Pre-Basel 2017: Longines Flagship Heritage 60th Anniversary
La firma de St-Imier presenta el Longines Flagship Heritage 60th Anniversary, una edición limitada en tres versiones que recupera la esencia de los años 50.
Los años 50 fue una época realmente fructífera para Longines, una década en la que vieron la luz modelos tan icónicos como el Conquest (1954), el Silver Arrow (1956), el Flagship (1957) o el Jamboree (1959). Si el primero cumplió sus 60 años en 2014, ahora es el Flagship el que llega a esa cifra. Para homenajear esta efeméride la firma de Saint-Imier nos presenta el Longines Flagship Heritage 60th Anniversary, una edición limitada lanzada en tres versiones que exhiben la misma elegante estética de la colección de finales de los 50. Estas referencias se unen al primer Flagship re-editado por Longines en 2012 respecto al que, si bien comparten nombre y una parte del diseño, tienen sus propias particularidades.
Pero primero situemos al Flagship en su contexto histórico, una época en que Longines empieza a dotar a sus creaciones de nombre propio con los que inicia, por primera vez en su historia, una estrategia de marketing que incluye la concepción del producto, la elección del nombre y campañas publicitarias a nivel mundial. Esta nueva política de comunicación es la respuesta al esfuerzo publicitario realizado por la competencia, especialmente por parte de Omega y Rolex, sus principales competidores. Debido a ello, la inversión publicitaria de Longines subió de 990.000 francos en 1950 hasta los 2.200.000 francos en 1960. En las imágenes siguientes podéis ver la publicidad impresa sobre el Flagship durante la década 1957-1967. Mi preferida, la de 1967: “Poseo diez relojes de oro. Cada uno indica una hora diferente. Ahora tengo un Longines. Para poner a los otros en hora”. Genial!.
El Longines Flagship, al igual que sus rivales la Oyster Perpetual y el Seamaster, fue diseñado para ser waterproof, publicitándose además como antimagnético, anti-shock y Swiss Made junto a adjetivos como «robusto, preciso, fiable o elegante». Algunos de los avances técnicos que aparecieron por primera vez en estos relojes civiles de lujo en la década de 1950 fueron probados por los militares de ambos bandos durante la Segunda Guerra Mundial. Si miramos la publicidad de esta época, firmas como Rolex, Omega o Longines alardeaban de estas sofisticaciones técnicas que exhibían sus creaciones, intentando influir en un comprador vacilante hacia su marca. De hecho, incluso las similitudes estéticas entre modelos de diferentes marcas resultan más que evidentes. Para muestra un botón: mirad el Longines Flagship y el Omega Seamaster.
Volviendo al Longines Flagship, y si repasáis la publicidad anterior, podréis apreciar una mínima parte de la gran diversidad de configuraciones que la colección incluyó, pero el diseño que exhibe el Longines Flagship Heritage 60th Anniversary no aparece en ninguno de estos anuncios, y no es, ni mucho menos, entre los más habituales. Según palabras de la propia firma, «se inspira en un modelo Flagship conservado en la sede de la marca relojera suiza y elogiado por la embajadora Longines de la Elegancia Kate Winslet”.
Como hemos dicho, las referencias y diseños de la colección Flagship son muy numerosas: con calibre de remonte manual (30L) o automático (380, 350, 285, 341, 343, 285, etc.), con agujas dauphine o de tipo bastón, con o sin lume, con o sin calendario, con segundero central o pequeño segundero, con escala minutera perimetral o más central, con engaste de diamantes, numerales arábigos en todas las posiciones horarias, sólo en las cardinales o únicamente con índices estilizados, en caja redonda o cuadrada, etc. Realmente, es el Flagship que Longines lanzó hace cinco años dentro de su colección Heritage el que reproduce de forma bastante fiel el diseño original del 1957, exceptuando su mayor tamaño, la ventana de fecha, la palabra “automatic”, el medallón esmaltado de la trasera y, evidentemente, su calibre.
