Si alguna vez os encontráis cerca de Saint-Imier, la visita el Museo Longines es obligada. En él se registra la fascinante historia de la marca desde su fundación en 1832, preservando así su rico patrimonio y mostrando su asociación con múltiples campos como el deporte olímpico, la hípica, el esquí o, quizás el que ha sido más relevante para Longines: el mundo de la aviación. Con la legitimidad que su historia le concede e inspirada en los legendarios pilotos y aventureros aeronáuticos que confiaron en la firma para llevar a cabo sus hazañas, Longines lanzó en 2020 la colección Spirit. Su brillante diseño y ejecución se unieron con un excelente nivel técnico y mecánico para situarse como una de las grandes novedades del año de la industria relojera. Y si con la versión en titanio y sin fecha presentada en 2021 alcanzaba su máxima expresión, la presentación de los Spirit Zulu Time y su función GMT suponen un emocionante salto adelante que dispara las expectativas. Os contamos nuestra impresiones una vez acabada la presentación internacional que ha tenido lugar la semana pasada en Londres, más concretamente en el Old Royal Naval College situado en el distrito de Greenwich, a la que hemos asistido como invitados.
El espíritu del Longines Zulu Time
En primer lugar… ¿por qué llamarlo Zulu Time? El nombre tiene su origen en el primer reloj de pulsera Longines con doble huso horario fabricado en 1925 y que presentaba el pabellón Zulu en su esfera. El término Hora Zulú se deriva del alfabeto fonético de la OTAN, donde «Zulu» reemplaza a «Z» (cada huso horario tiene una letra correlativa como identificación). Cuando una hora se expresa en CUT, en UTC o en Zulú, es en realidad la hora en la longitud 0° que atraviesa Greenwich y su famoso meridiano, la referencia a partir de la que se establecen todos los husos horarios del planeta. De ahí que Longines haya elegido esta emblemática localización para presentar el Spirit Zulu Time.
Utilizados por muchos aventureros, los relojes Longines desempeñaron un papel clave en la seguridad y navegación de los aviadores. Estos pilotos que batieron récords, como Amy Johnson, Clyde Pangborn y Hugh Herndon, confiaron en sus relojes Longines para lograr el éxito. Ahora, casi un siglo después de sus logros, el Longines Spirit Zulu Time retoma este espíritu.
Diseño, comodidad y funcionalidad
Como cabía esperar, el Spirit Zulu Time mantiene la gran mayoría de los elementos estéticos que definen la colección. La caja de acero tiene un diámetro de 42 mm y muestra un acabado satinado combinado con el pulido del biselado que recorre ambos lados de la carrura. Gracias a la gran corona atornillada de fácil agarre y al fondo ciego sujeto con 6 tornillos, su hermeticidad es de 100 m. El Spirit Zulu Time se adapta maravillosamente bien en la muñeca y es más cómodo de lo que a priori parece, con sus largas asas que miden 49 mm de punta a punta. Eso es debido a su grosor de 13,90 mm, correcto para un reloj de estas características, y sobretodo a la inclinación de dichas asas.
El elemento más destacado es su nuevo bisel bidireccional de 24 horas, con un anillo cerámico que incluye la escala grabada y lacada en blanco o beige (numerales arábigos en las horas pares y pequeños índices cuadrados en las impares) y el triángulo de referencia relleno con Super-LumiNova.
El Longines Spirit Zulu Time se ofrece en tres versiones definidas por su combinación cromática. La más llamativa es la de estética más cálida y vintage gracias a un bisel verde oscuro, esfera antracita de textura micro-arenada, Super-LumiNova beige y detalles dorados. No podía faltar la tradicional pero a la vez moderna esfera negra, acompañada con un bisel del mismo color y dos toques en azul (inscripción Zulu Time y la punta en flecha de la aguja GMT). La tercera opción es la más deportiva gracias a una esfera y bisel azul combinados con el naranja del serigrafiado y la manecilla.
La esfera, visible a través de un cristal de zafiro abovedado, tiene toda la hermosa profundidad de la línea Spirit: en el anillo perimetral elevado de textura cepillada se dispone la simple escala de minutos/segundos fraccionada a 60 unidades, pequeños índices horarios romboidales coincidentes con las muescas triangulares del anillo anteriormente citado, grandes numerales arábigos aplicados y agujas de tipo bastón.
Para facilitar la lectura de la indicación horaria, la manecilla de los minutos tiene una longitud que dobla la de las horas, lo que junto a los grandes numerales horarios y la abundante aplicación de sustancia luminiscente consiguen que su legibilidad sea absolutamente impecable. Por suerte, la función de fecha se ofrece a las 6 horas, una posición poco intrusiva que personalmente me parece ideal para mantener la simetría y equilibrio de la esfera. Además, el disco es del mismo color que la esfera y los 31 días coinciden con el del Super-LumiNova (blanco o beige según versión).
