Longines vuelve a arrancarnos una sonrisa con la última versión de su icónico Avigation Watch Type A, un reloj inspirado en un cronógrafo de aviador de los años 30 fabricado para el Cuerpo Aéreo del Ejército de EE.UU. Después del primer modelo de 49 mm presentado en 2012, cuatro años después lanzó una versión ya en 41 mm y esfera blanca cuyo diseño recupera, con ciertos cambios, el guardatiempo que hoy os presentamos.
El Longines Type A-7, creado en la década de los años 30
Ideados como relojes-instrumento para los aviadores, Longines desarrolló los Type A-7 durante los años 30 por encargo del ejército de los Estados Unidos. Con un tamaño considerable de 49 y 51 mm, los dos modelos cronógrafos monopulsantes nacidos en 1935 y 1936 se caracterizaban por la particular orientación de su esfera bicompax desplazada 40º en sentido horario. El hecho de situarla en el mismo eje visual que los instrumentos de vuelo, permitía a los pilotos leer las indicaciones con un simple vistazo, sin mover el brazo ni soltar los mandos del avión, lo que unido al elevado contraste de los grandes números blancos sobre fondo negro, le confería una excelente legibilidad.
La gran corona acanalada situada a las 12 horas de la esfera controlaba también la función cronográfica. Su diseño y dimensiones proporcionaban una gran facilidad de uso, incluso llevando unos gruesos guantes como los que llevaban los aviadores de la época. Su calibre Longines 18.72, era visible gracias a que tapa trasera se podía abrir mediante una bisagra y un sistema de abertura. Casi todas estas características las podemos encontrar en el Longines Avigation Watch Type A-7 1935.
Esfera negra y más nítida.
Con un proporcionalmente comedido tamaño de 41 mm, su caja de acero ofrece una ergonomía evidentemente muy superior a la del enorme vintage y a la del Avigation de 2012. Con una forma completamente circular implementa unas asas rectas que rememoran las originales, y se complementa con la singular posición de la corona. Por su parte, la esfera negra mate muestra varias diferencias respecto la versión con esfera blanca. Además del evidente y favorecedor cambio de color, implementa unos numerales arábigos mucho más discretos, adoptando una tipografía que, sin ser idéntica a la original (no sé porqué no han utilizado la misma), me parece mucho más agradable tanto en diseño como a la hora de la lectura.
El mismo camino minimalista siguen las tres escalas chemin de fer que rodean la esfera y los dos subdiales (totalizador de 30 minutos a las 12 horas y pequeño segundero a las 6), al tiempo que recorta el protagonismo de las leyendas «Longines » y «Automatic» al reubicarlas a las 12 y 6 horas en sustitución de los numerales correspondientes. Sin duda, una buena decisión que contribuye decisivamente en la limpieza del dial. En la imagen siguiente podéis ver el modelo del 2016.
Personalmente, los dos aspectos más controvertidos son las manecillas y la ventana de fecha. Esqueletadas y con abundante aplicación de sustancia luminiscente, su estilo «catedral» no es fiel al modelo original. A pesar de que no desentonan en este contexto de la década de los 30, las más delicadas agujas lanceoladas vintage serían, en mi opinión, las ideales. Por suerte, el Super-LumiNova abandona el pronunciado color miel de la versión blanca para adoptar una tonalidad amarillo-verdosa.
La ventana de fecha, una polémica que no es nueva en Longines y su colección Heritage.
Implementar esta complicación en unos relojes que acostumbran a ser muy fieles a los vintage. Sin ir más lejos, cabe recordar el enconado debate entorno al precioso Longines Legend Diver: su primera versión de 2007 no incluía fecha, pero la nueva versión vigente a partir de 2009 sí la implementa. Para los más puristas rompe el encanto del original, mientras que para los más prácticos, la fecha resulta una función muy útil para el día a día. Sinceramente, yo me hubiera decantado por obviarla y mantener al máximo el espíritu histórico de esta pieza.
Como todos los anteriores Longines Avigation Watch Type A-7, el nuevo 1935 se mueve al ritmo de su Calibre L788.2.
También conocido como ETA A08.L11, este mecanismo de remonte automático es una versión muy reelaborada del clásico ETA / Valjoux 7750, pasando a ser un cronógrafo monopulsante con rueda de pilares. Exhibe una buena reserva de marcha de 54 horas y late a 28.800 alternancias por hora (4 Hz).
Se entrega con una correa de aligator que, si bien le aporta mayor elegancia, el carácter intrépido y aventurero del Avigator merecería ser complementado con una ruda e informal correa de cuero. Y ahora lo curioso. Repasando los «peros» que he ido numerando (manecillas, fecha y correa), nos damos cuenta que la edición limitada del Avigation Watch Type A-7 lanzada en 2018 sólo para el mercado estadounidense (100 piezas) los «rectificaba» todos: manecillas lanceoladas, sin fecha y con correa de cuero envejecido, además de una encantadora esfera suavemente granulada y degradada (eso si, 44 mm de diámetro). Lástima que Longines no haya optado por ese diseño y aplicarlo a la caja de 41 mm de esta última versión estándar. Hubiera sido para Summa Cum Laude.
Su precio es de 3.280 €, una excelente relación calidad-precio que sin duda será todo un reclamo para los admiradores de Longines y de su espectacular colección Heritage.