Longines Heritage Classic: vuelta a los años 30
Con el nuevo Heritage Classic, Longines recupera un elegante diseño de los años 30 caracterizado por su esfera sectorizada
Hace escasos días volví del The Longines Press Tour: Then & Now, el viaje de tres días organizado por la firma de Saint-Imier en el que más de 30 medios internacionales tuvimos la oportunidad de conocer más a fondo el pasado y presente de Longines. También fue el momento de descubrir de primera mano todas las novedades para este 2019, algo que siempre habíamos hecho en Baselworld hasta este año debido a la renuncia del Grupo Swatch. Además de los ya presentados HydroConquest Cerámico, Legend Diver de 36 mm, Master Collection Moon Phase y Conquest Classic, tuvimos la oportunidad de ver y «tocar» los modelos que Longines irá presentando durante los próximos meses. Dejando para otro artículo el relato de dicho viaje, hoy es el turno de presentar una de estas novedades, el Longines Heritage Classic.
Sólo hace falta pasear medio minuto por el remodelado museo de Longines para darse cuenta del fabuloso patrimonio que atesora, fruto de 187 años de historia. En una de las vitrinas cerca de la entrada descansa un reloj fabricado en 1934, ni mas ni menos que el original en el que se inspira el nuevo Heritage Classic. Lo primero que sorprende es la fidelidad de esta reedición, tanto en lo que respecta a la caja como a su esfera.
La caja de acero cepillado con detalles pulidos adopta un bisel plano, sobre el que destaca un precioso cristal de zafiro en forma de caja y asas rectas. Y lo mejor de todo es que Longines ha decidido mantener un diámetro más que comedido: 38,5 mm. Cómodo, elegante y fiel al vintage.
El elemento clave del Longines Heritage Classic es, para mí, la esfera. Al igual que el modelo de 1934, tiene un precioso diseño por sectores, limpio y equilibrado, que ofrece una excelente legibilidad. Un gran anillo perimetral plateado con cepillado concéntrico incluye la escala horaria con cuatro numerales arábigos. Un pequeño detalle que aprecio es que estos números no son planos como el resto de la escala, sino que disponen de cierta tridimensionalidad que le aporta profundidad. Me gusta.
En el disco central, de color plateado opalino, se dibujan las líneas perpendiculares que delimitan los cuatro sectores, en cuyo cruce se disponen las manecillas. Fieles al original, son de tipo bastón en acero azulado. Superpuesto sobre ambas superficies, el pequeño segundero está bien posicionado a las 6 horas. Decorado con un guilloché azuré, muestra el mismo color blanquecino del disco central.
Por suerte, y a diferencia de algunos Longines Heritage, en esta ocasión se ha decidido mantener la funcionalidad original al no implementar la indicación de fecha.
Su interior nos reserva una sorpresa. Evidentemente, no encontramos el calibre 12.68Z que implementaba el modelo de 1934, sino que en su lugar alberga el calibre L893.5, un nuevo mecanismo de remonte automático fabricado para Longines que, según la marca, está concebido exclusivamente para piezas de la línea Heritage. Gracias a las sinergias del grupo Swatch, el L893.5 (ETA A31.501) presenta un espiral de silicio y una espectacular reserva de marcha de 64 horas. Esta versión mejorada del 2895-2 late a una frecuencia más lenta, concretamente a 25.200 alternancias por hora, lo que ayuda a conseguir una reserva de marcha espectacular de 64 horas.
El reloj está disponible en dos versiones, sólo diferenciadas por la correa. El Longines Heritage Classic L2.828.4.73.0 se entrega con una correa de cuero negra y una NATO azul adicional. El Longines Heritage Classic L2.828.4.73.2 viene con una correa de cuero azul, siendo la NATO en color antracita. Su precio se sitúa en 2.040 €.