La palabra “chronomètre” que aparece bajo el logo de Longines en el modelo original de 1957 desaparece dos años después, siendo sustituida a principios de los 60 por el “automatic” junto a las tres estrellas que acompañan al nombre Flagship, momento en el que aparece la referencia con ventana de fecha a las 12 horas y con el primer movimiento automático implementado en el Flagship, el calibre 380. Aún sin conocer el modelo original fuente de inspiración, lo más seguro es que implementara el calibre manual 30L, ya que no he encontrado ninguna referencia de esta configuración de esfera unida a uno de sus calibres automáticos.
Creciendo de los 35 mm del modelo original hasta los 38,50 mm, el Longines Flagship Heritage 60th Anniversary se presenta en tres versiones según el metal utilizado: acero ( L4.817.4.76.2), oro amarillo ( L4.817.6.76.2) u oro rosa (L4.817.8.76.2), tres ediciones limitadas a 1957 unidades en acero y a sólo 60 las referencias en oro. Por cierto, es oro macizo, no un simple chapado. Puede parecer un tamaño un poco pequeño para los estándares dimensionales actuales, pero personalmente me parece un excelente tamaño para este reloj de estética vintage, elegante y atemporal.
Las asas retoman la forma más estilizadas y recta del Flagship del 57, y dan paso a una correa de aligator de color marrón con pespunte en blanco. Por su parte, en consonancia con el carácter pausado del reloj, la corona resulta sumamente discreta. La estanquedidad no es su fuerte, quedándose en unos paupérrimos 30 metros que sólo conseguirán protegerlo frente a salpicaduras ocasionales. No obstante, tampoco creo que sea un aspecto muy a tener en cuenta en un guardatiempo eminentemente de corte clásico.
No disponemos todavía de imágenes de la trasera, pero desde Longines nos comentan que, al igual que los modelos vintage, viene decorada con el grabado de una carabela, el flagship, aunque no sabemos si será parecido al anterior del 2012, con un medallón esmaltado en azul rememorando los Flagship de entrados los 60, o recuperará el más simple grabado original de 1957. Lo descubriremos en Baselworld dentro de mes y medio.
La esfera muestra los mismos elementos que el modelo histórico en que se inspira: fondo plateado, índices aplicados, numerales arábigos (también aplicados) en las posiciones cardinales, pequeño segundero a las seis horas y manecillas dauphine, un diseño rematado con el logo de la marca y el nombre Flagship abajo las doce horas. Como era de esperar, la tipografía utilizada es exacta a la original. A pesar de estas similitudes, las diferencias no son pocas. En primer lugar prescinde de cualquier escala minutera perimetral, en una decisión que si bien favorece el minimalismo del dial, va en contra de la rapidez y precisión de lectura. Además, le añade un poco usual anillo perimetral satinado y traslada el “Flagship» hacia la parte superior de la esfera. ¿El motivo de esta re-ubicación?. Ni más ni menos que el pequeño tamaño del calibre L609 (ETA 2895/2) que late en su interior, que obliga a situar el pequeño segundero más cerca del eje central respecto a la arquitectura que permitía el mayor diámetro del calibre 30L del Flagship original: el moderno L609 mide 25,60 mm, mientras el 30L era de 30,50 mm. En las siguientes imágenes podéis observar como el calibre 30L ocupa absolutamente toda la trasera de un Flagship de 1962.
Las manecillas dauphine facetas implementan un delgado filo de material luminiscente, un elemento que si bien no se encontraba presente en el primer Flagship, se incorporó rápidamente a principios de los 60. Del mismo modo, mientras los numerales a las 3, 9 y 12 horas mantienen exactamente la misma tipografía, los índices típicamente triangulares de los Flagship, más o menos anchos, adoptan una geometría romboidal muy poco habitual entre sus diferentes versiones.
Además de la anteriormente citada ausencia de una escala de minutos, el único elemento que cambiaría en la esfera es la denominación de “automatic” bajo el pequeño segundero. Si, ya sé que todos los Flagship automáticos históricos la reproducían en su esfera, pero creo que resulta totalmente prescindible en esta re-edición. ¿Es necesario que me recuerden que no necesito darle cuerda?.
Esperaremos a Baselworld para dar nuestro veredicto definitivo, pero a falta de conocer los precios de venta, el Longines Flagship Heritage 60th Anniversary tiene muy buena pinta, especialmente la versión en acero. Debido a su caja maciza, las dos referencias en oro tendrán un precio bastante más elevado, aunque su escasa producción hará que se agoten rápidamente.