TEST – Longines Avigation Watch Type A-7
El Longines Avigation Watch Type A-7 es una de las piezas más arrebatadoras de Longines, luciendo su exuberancia clásica casi idéntica al modelo original
El Avigation debe su nombre a la nomenclatura militar estadounidense para nombrar a esos relojes, mezclando “aviation” y “navegation”. Caracterizados por su gran talla, el diseño bicompax de la esfera desplazada 50º lo situaba en el mismo eje visual que los instrumentos de vuelo, permitiéndoles leer las indicaciones sin mover el brazo ni soltar los mandos del avión. Este particular diseño unido al alto contraste que le otorgaban sus grandes números blancos sobre fondo negro, conseguía imprimir una excelente legibilidad. La gran corona acanalada situada a las 12 horas de la esfera, controlaba también la función cronográfica. Su diseño y dimensiones proporcionaban una gran facilidad de uso, incluso llevando unos gruesos guantes como los que llevaban los aviadores de la época. El movimiento, un calibre 18.72 de Longines del 1937 en el modelo de la foto, era visible gracias a que tapa trasera se podía abrir mediante una bisagra y un sistema de abertura.
Los dos contadores se sitúan en igual lugar. Justo debajo de las 12 horas, el contador de 30 minutos de la función cronográfica implementa índices cada 5 minutos. A las 6 horas, encontramos el contador de los segundos de la función horaria. Una de las grandes novedades es que dentro de él se encuentra un fechador. Personalmente, y para seguir con su diseño histórico, preferiría que hubieran obviado esta modificación. Aunque gana en funcionalidad, pierde atractivo.
La numeración árabe continúa con la misma tipografía, además de seguir sin estar presentes los correspondientes a las 6 y 12 horas debido al tamaño de los subdiales antes descritos. En el anillo perimetral de la esfera encontramos la escala taquimétrica.Como podéis observar, la palabra «automatic», a diferencia del original, aparece impresa en la esfera al lado del nombre de la marca. ¿Es necesario esta especificación?. Para mí, no. No aporta nada y ensucia el dial. La única excusa es que los contadores, al tener un diámetro mayor que el modelo de los años 30, impide situar «Longines» entre el eje y uno de dichos contadores, provocando que deba situarse a la derecha; para reequilibrarlo visualmente, se sitúa la leyenda «automatic» a su izquierda.
La sobredimensionada corona estriada se sitúa a las 12 horas, en el mismo eje de los contadores. Recordando que la esfera presenta una rotación de 45º, su posición en una esfera de diseño normal correspondería aproximadamente a la 1 h 40 minutos.
La gran novedad es el mecanismo que Longines implementa: el Calibre L788 (ETA A08.L11), el más avanzado de la manufactura, utilizado ya en varias piezas, destacando en anteriormente citado Column-Wheel Single Push-Piece Chronograph . Se trata de un movimiento cronógrafo monopulsante que controla su funcionamiento mediante rueda de pilares. Su único pulsador, integrado en el centro de la corona, controla secuencialmente el star, stop y reset de las agujas de la función cronográfica. Es una evolución del L688, el primer cronógrafo con rueda de pilares de Longines, lanzado el 2009.
Este movimiento de carga automática, que late a 28.800 alternancias por hora, tiene un diámetro de 131/4 líneas (30 mm) y una altura de 7,9 mm. Su reserva de marcha es de 54 horas. A primera vista, este calibre queda oculto debajo de fondo grabado y numerado, pero, recuperando otra vez el diseño histórico, este fondo resulta ser sólo una tapa que se abre mediante un pequeño pulsador situado en la parte inferior derecha de la carrura. Cuando lo accionamos podemos admirar el movimiento bajo la protección de un cristal de zafiro. El sistema de obertura y el cristal de zafiro son dos actualizaciones totalmente lógicas, en aras de la funcionalidad y protección del mecanismo. Lamentablemente, Longines no nos ha enviado ninguna foto para poder ilustrar esta característica tan atractiva.
La hermeticidad del conjunto no es uno de sus puntos fuertes: los 30 metros resultan muy escasos, aunque las características y uso de la pieza consiguen que este dato pase a un segundo plano. Se presenta con una elegante correa de aligator de color negro con pespunte blanco, en total sintonía con la esfera. Como alternativa, una correa de cuero envejecida le otorgaría un look mucho más vintage.Por último, remarcar que su precio de venta será de 3.480 €.