Longines Heritage 1968
La colección Heritage de Longines se agrupan todas aquellas referencias que retoman la estética original de sus modelos históricos más importantes. Hasta el momento, 40 modelos forman parte de esta espectacular y extensa colección, cuyo principal atractivo reside en que la mayoría de sus diseños reproducen fielmente las líneas maestras de dichos guardatiempos. Por suerte, en nuestra visita al recientemente remozado Musée Longines, pudimos constatar que la marca dispone de un amplio fondo histórico para poder seguir lanzando nuevas referencias Heritage gracias a sus 180 años de prolífica historia.
Como comentábamos, los tamaños de ciertas referencias pueden sorprendernos. Por ejemplo, los 49 mm del Avigation Watch Type A-7 se contraponen a los 38 mm de uno de los Lindbergh Hour Angle (L2.601.4), manteniéndose fieles a los diámetros originales a pesar que pueda representar un argumento comercial negativo. Siguiendo esta misma acertada política, Longines lanza dos nuevas referencias que encajan perfectamente en la idiosincrasia de la colección: el Longines Heritage 1968, caracterizados por su caja cuadrada de pequeño tamaño. Con una estética eminentemente clásica, se une al Flagship como representantes de la máxima elegancia dentro de los Heritage. A la izquierda podéis admirar uno de los relojes históricos de caja cuadrada, un Calibre 9L de 1945.
Ambos modelos nos sorprenden por sus reducidas dimensiones más propias de otros tiempos, unos 33×33 mm y 26×26 mm que se lanzan en dos versiones de acero u oro rosa con acabado pulido. Con un delicado biselado, el rectilíneo diseño cuadrado de la caja se prolonga hacia las asas, conjugando una bella homogeneidad estructural sólo alterada por la minúscula y discreta corona cilíndrica. El cristal de zafiro biselado rebasa ligeramente la altura de la caja, intercalando un sutil pero interesante detalle de modernidad dentro del clasicismo preponderante en los Heritage 1968.
La esfera plateada con acabado cepillado muestra unos estilizados numerales romanos pintados en color negro, cuya deformada elongación tiene como punto focal el centro de la misma. En su perímetro, una escala minutera de tipo «chemin de fer» envuelve el conjunto mientras, en posición central, la delgada manecilla segundera acompaña las agujas de horas y minutos de tipo espada, todas ellas elaboradas con el mismo metal que la caja y decoradas con aplicación de barniz negro en su mitad superior. En la posición de las 4:30 localizamos la ventana de fecha de forma trapezoidal, una geometría que se amolda perfectamente al diseño oblicuo de los numerales. Bajo las 12 horas encontramos el nombre de la marca sobre su logo aplicado, el reconocido reloj alado, mientras el término «automatic» sobre las 6 horas aporta el equilibrio visual necesario.
Respecto a su mecánica, la gran diferencia de espacio interior entre las cajas de 33 y 26 mm conlleva que Longines recurra a distintos movimientos para dar vida a ambos modelos. Mientras el Calibre L595.2 (ETA 2000/1) late dentro de la caja de 26 mm, la de 33 mm implementa el Calibre L619.2 (ETA 2892/A2). Vibrando ambos a 28.800 alternancias por hora (4 Hz), presentan una reserva de marcha de 40 y 42 horas respectivamente.
Rematando el conjunto, y como no podía ser de otra forma en un reloj clásico, se entrega con una correa de aligator en color negro. Lamentablemente, si alguno de vosotros estáis interesados en su compra, todavía deberéis esperar unos meses hasta su lanzamiento dentro del ya próximo año 2014.