El Ultra-Chron Carbon, el reloj de buceo de alta frecuencia de Longines, es el primer reloj de la firma fabricado en fibra de carbono.

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Cuando hablamos de movimientos de alta frecuencia, El Primero de Zenith ocupa un lugar privilegiado: lanzado en 1969 fue el primer cronógrafo de alta frecuencia. Lo que la mayoría de aficionados desconocen es que en 1968 Longines presentó el primer reloj de buceo de alta frecuencia con el Ultra-Chron ref. 7970. Siguiendo su elogiable línea de recuperar su legado histórico en su colección Heritage, Longines relanzó el Ultra-Chron en 2022, con un diseño muy similar al original y su misma frecuencia de 5 Hz. Han pasado más de dos años desde el debut de esa primera y única referencia… hasta ahora: con una estética monocromática y ciertos cambios estéticos, funcionales y de materiales, el Longines Ultra-Chron Carbon es el primer reloj de la firma fabricado en fibra de carbono.

Longines Ultra-Chron Carbon_11
Longines y la alta frecuencia, una relación centenaria

Longines cuenta con una larga experiencia en lo que respecta a esta tecnología que patentó en 1910 para el cronometraje de competiciones deportivas con el calibre 19.73N, capaz de medir décimas de segundo. El objetivo de la alta frecuencia es ofrecer una mayor estabilidad y una precisión superior en comparación con los movimientos mecánicos tradicionales. La marca perfeccionó este concepto y lanzó en 1916 un cronómetro con una frecuencia de 50 Hz, siempre con el mismo movimiento pero esta vez latiendo a 360.000 alternancias por hora. Así, era capaz de medir tiempos con una precisión de una centésima de segundo. En 1959, la firma de Saint-Imier desarrolló el calibre 360, el primer movimiento de alta frecuencia para un reloj de muñeca, un cronómetro de observatorio que batió nuevos récords de precisión con una desviación diaria inferior o igual a 1/10° de segundo.

La segunda mitad de la década de 1960 marcó la llegada de los movimientos electrónicos y ultraprecisos, y los relojeros suizos reaccionaron trabajando en una solución tradicional para mejorar la precisión, lo que dio lugar a avances en la alta frecuencia: primero Girard-Perregaux con el HF de principios de 1966, seguido por Longines con el Ultra-Chron. Dos años después, en 1968, Longines introdujo su calibre 431 de 5 Hz en el interior de un reloj de buceo, convirtiendo al Ultra-Chron Diver en el primer reloj de buceo de alta frecuencia del mundo con una precisión de un minuto al mes (o dos segundos por día).

Longines Ultra-Chron Carbon

Poco queda del look retro del Ultra-Chron Diver del 2022. Ese primer modelo mantenía muchos trazos del original de 1968, entre ellos la forma almohadillada de la caja de acero, asas extremadamente cortas, el bisel giratorio con la escala graduada a 60 en rojo, las mismas escalas, índices y la minutera en rojo. En cambio, el Ultra-Chron Carbon luce una imagen mucho más moderna y técnica, una evolución que, a pesar de que podemos seguir apreciando esa inspiración en la ref. 7970, pierde prácticamente toda su estética vintage.

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Evidentemente, lo más destacado es su construcción en carbono, un material tan extremadamente resistente como ligero. La caja de 43 mm de diámetro se fabrica a partir de tiras de fibra de carbono unidireccional y resina epoxi, que se colocan en un molde y se calientan a alta temperatura, se comprimen a alta presión y finalmente se cortan en frío. A continuación, adopta la forma de cojín de la caja del Ultra-Chron. Este exclusivo proceso de fabricación crea patrones aleatorios en la disposición de las fibras, lo que hace que cada caja sea visualmente única. Debido a la extrema ligereza del carbono, este nuevo modelo pesa menos de 80 gramos, incluidos el reloj y la correa, y ofrece una hermeticidad de 30 bares (300 metros) gracias a su corona y fondo de titanio atornillados.

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A diferencia del bisel giratorio unidireccional con anillo de zafiro y marcas luminiscentes de la edición anterior, este modelo tiene un bisel fijo de titanio con inserto de aluminio negro mate y números plateados. Es una pena que el bisel sea fijo, ya que priva al reloj de una función clave para su uso en submarinismo. No solo su tonalidad oscura y simplificada se adapta bien al esquema monocromo del diseño general, sino que el anillo de aluminio se simplifica radicalmente al abandonar la escala completa de 60 minutos a favor de índices más limpios en intervalos de cinco minutos.

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Respecto a la esfera, también encontramos algunos cambios significativos. Su paleta de colores es monocromática, combinando blanco y negro para lograr un alto contraste. Tanto las anchas manecillas tipo bastón como la fina trotadora central y los índices aplicados y biselados están recubiertos de PVD gris carbón. Esta vez encontramos índices aplicados en todas las posiciones horarias (recordemos que en el modelo anterior sólo estaban aplicados en las posiciones cardinales, pintados en el resto, para calcar el diseño del original de 1968). Además, la aplicación del Super-LumiNova blanco con luminiscencia de color azul se transfiere a la superficie de los índices en lugar del marco exterior que los rodeaba en el Ultra-Chron de 2022. Las últimas diferencias son el color negro del logo Ultra-Chron y que la escala perimetral de segundos se complementa con finos índices cada 1/5 de segundo.

Al igual que su predecesor, el Longines Ultra-Chron Carbon late al ritmo del movimiento automático L836.6, fabricado exclusivamente para Longines por la también empresa de Swatch Group, ETA. El L836.6 es un calibre con un rendimiento espectacular, combinando una poco común alta frecuencia de 5 Hz (36.000 alternancias por hora) con una correcta reserva de marcha de 52 horas y una espiral de silicio con una resistencia a los campos magnéticos que supera por diez la norma de referencia ISO 764. El conjunto ensamblado del reloj también cuenta con el certificado de cronómetro por TIMELAB, un laboratorio independiente homologado para pruebas de relojería en Ginebra. De conformidad con la norma ISO 3159, el proceso de cualificación somete al producto terminado, es decir con el movimiento funcionando dentro de la caja, a un periodo de prueba de 15 días seguidos e ininterrumpidos. Se somete al reloj completo a una serie de pruebas de funcionamiento en distintas posiciones repetidas y a tres fases distintas de temperatura (8°C, 23 °C y 38°C) para garantizar su precisión. Si bien puede que no alcance las cotas de la certificación METAS de su empresa hermana Omega, el L836.6 es extremadamente competitivo en su rango de precio.

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El Longines Ultra-Chron Carbon se entrega con una correa negra de tejido técnico y una hebilla de titanio. Es una combinación natural con el espíritu del reloj, y es difícil imaginar una opción de cuero más tradicional que encaje bien con el diseño y características de este reloj. Se acompaña con su propio » Certificat de Chronométrie » expedido por TIMELAB, que menciona el resultado del reloj en los diferentes procedimientos.

Longines Ultra-Chron Carbon_10

Con la referencia L2.839.4.52.2, el Longines Ultra-Chron Carbon cuesta 5.450 €, casi 1.500 € más que el modelo de 2022. No es un precio económico, pero por todo lo que ofrece considero que tiene una buena relación calidad-precio. En cuanto al diseño, es difícil negar su atractivo, además de contar con un movimiento que es una auténtica maravilla. Seguro que más de uno mostrará sus preocupaciones sobre el tamaño, pero cabe decir que su ligereza y la distancia relativamente corta entre asas permite que se adapte bien a distintas muñecas. 

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Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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