La relación de Longines con el mundo del deporte se remonta a 1878, año en que la marca presenta el calibre 20H, un movimiento cronógrafo patentado por Alfred Lugrin que tuvo en los hipódromos estadounidenses su mejor escenario. El mundo del esquí entra a formar parte del mundo Longines a partir de 1933, cuando fue el cronometrador en los trials de Chamonix. Ahora, como cronometrador oficial de la Federación Internacional de Esquí y con motivo de la inauguración de la temporada 2014/2015, Longines lanza el nuevo Conquest 1/100 Alpine Skiing Chronograph. Como bien dice su nombre, su principal característica es que permitir medir tiempos con una precisión de una centésima de segundo.
Según Walter von Känel, Presidente de Longines, «no se puede olvidar que Longines compart más de 80 años de emoción y aventura con las competiciones de esquí alpino. Sólo hay que recordar a Kitzbühel en 1978, donde el esquiador austríaco Josef Walcher y el alemán Sepp Ferstl empataron exactamente a una centésima de segundo al cruzar la línea de meta de la famosa Streif. Fue una hazaña medida por Longines!. Estamos muy orgullosos de haber contribuido al desarrollo de la tecnología utilizada en esta disciplina. Todo comenzó con el Longines Chronoson en 1948, antes de pasar al primer cronógrafo de cuarzo en 1956, y ahora estamos homenajeando este rico patrimonio con nuestro Conquest 1/100th Alpine Skiing Chronograph».
Este guardatiempos luce la caja de acero de 41 mm de acabado pulido y cepillado satinado habitual de los Conquest cronógrafos, y los pulsadores formando un perfecto triángulo con los protectores de corona y la corona como vértice. Con el fondo de acero atornillador, su hermeticidad es de unos excelentes 30 bares.
La esfera con acabado soleil muestra una configuración tri-compax 2-6-10, unas posiciones ocupadas respectivamente por los totalizadores de 30 minutos, pequeño segundero y de 12 horas, que se acompañan por la ventana de fecha a las 4 horas. Pero es en su eje central donde encontramos su razón de ser: compartiendo ubicación con las agujas de horas y minutos, dos finas manecillas nos indican los segundos (aguja rodiada) y centésimas de segundos (aguja roja) del tiempo medido, leídos respectivamente en la escala horaria de la esfera y en la escala de centésimas del realce interior. Evidentemente, la manecilla de centésimas de segundo da un giro completo cada segundo.
Esta precisión es posible gracias a su calibre L440, un movimiento de cuarzo ETA desarrollado específicamente para Longines. Se entrega con una brazalete de acero con triple cierre desplegable de seguridad.