El dial implementa numerosas inscripciones y logos: tres en el hemisferio norte y tres en el sur. En la parte superior, el nombre de Longines, el logo aplicado del reloj de arena alado y la palabra automatic. En la zona inferior, Zulu Time (de hecho, la única novedad respecto el Spirit tres agujas), las cinco estrellas aplicadas características de los Spirit y la definición de Chronometer. Aunque os puede parecer un exceso que puede perjudicar la nitidez de la esfera, este esquema 3+3 me resulta más equilibrado respecto el 3+2 de los Spirit tres agujas. No obstante, la eliminación de las inscripciones Automatic y Zulu Time son más que prescindibles en aras de una mayor nitidez de la esfera. La presencia de las cinco estrellas siempre será polémica, pero cabe recordar que es uno de los elementos identificativos de la línea y todo un homenaje a la historia de la marca, ya que en la década de los 60 reflejaban la máxima calidad y fiabilidad de los movimientos de Longines utilizados en la colección Admiral.
La gran aguja GMT está realizada en color negro para coincidir y disimularse con el color de la esfera, pero casi su mitad distal (incluyendo su gran punta triangular) es de color dorado en el modelo con bisel verde, azul en la referencia de bisel y esfera negra, y naranja en la versión de esfera azul. De esta forma se consigue mejorar la visibilidad de la indicación al tiempo que no entorpecer la estética de la esfera.
La clave en esta función es que la manecilla de las horas (local time) se mueve de manera independiente de la aguja GMT (home time), lo que convierte al Longines Spirit Zulu Time en un GMT auténtico. Este sistema es muy cómodo por su ajuste rápido y sencillo, y además no requiere parar el segundero. Recordemos que en otros calibres ETA con dicha función, el elemento que se mueve es la aguja GMT, un sistema más engorroso.
Brazalete o correa, dos opciones ganadoras
Según las preferencias personales, podemos vestirlo con un bien construido y cómodo brazalete de acero de tres eslabones o con una maravillosa correa de cuero, ambas opciones con un sistema de cambio rápido que ya me gustaría tenerlo en mi Longines Legend Diver. Personalmente, soy de los que generalmente prefieren la versatilidad y polivalencia del armis, pero he de reconocer que en este caso, Longines me lo ha puesto difícil por la brillantez de la socorrida correa de cuero debido a que también implementa un genial sistema de ajuste rápido: con una suave presión del pulgar sobre el cierre deployante, podremos desplazarlo hasta 6 mm en seis clics que permiten un microajuste absolutamente preciso.
Pulsando los dos pulsadores y tirando en sentido contrario, ganamos de nuevo esos mm anteriormente cerrados para ampliar el diámetro de la circunferencia que delimita la correa. Pequeños detalles, si, pero con un valor añadido muy a tener en cuenta.
Calibre L844.4
Por muy buen diseño y acertada estética que muestre un guardatiempo, para poder adjetivarlo como excelente es imprescindible que su mecánica esté a la altura. Sin duda, podemos decir que el calibre L844.4 de los Longines Spirit Zulu Time responde a las expectativas. Basado en el ETA A31.L411(una versión exclusiva y considerablemente modificada), late a una frecuencia de 25.200 alternancias por hora y ofrece una reserva de marcha de 72 horas, tres días que nos permitirán pasar el fin de semana despreocupados de su funcionamiento. Implementa una espiral de silicio que le confiere sus propiedades amagnéticas, y por si fuera poco, su cronometría está avalada por el certificado COSC, lo que le permite ubicar la definición chronometer en la esfera.
En definitiva…
Antes de resumir lo hasta ahora escrito, no podemos obviar su precio: 2.800 € con la correa de piel y 2.900 € con brazalete de acero. Sinceramente, no hay en el mercado un GMT con estas características y a este precio. Gustos y preferencias estéticas aparte, permitidme la licencia de compararlo monetariamente con dos de sus competidores: el todopoderoso Tudor Black Bay GMT y el bello TAG Heuer Autavia GMT. Los tres en caja de acero, brazalete, función GMT y COSC. Pues bien, ambos cuestan un 35% más que el Longines Spirit Zulu Time (3.920 € el Tudor y 4.000€ el TAG Heuer). Si estás buscando un GMT sobre los 3.000 €, te resultará difícil (o imposible) encontrar una mejor opción en este sector del mercado.
El Longines Spirit Zulu Time tiene un diseño brillante, bien ejecutado, con acabados sin tacha y un resistente bisel cerámico que se completan con la impecable ergonomía del conjunto (quizás algún mm menos de grosor sería un punto a mejorar). La esfera es compleja pero su legibilidad y proporcionalidad son perfectas, y su calibre automático está certificado como cronómetro, dispone de 72 horas de marcha, espiral de silicio…. y una función GMT «verdadera». Queda mucho 2022 por delante, y aún hemos de descubrir las novedades del SIHH que empieza esta semana, pero el Longines Spirit Zulu Time aspira a ser el reloj de viajero del año.