ocurrido con los relojes Leica L1 y L2, que ahora se denominan ZM1 y ZM2.
En fin, es todo un tanto descorazonador en una firma como Leica, cuya imagen, capacidad financiera y potencial, tanto técnico como de diseño, le permitirían a medio plazo convertirse en un actor importante del sector relojero.
Leica ZM 11
En los Leica ZM 1 y ZM 2 se apreciaban ciertas características que se inspiraban en los códigos genéticos de las legendarias cámaras de la serie M. Ello se expresa básicamente en la combinación de la tonalidad cromada y negra y en la forma del pulsador ubicado a las 2 horas, claramente inspirada en los cuerpos de las cámaras Leica M.
El nuevo Leica ZM 11 se desmarca de estas características y apuesta por la simplicidad, tanto en el apartado estético como en el técnico. Se trata del típico reloj de tres agujas centrales que ofrece la indicación de horas, minutos y segundos, a lo que añade un fechador por ventanilla ubicado a la altura de las 3 horas. En conjunto estas son las indicaciones que realmente se utilizan en un reloj mecánico.
La caja es de estética clásica en su diseño, con geometría redonda y un bisel inclinado. Probablemente el detalle de diseño mas identitario es el sistema de unión a la correa que renuncia a las típicas asas y se realiza mediante una sola pieza horizontal que forma parte de la carrura. Su tamaño es de 41 milímetros de diámetro y 13 mm de grosor, unas dimensiones adecuadas para un reloj versátil, que evidentemente es lo que busca Leica con el ZM 11. En cuanto al material, podemos elegir entre una versión de acero y dos de titanio.
Además de la forma de unión con la correa, el elemento en el que Leica ha incidido para otorgar personalidad al ZM 11 es su esfera, concretamente en su decoración basada en listones horizontales. El problema es que en decoraciones de la base de una esfera, poco o nada se puede encontrar que no se haya utilizado anteriormente. Este es el caso de la esfera del ZM 11, que nos recuerda inmediatamente a las de los Omega Seamaster Aqua Terra. El único detalle de diseño que podemos considerar original es que los listones del ZM 11 se estrechan al acercarse a la zona superior e inferior, convirtiéndose casi en una rejilla.
Al contrario que los calibres de los ZM 1 y ZM 2, que Leica califica de “totalmente Made in Germany”, aunque sin proporcionar más detalles, los movimientos que equipan los ZM 11 y ZM 12, provienen de la industria relojera suiza. Concretamente, Leica recurre a la prestigiosa manufactura Chronode para diseñar y desarrollar el movimiento que da vida al ZM 11. La sociedad Chronode, fundada por el prestigioso Maestro Relojero Jean-François Mojon, es una empresa especializada en desarrollar mecanismos para terceras marcas, entre las cuales se encuentran algunas de las firmas más prestigiosas; MB&F, Cyrus, Hermès, Hyt, MCT, Harry Winston…
El mecanismo que ha desarrollado Chronode para motorizar el Leica ZM 11 es el Calibre LA-3001. Se trata de un movimiento de carga automática, cuyo volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y genera una notable reserva de marcha de 60 horas. Este movimiento garantiza una precisión cronométrica de -4/+6 segundos al día. La estética del Calibre LA-3001 es decididamente industrial, muy acorde con el carácter del ZM 11.
Del ZM 1, Leica nos ofrece inicialmente tres versiones. La denominada «edición de lanzamiento”, que combina el titanio con la tonalidad roja de su esfera, está limitada en su producción a 250 unidades. Las otras dos ediciones se diferencian por la combinación de metal de caja y tono de esfera; titanio con esfera “coffee black” y acero con esfera «midnight blue». Los precios se mueven aproximadamente entre los 6.900 y los 7.500 EUR, en función del sistema de sujeción que elijamos: caucho, tela técnica o brazalete de titanio.
Leica ZM 12
El Leica ZM 12 sigue el mismo patrón estético que el ZM 11, pero evoluciona hacia una simplicidad máxima. Constituye una segunda colección, que también se caracteriza por equipar un movimiento de carga automática, pero que se diferencia del ZM 11 en dos aspectos fundamentales.
La primera gran diferencia es su tamaño, que desciende e los 41 milímetros de diámetro del ZM 11 a los 39 mm de este ZM 12. Numéricamente, no se trata de una diferencia enorme, pero subjetivamente, en cuanto a apreciación visual, sí es muy significativa. Aunque desconozco si es su finalidad, este nuevo tamaño puede incidir positivamente en potenciales clientas femeninas, o clientes masculinos de físico delgado.
La segunda gran diferencia son las indicaciones, que en el ZM 12 vuelven al esquema original de la relojería mecánica, donde el segundero no es central sino que se encuentra desplazado, normalmente a la altura de las 6 horas. A ello se suma el factor de prescindir de indicación de fecha, lo que aun simplifica más el Leica ZM 12, tanto estética como técnicamente.
Curiosamente, el elemento que más recuerda a las cámaras Leica, tanto en el ZM 11 como en el ZM 12, solo se ve si le damos la vuelta al reloj. Se trata de los dos botones que liberan la correa para poder intercambiarla con toda facilidad. Estos dos botones emulan en forma y en su color rojo a los que equipan la cámaras fotográficas de esta firma y que realizan unan función similar; liberar el objetivo del cuerpo para poder intercambiarlo con otro.
En cuanto al mecanismo, inevitablemente experimenta diferenciaciones con respecta al LA-3001 del ZM 11, pasando a denominarse LA-3002. Este calibre sigue siendo un desarrollo de Chronode y parte de la base del LA-3002, del que suprime los módulos de desplazamiento del segundero y del fechador. Partiendo de este parámetro y dado que las fechas de lanzamiento de ambos relojes con muy próximas, es lógico pensar que el desarrollo inicial es el de este LA-3002, al que posteriormente se le añaden los módulos mencionados. Esta suposición se refuerza por el hecho de que las prestaciones técnicas son idénticas a las del LA-3001.
Aparte de su tamaño, los genes estéticos del ZM 12 son idénticos a los del ZM 11, con la misma decoración de esfera que ya hemos visto. No obstante, dado que en el ZM 12 son cuatro las versiones que se ofrecen de inicio, encontramos novedades. A las versiones de esfera azul y dorada, se añaden otras dos, de tono verde y plateado. De momento, la variante rojiza de la edición de lanzamiento del ZM 11 no se ofrece en el ZM 12.
Las cajas son de acero en tres de las variantes y de titanio en la restante. Las cuatro versiones del ZM 12 son de producción regular. Los precios oscilan entre los 6.820 EUR de la versión de acero con correa de caucho y los 8.150 EUR de la variante de titanio con brazalete.
